Política

El Concejo Deliberante mandó al archivo el proyecto de creación de un Plan Municipal de Gestión Menstrual

El Concejo Deliberante pasó al archivo un proyecto de ordenanza que había presentado el bloque del Frente de Todos – Partido Justicialista tendiente a la creación un Plan Municipal de Gestión Menstrual con el objetivo de proveer de gestión menstrual a personas menstruantes y garantizar la promoción de salud menstrual.

La propuesta contemplaba que el plan tendrá por objeto la provisión, a través del área de Desarrollo Social, de toallas higiénicas femeninas y/u otros elementos de gestión menstrual a las personas menstruantes en situación de vulnerabilidad, como así también brindar información acerca de diferentes opciones higiénicas y sanitarias a su alcance.

Se propuso que la entrega de productos de gestión menstrual debe ser respetuosa de las elecciones de las personas destinatarias y encontrarse disponible sin mediación alguna, garantizado la protección de la identidad y la confidencialidad.

Según se destaca en la iniciativa, son sujetos de derecho de la presente norma toda persona menstruante que solicite los productos en centros de salud públicos.

“La menstruación -que alcanza a todas las personas con capacidad menstruante- debe ser concebida y abordada como un eje más de salud pública, y no como un tema meramente reproductivo y de cosméticas. Los insumos y productos de gestión menstrual tienen que ser concebidos como elementos de primera necesidad”, dijo aquella vez Merlina Legagnoa, concejala del Frente de Todos – Partido Justicialista.

“Durante casi 30 años de su vida las mujeres menstrúan, viéndose por ello obligadas a comprar mes a mes productos para gestionar la menstruación. En los últimos meses, las necesidades de las personas que menstrúan se vieron agravadas por el contexto de la pandemia del Covid-19. Por eso, son varias las iniciativas comunitarias y feministas que se impulsaron para contener las necesidades vinculadas a insumos para la gestión menstrual”, añadía.

“Es evidente que la menstruación, lejos de ser una cuestión personal, privada y cosmética, es una verdadera problemática de salud pública. El acceso a la salud menstrual es una cuestión de derechos humanos por cuanto se apoya en derechos fundamentales como la dignidad, integridad e igualdad”, había subrayado

Legagnoa sostenía que las mujeres no eligen menstruar, sino que es una cuestión biológica y natural, un proceso fisiológico que ocurre en la mayoría de las mujeres y personas menstruantes, por lo que los productos de gestión menstrual se convierten en una necesidad básica

“La consolidación de una sociedad justa y equitativa demanda la creación de políticas públicas que reduzcan las desigualdades sociales, la distribución de recursos desde una perspectiva de género y con enfoque de derechos humanos, y la adopción de medidas que den respuestas a las necesidades de las personas en situación de especial vulnerabilidad a lo cual el presente proyecto busca aportar”, completaba. (01-10-21).

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