Mónica Strasser y el desafío de enseñar literatura en plena pandemia
A raíz del reconocimiento que hizo la Dirección General de Cultura y Educación a la vecina y profesora de literatura Mónica Strasser por su trabajo con las alumnas y los alumnos de la Escuela Secundaria Nº2 de nuestra localidad, LA DORREGO conversó con la docente sobre ese hecho y otras cuestiones, aprovechando lo atrapante que significa poder dialogar con ella:
Sobre el trabajo con sus alumnas y alumnos: nos cuenta sobre los tres libros que logró editar con sus estudiantes, quienes le dieron forma a los relatos que en sus páginas se incluían, y el valor estético que le daban sus alumnas y alumnos a sus producciones.
El rol de la literatura en nuestra sociedad: es muy complejo de analizar, nos comenta. La sociedad está constantemente leyendo, pero advierte que la literatura es una lectura distinta, que necesita de otras capacidades, y por eso el rol de la escuela es tan importante, porque sus docentes son los que invitan a leer literatura, logrando universalizarla, amén de lo que que cada familia sea capaz de brindar. Además, el aula se transforma en un espacio de lectura compartida, una invitación al análisis, a interpretaciones y a experiencias personales, y que los y las estudiantes son grandes receptores de esas lecturas.
Las obras para leer en clase: nos reconoce que en la academia existe una división entre quienes creen que hay una sola literatura y quienes creen que, además, hay una literatura particular para estudiantes, la literatura juvenil, que es la que ella y sus colegas usan para iniciar a sus alumnas y alumnos para luego abordar las obras clásicas.
Los cambios en la educación: nos cuenta de lo distinta que fue su experiencia como alumna de las prácticas del lenguaje respecto a su rol como docente. Hoy se abordan esas prácticas con un enfoque social de la lengua, a diferencia de ese enfoque más analítico anterior.
Sus comienzos con la literatura: desde chiquita, textual, entre risas, nos relata, se siente vinculada con la literatura, gracias a su abuela y su tía, venidas de Italia. Ellas le contaban historias de su patria, de la guerra, donde participó su abuelo, quien hablaba poco, y ella se veía inmersa en esos relatos, en sus encuentro entre la imaginación y la realidad, ya que la literatura, sea cual sea el género, habla de nosotros como seres humanos, nos aclara.
Mónica como lectora: se define como una lectora lenta, se toma su tiempo. El trabajo acelera ese ritmo en las obras que elige para sus clases, pero su lectura por placer es pausada, se detiene en frases, las cita, se asombra y disfruta admirando las estructuras que lee.
Mónica como escritora: reconoce que escribe menos de lo que lee, pero que la escritura la ayudó a encontrarse a sí misma en determinados momentos de su vida.
Enseñar en pandemia: nos cuenta de su complejidad y valora las herramientas que aportan las nuevas tecnologías, pero nos recuerda que una computadora no es un aula y nada reemplaza la tarea de la maestra y el maestro vinculándose con las singularidades de sus alumnas y alumnos, y eso es lo que extraña. La comunicación, el asombro que le provoca la relación con sus estudiantes, el enriquecimiento que eso genera.
Por último, Mónica también agradeció la inmensa muestra de afecto que recibió después de que el reconocimiento que le hicieran fuera difundido.
Podrán escuchar la entrevista en la parte superior de este post.