Casi la mitad de los hogares perderá subsidios de luz y gas y las tarifas volverán a subir desde enero

A partir del 1 de enero de 2026 entrará en vigencia un nuevo esquema nacional de asistencia para la luz, el gas y las garrafas.
El Ministerio de Economía apunta a concentrar la ayuda “en quienes realmente la necesitan”, lo que implicará la salida de unos 7,5 millones de hogares del sistema de subsidios. En términos simples: casi el 45 % de la población empezará a pagar la tarifa plena.
Los cambios serán puestos a consulta pública en formato virtual en los próximos días, y forman parte del ajuste fiscal previsto para el año que viene. Con esta reestructuración, la Casa Rosada proyecta reducir el gasto energético del 0,65 % del PBI estimado para 2025 al 0,5 % el año próximo, un recorte equivalente a unos 1.000 millones de dólares.
Fin de la segmentación y nuevo mapa de beneficiarios
La medida más profunda es el cierre definitivo de la segmentación tarifaria implementada en 2022. Los tres niveles actuales —N1, N2 y N3— desaparecerán y serán reemplazados por dos categorías: hogares con subsidio y hogares sin subsidio.
Quedarán excluidas de la ayuda las familias cuyos ingresos superen el equivalente a tres canastas básicas (unos $3.641.397 mensuales por grupo familiar), así como quienes posean determinado nivel patrimonial: tres o más vehículos de hasta cinco años de antigüedad, tres inmuebles, o bienes suntuarios como embarcaciones y aeronaves. Otros 140.000 hogares clasificados hoy como “ingresos medios” también perderán la subvención. El resto conservará algún grado de asistencia estatal.
Actualmente, los usuarios de mayores ingresos pagan cerca del 89 % del costo de la energía eléctrica y el 76 % del gas; los sectores medios afrontan entre 25 % y 44 %; y los de menores recursos, entre 20 % y 30 %. Ese sistema se elimina por completo.
Luz: nuevos topes y un esquema estacional
El Gobierno también redefinirá los bloques de consumo subsidiados. Desde enero habrá un tope uniforme para todas las familias que continúen dentro del régimen:
• 300 kWh mensuales para verano e invierno.
• 150 kWh mensuales para otoño y primavera.
Dentro de estos límites, los usuarios pagarán la mitad del costo real de la energía. Adicionalmente, habrá una bonificación extra del 25 % que comenzará a regir en enero y se irá reduciendo durante el año hasta desaparecer en diciembre. En la práctica, el beneficio arrancará en torno al 75 % y terminará cerca del 50 %.
Los hogares que queden sin subsidios pagarán el costo pleno de generación eléctrica, hoy estimado en unos 75 dólares por MWh.
Gas: un precio único todo el año
En el caso del gas natural, se definirá un valor mayorista fijo de US$ 3,80 por millón de BTU para los doce meses del año. Actualmente, el precio reconocido para las tarifas varía entre US$ 2,90 en verano y US$ 4,50 en invierno.
La unificación implicará un incremento para los meses cálidos, cuando de todas maneras el consumo es más bajo.
Entre abril y septiembre, el Estado cubrirá la mitad del costo del gas para los hogares que continúen con subsidios.
El acceso al beneficio se definirá con la información ya existente en las bases oficiales. Los usuarios no deberán volver a registrarse, aunque podrán actualizar sus datos si lo consideran necesario.
Cómo quedarán las boletas
Según estimaciones oficiales, una vez aplicados los cambios:
• En verano, dos de cada tres hogares pagarán menos de $44.000 por la electricidad y el 81 % estará por debajo de los $67.000.
• En invierno, el 56 % de los usuarios gastará menos de $14.000 en gas y el 75 %, menos de $56.000. (Clarín). (28-11-25).



