Del Potro: hay vida después de la leyenda

Por Mauro Denegri / Nota publicada en el semanario Ecos de mi ciudad

Hace diez años, Rafa Nadal ya escribía en su autobiografía que hay pocas cosas menos saludables para el físico que ser un deportista de élite. Las exigencias del altísimo nivel van más allá de esa vida junto al deporte asociada a la buena salud. Juan Martín Del Potro no da más y desde antes que cumpliera los 30 años comenzó su pelea por continuar siendo un tenista profesional.

Una muñeca, otra muñeca, la rodilla. Sus problemas físicos lo atormentaron fuertemente en su carrera, pero por qué habría que quedarse con eso. ¿Por qué no salir un segundo de ese llanto que duele de “Delpo”, y trasladarse a US Open o al Masters en los que dejó atrás al más grande de todos, Roger Federer? ¿Cómo no retroceder al 2012 viéndolo ganarle en el mismísimo Wimbledon a Djokovic la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos? ¿Y en Río 2016 bajando a Nadal y llegando a la final? Y claro, ese día en que se recibió de uno de los mejores deportistas de todos los tiempos de Argentina, cuando en Croacia ganó un partido perdido para que la Copa Davis quedara para nuestro país.

La heroica, la resiliencia la mostró cada vez que lo intentó y pudo prenderse en el circuito. Ahora, después de 1000 días sin jugar un partido oficial, “Delpo” levanta la mano y dice que espera tener una vida normal. A los 33 años, luego de probar mil variantes, se dio cuenta de que no daba sostener dormir con dolor eternamente. Que el cuerpo decía basta por más que en su cabeza el tenista profesional siguiera vivo. Que no puede ni manejar más de tres horas sin que deba frenar para recuperarse.

No cierra todas las puertas porque si aparece “el” tratamiento para su rodilla siempre parece dispuesto a probar. Pero deja un mensaje claro: la vida sigue. Su vida sigue. Y merece tener la despedida que soñó: dentro de una cancha de tenis y con gente gritando el “Delpo, Delpo” que se ganó largamente. (12-02-22).

Los comentarios están cerrados.