El grooming crece y ya se registra un caso por día

En la Provincia de Buenos Aires y la Capital Federal se registra un caso de grooming cada 24 horas, lo que equivale a decir que todos los días un chico de menos de 18 años es contactado por un adulto que mediante un perfil falso lo engaña para que le envíe imágenes, videos o incluso para que acceda a un encuentro, en el que podría ser abusado sexualmente.

La cifra se desprende del primer estudio para América Latina sobre grooming llevado adelante por la ONG Bullying Sin Fronteras, que relevó 366 casos denunciados ante la justicia en la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires durante el último año, lapso que comprende desde el 31 de octubre de 2017 hasta igual fecha de este año.

Javier Miglino, fundador de la entidad, alertó además que “el primer ingreso a la web y a las redes sociales por parte de los niños es cada vez más temprano”, situación que cobra un relieve todavía mayor en nuestro país. Y detalló: “En promedio los chicos de a partir de 8 años ya tienen la posibilidad de acceder a Internet por medio de un teléfono inteligente o de una computadora hogareña, con picos de 6 en Argentina y España”.

Frente a esta situación, el abogado experto en Derechos Humanos y Protección de la Niñez habló del “importante e irreemplazable papel de los padres para resguardar la integridad sexual de sus hijos”, tras lo cual aconsejó: “Resulta esencial que controlen los perfiles y los amigos que tienen sus hijos en Facebook e Instagram”.

“Es probable que esa nena tan simpática o ese adolescente tan agradable sea en realidad un violador adulto que enmascara su identidad para corromper y violar menores y sólo podrá ser desenmascarado con el compromiso de padres, docentes y medios de comunicación que hagan foco sobre este grave problema. Los papás tienen que estar encima de los chicos aún cuando utilizan la web para hacer sus tareas o con fines educativos”, advirtió.

Con respecto a las redes sociales, Miglino apuntó principalmente contra Facebook: “Es la red social más potente del mundo y participa en la publicación de chats e intercambio de imágenes que permiten todo tipo de abusos, que en algunos casos constituyen graves delitos como pedofilia (abuso sexual de menores), captación de personas para la prostitución (reducción a servidumbre, trata de personas, corrupción de menores), difamación (injurias y calumnias), ciberbullying (acoso, amenazas y/o hostigamiento)”.

Finalmente, disparó contra la plataforma online utilizada por adolescentes por considerar que “poco colabora en la prevención de estos delitos y en el esclarecimiento de estos hechos cuando son denunciados”.

Con relación a la problemática del grooming, el especialista lo resumió como “la conducta desarrollada por una persona mayor de edad que contacta a un menor de edad a través de Internet y, a través de un ardid o engaño, oculta su condición de adulto para lograr que el niño o niña realice acciones de índole sexual, tales como enviarle fotos desnudo/a o bien acceder a un encuentro que seguramente concluirá en abuso o violación”.

“La mayoría de los casos de grooming terminan en el envío de imágenes eróticas de chicos y chicas menores de edad, pero en algunos casos los menores son seducidos de tal manera que acceden a encontrarse con ese falso perfil de un chico o un chica que termina siendo un abusador y por ese motivo también debemos lamentar varias causas de abuso sexual contra los menores que se iniciaron con un inocente intercambio de frases y fotos en Facebook o Instagram”, concluyó Miglino.

En la Argentina, el delito está tipificado en el texto actual del Código Penal, que en su artículo 131 dice: “Será penado con prisión de seis meses a cuatro años el que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma”.

FUENTE: DIARIO POPULAR

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