Alertan que uno de cada tres pesos no se factura en la carne y se evaden US$1000 millones
Uno de cada tres pesos en la cadena de valor de la carne no se factura, tres de cada cuatro kilos se venden con algún grado de informalidad y la evasión en el sector representa unos US$1000 millones por año.
Así lo sostiene un informe de Bain & Company.
Según el trabajo, la informalidad de la cadena es «muy alta», con una evasión que llega al 50% de los ingresos en la comercialización, fenómeno que tiene «implicaciones directas y negativas» sobre su desarrollo.
En marzo de 2017, para combatir la informalidad el Gobierno implementó el pago del adelanto de IVA previo a autorizar una faena. En tanto, desde enero de 2018 está exigiendo también un adelanto para la previsión social. Por esas medidas, ya se triplicó la recaudación en el IVA y en la seguridad social subió un 30 por ciento.
También se pusieron en vigencia «cajas negras» en los frigoríficos, que controlan casi el 100% de la faena, en tanto que desde septiembre próximo se implementará el Remito Cárnico Electrónico (REC) para seguir el traslado de la mercadería desde una planta frigorífica hasta la carnicería.
En este contexto, Marcelo Costa, subdirector general de fiscalización de la AFIP, señaló a La Nación que la evasión en los frigoríficos consumeros ya bajó del 70 al 30%. «Después de un año de vigencia del régimen, ha mejorado significativamente el comportamiento del sector, principalmente en las etapas del productor, frigorífico y matarife», dijo. Agregó que la etapa que viene es la trazabilidad de la media res desde los frigoríficos a las carnicerías con el REC con aceptación obligatoria por parte de los carniceros que, indicó, «es la etapa donde se concentra buena parte del actual 30% de evasión». En la AFIP destacaron que en junio el pago a cuenta de IVA en carne bovina tuvo un cumplimiento de casi el 99%, en tanto que fue del 96% en el primer mes de implementación en carne porcina.
De acuerdo al trabajo de la consultora Bain & Company, hasta 2025 la cadena de la carne tiene potencial para incrementar de 2,8 millones de toneladas a 4 millones de toneladas la producción, un 42% más. Además, podría generar más de US$3500 millones en exportaciones, siendo el segundo o tercer rubro de ventas al exterior, y tener más de 40.000 empleos. En este contexto, para transformarse, desde la readecuación de plantas hasta el aumento de la capacidad de despostado, la industria debería invertir unos US$2300 millones.
En el informe se destaca el fuerte agregado de valor para el país de la carne en la exportación. Mientras el agregado de valor de una tonelada de Rump & Loin (producto de calidad del cuarto trasero integrado por los bifes angostos, el lomo y el cuadril) es de US$12.500 la tonelada (más del 95% del valor de exportación), el agregado de valor en el país de una tonelada de una pick up ronda los US$7800 (el 65% del valor de exportación).
El informe remarca que la única manera de que la actividad pueda desplegar todo su potencial es «resolviendo de manera estructural el problema de la informalidad». De hecho, alerta que hay una diferencia de costos de 45 a 60% entre un frigorífico formal y otro informal.
La evasión cruza a todos los eslabones. En esta línea, el sector de la producción evade unos US$200 millones (tiene un 84% de ingresos facturados y un 16% informales), los frigoríficos alrededor de US$300 millones (poseen un 72% de ingresos facturados y un 28% informales) y el sector de la comercialización evade en torno de US$500 millones (tiene un 44% de ingresos facturados y 56% informales). En el sector minorista hay más de 40.000 carnicerías que sólo facturan un 25 por ciento.
Según detalla el reporte, los frigoríficos informales, que tienen menos costos y mayor poder de compra, demandan más animales livianos para el consumo interno. En tanto, los frigoríficos de exportación requieren más animales pesados y su negocio es de baja rentabilidad a la hora de competir con establecimientos que operan informalmente.
En rigor, esos frigoríficos informales tienen una ventaja de un 45 a 60% en el costo de faena. Los establecimientos que operan con cierta informalidad pagan alrededor del 50% de las cargas sociales.
Por tipo de establecimiento de faena, hay un nivel de evasión bajo en el sector exportador, es medio el nivel de evasión en los frigoríficos para consumo interno y alto en mataderos y cooperativas.
Entre otros puntos, el trabajo alerta que la comercialización por media res, en lugar de por corte, es ineficiente y genera que mientras el lomo sea 20% más barato que en Brasil la nalga resulte un 20% más cara. Sostiene que la integración por cuartos permitiría reducir 10 a 12% el precio del asado.
Según el informe, hay que crear un plan que transforme la cadena con eje en prevenir la informalidad, hacer más fiscalización y que apuntale la generación de inversiones para el largo plazo. (La Nación).