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Aseguran que empleadas de casas particulares están más expuestas a riesgos laborales y al virus

Según la Organización Internacional del Trabajo, en la Argentina 1,4 millones de trabajadoras son las afectadas. Además, detalla que el elevado índice de informalidad impide que la mayoría tenga seguro e indemnización por desempleo, cobertura por riesgos laborales, licencias u obra social.

Un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) destacó este martes que el empleo doméstico es «uno de los sectores más vulnerables ante la grave crisis provocada por el coronavirus» y detalló que 1,4 millones de esas trabajadoras en el país están «más expuestas a los riesgos sanitarios y laborales» por el virus.

La Oficina de País para la Argentina del organismo laboral tripartito mundial, que conduce el funcionario brasileño Pedro Furtado de Oliveira, señaló la necesidad de producir «una mayor institucionalidad y formalización» en el sector y aseveró que las empleadas domésticas «están en la trinchera de la pandemia y su rol es fundamental para preservar la salud de las familias y las comunidades».

«Por su perfil socio-demográfico y las condiciones de sus tareas, las empleadas domésticas y, en especial las que se dedican a la atención y cuidado de personas en los hogares -actividades esenciales-, están en situación de especial vulnerabilidad y más expuestas al impacto económico-sanitario del virus», dijo.

El informe técnico del organismo de las Naciones Unidas (ONU) explicó que en el país ese sector laboral representa el 5,6 por ciento del empleo, el 17,4 de las mujeres ocupadas y el 22 por ciento de las asalariadas, aunque existe una elevada tasa de informalidad, ya que 3 de 4 trabajadoras no está registrada y, por lo tanto, no accede a los derechos laborales ni a la protección social, puntualizó.

«Las cifras evidencian la relevancia de la ocupación para el empleo femenino y la feminización del sector. Casi la totalidad de esas empleadas son mujeres», dijo Elva López Mourelo, especialista en mercados de trabajo inclusivos de la OIT.

Se trata de mujeres jefas de hogares monoparentales, con presencia de menores y un amplio número de integrantes y, la mayoría, tiene entre 35 y 54 años.

A pesar de que el 44 por ciento son jefas de hogar, sus salarios son más bajos que el promedio nacional, en tanto López Mourelo explicó que la tarea es «una salida laboral para muchas que se incorporan al mercado laboral a una edad avanzada y luego de un extenso período sin realizar actividades remuneradas, ya que enfrentan el riesgo de perder el trabajo ante el problema del patrón de pagar».

Según el estudio de la OIT, más de 7 de cada 10 empleadas domésticas en la Argentina realiza tareas generales como limpieza, lavado, planchado, mantenimiento y cocina y, en especial quienes trabajan por horas, pueden asistir al incumplimiento del derecho de permanencia en su domicilio con goce de sueldo durante la cuarentena obligatoria, en tanto, 1 de cada 4 realiza tareas de asistencia y cuidado de personas durante más horas ante el cierre de escuelas.

«Además, puede aumentar la exposición al contagio y a otros riesgos laborales en los hogares en los que trabajan y en el traslado desde y hacia sus casas. El número de empleadas domésticas que tiene cuenta bancaria aún es bajo, y padecen también sobrecarga, jornadas más extensas y ausencia de prevención», puntualizó.

Según indica el informe, el confinamiento intensificó la situación de vulnerabilidad y peligrosidad de la violencia y acoso y las expuso a un mayor riesgo directo o indirecto, por lo que la OIT reclamó la ratificación del Convenio 190 sobre violencia y acoso laboral en el mundo del trabajo, aprobado por la última conferencia de Ginebra de 2019.

«El elevado índice de informalidad impide también que la mayoría tenga seguro e indemnización por desempleo, cobertura por riesgos laborales, licencias por enfermedad u obra social para garantizar esas contingencias», señaló el informe.

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