Política

Dorrego / Participación electoral: Añorando el 80%

Desde la reistauración democrática, las elecciones del pasado 7 de septiembre fueron las de menor porcentaje de votantes, con un 64,81 por ciento.

Por Fabián Enzo Barda

Ha quedado lejos en el tiempo y en el recuerdo la excepcionalidad del acto de sufragar como medio de legitimización de las autoridades de los diferentes niveles del Estado en nuestro país. Ha pasado mucho en nuestra historia nacional desde 1930 en adelante para que el año 1983 se constituya en un punto de inflexión para la democracia argentina. Hoy, tenés que ser un +60 para saber que tus padres y tus abuelos votaron muy esporádicamente durante el siglo anterior.

Desde 1930 hasta 1983, los argentinos votamos 18 veces; 6 de esas elecciones se realizaron bajo un sistema engañoso, autodenominado por los conservadores que gobernaron entre 1930 y 1943 como “Fraude Patriótico”, que tuvo como punto más trágico, en el distrito de Coronel Dorrego, la gesta de Juan B. Maciel el 5 de septiembre de 1937. En medio de ello, 6 golpes de Estado y elecciones condicionadas hicieron que la centuria anterior se caracterizara por la inestabilidad política.

Si se hubiesen mantenido las reglas de juego impuestas por la histórica Ley Sáenz Peña del voto secreto, obligatorio y universal que permitió el acceso al gobierno del primer radicalismo, desde 1930 hasta 1983 se debería haber recurrido a las urnas en 26 oportunidades. Esto es solo un juego comparativo de lo que deberíamos haber logrado. No debe estar exento en este análisis las circunstancias que el mundo experimentó, que hicieron de toda Iberoamérica un continente que se debatió entre gobiernos civiles que no lograban afianzar el sistema democrático y dictaduras que se volvían cada vez más autoritarias y represivas.

1983 trajo para Argentina la posibilidad de pasar de la transición a la democracia a un pleno ejercicio del estado de derecho para consolidar el sistema de representación en cuanto a la selección de sus gobernantes. Aquí no se considera ni el contenido ni la calidad de esa democracia en cuanto a la satisfacción de las condiciones de vida. La referencia es solo institucional, aunque la marcha de la calidad democrática influye hoy directamente sobre las propias instituciones que, precisamente, construyen esa democracia.

En el proceso electoral inaugurado en los primeros meses de este 2025, a medida que se sucedían elecciones de medio término en las provincias y en la ciudad de Buenos Aires, se evidenciaba una baja significativa en los porcentajes de participación ciudadana en los comicios. Por ejemplo, en CABA, que había sido el distrito de mayor amplificación de lo que podría llegar a suceder en un primer intento de nacionalización, totalmente opacado por la campaña en territorio bonaerense, la participación fue la más baja desde 1983, llegando a un 53%. Este porcentaje es incluso más bajo que en 2001, considerado un año bisagra en el sistema político argentino. En ese sentido, en 2001 el ausentismo en CABA fue del 28%, y la bronca ciudadana se expresó en altos porcentajes de votos nulos y en blanco.

Si tomamos la participación política en el partido de Coronel Dorrego en lo que va del siglo XXI, podemos concluir que la misma se mantuvo constante hasta los últimos comicios realizados el 7 de septiembre. Aún el ya señalado 2001 se encuentra dentro de los guarismos históricos, con 1.170 votos en blanco y 1.416 nulos, un 19.26% de dorreguenses manifestaron su descontento en ese fatídico año. Demás está decir los altos porcentajes de participación que se experimentaron desde las elecciones de octubre de 1983 hasta el famoso mano a mano entre Juan P. Testani y Osvaldo Crego en 1995. Las elecciones desde la recuperación de la democracia hasta la reelección del primer intendente peronista en la historia de Dorrego orillaban siempre el 85%.

Tomando el siglo XXI, la reelección de Raúl Reyes con un 83.35% de asistencia se mantiene al frente de las estadísticas. El contexto de aquel proceso electoral fue la famosa PASO en la que Alberto Fernández puso fin a la intención de un segundo mandato de Mauricio Macri. Después de esa elección, la tendencia a la baja es significativa, incluso en comicios como los de 2023, donde se eligió al actual jefe comunal dorreguense, con un 79.04% de los dorreguenses habilitados para votar que concurrieron a las urnas. En 2025 se devuelve la cifra más baja, no solo de este primer cuarto del nuevo siglo, sino desde la restauración democrática, con un 64.81% y un con un resultado electoral que, territorialmente, deja con vida a tres expresiones políticas.

El siguiente cuadro refleja los datos de asistencia a las urnas en el partido de Coronel Dorrego:

AÑO TOTAL ELECTORES MESAS PORCENTAJE
2001 13.442 52 78.19
2003 13.539 53 79.09
2005 13.525 52 78.99
2007 13.755 52 81.15
2011 13.450 47 81.23
2013 13.369 47 81.73
2015 13.616 46 82.67
2017 13.765 47 78.34
2019 13.650 47 83.25
2021 13.835 48 74.72
2023 14.031 48 79.04
2025 14.099 48 64.81

 

NOTA: a partir de 2013 fueron incorporados los jóvenes a partir de los 16 años dato que refleja el incremento del número de votantes. El voto adolescente no es obligatorio hasta cumplir los 18 años. (27-09-25).

 

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