Violencia de género: 7 de cada 10 golpeadores incumplen las perimetrales
Tras el femicidio ocurrido el jueves pasado en el barrio porteño de Almargo, donde un hombre mató a puñaladas a una expareja pese a estar denunciado por violencia de género, se conoció que siete de cada 10 golpeadores incumplen las perimetrales. Así lo reveló el abogado Julio Torrada, especialista en violencia de género, quien aseguró que «el Estado toma la denuncia de las víctimas que fueron golpeadas, maltratadas y son sobrevivientes de situaciones horribles, y luego se emite una medida cautelar de prohibición de acercamiento, pero lamentablemente solamente es eso, un papel que no genera ningún tipo de límite al golpeador, que tiene la certeza de que puede atacar de nuevo cuando le parezca».
El abogado mencionó que «las estadísticas sostienen que siete de cada 10 varones violentos que fueron denunciados por mujeres que padecieron el horror del machismo, no cumplen con la letra de la medida cautelar que los obliga a no acercarse, mientras se resuelve la situación en una causa penal». «Se sabe que sólo van presos quienes golpearon salvajemente causando lo que la justicia llama lesiones gravísimas o aquellos que intentaron matar y fallaron. El resto nunca va detenido”.
No hay controles
“Este es el panorama que tenemos en la Argentina. Les pedimos a las víctimas que denuncien y después se las deja en soledad», dijo Torrada, quien además explicó los pasos comunes que se dan cuando una mujer denuncia golpes, abusos, hostigamiento o amenazas: «La Justicia recibe la denuncia por parte de la víctima. En el mejor de los casos, la mujer se va del juzgado con una orden de restricción hacia el agresor. Pero luego, el Poder Judicial se borra, deja a las víctimas indefensas».
«Por ejemplo, no hay acompañamiento de efectivos policiales, ni siquiera cuando se trata de casos de altísimo riesgo. Y no hay equipos que trabajen de manera profesional y seria con las víctimas», agregó. En es sentido, el abogado manifestó: «Se tiene que garantizar lo que se afirma en un papel. Si un hombre no se puede acercar a menos de 500 metros de una mujer, no puede ser que nadie controle que de manera sistemática se violen estas restricciones».
El caso más reciente ocurrió esta semana en el palier de un edificio de la calle Humahuaca 3960, donde Graciela Molina Hernández (uruguaya y de 54 años) fue sorprendida por su ex Walter María Gómez, de quien estaba separada desde diciembre, tras denunciarlo por violencia de género. A cambio, recibió un papel con la orden de restricción y luego un botón antipánico, que no llegó a utilizar cuando fue víctima del femicidio, según publicó Diario Popular.
«El Estado no sólo mira para otro lado, sino que revictimiza a las víctimas. Así, tenemos a mujeres golpeadas, abusadas, maltratadas, heridas gravemente, con profundo miedo, que encima tienen que estar todo el tiempo en alerta, para avisar a la policía o los organismos del Estado que está en peligro», indicó el especialista. Además, afirmó: «Lo peor es que muchas veces tras avisar, los sujetos golpeadores se fugan. Entonces ni siquiera los demoran en las comisarías, porque si no los detienen en la escena del hecho, no sirve».
Asimismo, Torrada manifestó que «a pesar de todo lo que se escribe, se afirma, de los reclamos masivos en las calles, las autoridades del Estado miran para otro lado, o peor, tienen aún una mirada machista de la realidad, revictimizando y maltratando a las mujeres que necesitan soluciones, ayuda y medidas efectivas que las protejan». (Perfil).