En una movida inédita en la política argentina, diputadas de distintos bloques lograron imponer el tratamiento y sancionar la ley de paridad de género, que establece que hombres y mujeres integren las listas de candidatos en pie de igualdad, tal como se hizo este año en la provincia de Buenos Aires.
El proyecto venía con la aprobación del Senado, pero su tratamiento en diputados se venía dilatando desde hace más de un año. Y consiste en una modificación del Código Nacional Electoral que fija la obligatoriedad de intercalar candidatos de ambos sexos en las listas de legisladores nacionales.
Para lograr la aprobación, la diputada Victoria Donda impulsó la incorporación del dictamen de la comisión de Asuntos Constitucionales, a pesar de las quejas de algunos legisladores, entre ellos Karina Banfi, de Cambiemos.
No obstante, la iniciativa tuvo un respaldo mayoritario, incluso dentro del bloque oficialista, y logró ser votada, tras lo cual 165 legisladores dieron su aval y sólo 4 le bajaron el pulgar, en tanto que dos se abstuvieron. Fue una proporción similar de adhesiones y rechazos consiguió en el Senado hace más de un año: 57 a 2.
Los rechazos vinieron de parte de un diputado del FIT salteño, Pablo López, y tres representantes de Cambiemos: Nicolás Massot, Pablo Torello y Héctor Roquel.
La normativa ya se aplica en la Provincia de Buenos Aires, aunque sus efectos no fueron todo lo positivos que se esperaba. A pesar de la integración igualitaria de las listas, ingresó un 30 por ciento más de varones que de mujeres a la Legislatura, básicamente porque el género masculino sigue acaparando el primer lugar de las nóminas. En el caso de la Cámara de Diputados, de los 46 escaños en juego, 25 quedaron para hombres y 21 para damas. En el Senado fue peor: 14 a 9. (Infocielo).
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