Cultura

Con un gran espectáculo fue reinaugurado el Teatro Español

Ni la luna quiso faltar

POR GUSTAVO ARIEL BLÁZQUEZ

Cuando la luna llena se instaló frente al Teatro Español empezó la función; ya desde la mismísima vereda el público fue recibido por los actores circenses Luciano Di Battista y Gonzalo Ramburger haciendo malabares; las luces que bañaban la fachada de la centenaria sala que se reinauguraba le otorgaron un halo de arte en libertad que se estaba expresando aún sin trasponer las puertas.

Las butacas se fueron poblando y dos estatuas vivientes recorrían la sala haciendo presagiar que lo que estaba por venir iba a ser muy potente; transcurridos algunos minutos, dos actores, Paola Giménez y Patricio Lodeiro, interpretando a dos clowns presentadores, discutían sobre la posibilidad que las estatuas fuesen o no fantasmas de la sala y sin más preámbulos, con la Sinfonieta Mar del Plata dirigida por el Maestro José María Ulla sobre el escenario, la música se fue colando entre los recovecos del remozado y hasta sin exagerar, hermoso, Teatro. De allí en más la emoción, el arte, la magia, la conexión entre los artistas y el público se convirtieron en una virtuosa amalgama que no tuvo fisuras; el público fue de sorpresa en sorpresa, de emoción en emoción, de llanto en llanto, de risa en risa; la danza de Roberta Castro y Andrea Vera sumaron más valor expresivo a lo que por sí, Allegro Ensemble Lírico, con Myrna Serenelli, Constanza Cepedano, Jorge Dellapittima y Eduardo Cortínez, le estaban dando con la calidad interpretativa de sus voces sumado a que cantaban desde cualquier punto del teatro, incluso desde el paraíso. La guitarra del maestro Alberto D´Alessandro, artista invitado, fue otra joya musical del espectáculo que no paraba de crecer en intensidad.

María Rojas, Nicole Alessandroni, Juan Emanuel Alvarez, Natalia Alessandroni en violines, Emanuel Vilches y Mariano Ludueña en Violas, Tito Peral en Cello, Alejandro Sepúlveda en Contrabajo, Claudio Gonzáles en Trompeta, Nora Lasica en Piano, Lucas Carretero en Percusión, Javier Stromann en Bandoneón, Paula Oyhamburo en Flauta, Mariano García en Guitarra Eléctrico y Claudia Yunblut en Oboe y Saxo. Dirigidos por la excelsa batuta del Maestro José María Ulla, se complotaron con los Dioses de la Música y del Teatro llevando al público a navegar por algo más de una hora en un sueño demasiado bello; los pequeños pasos de comedia entre canciones llevados a cabo por los presentadores no cortaban ni el hilo conductor ni la magia; es más acrecentaban el clima creado.

La relatividad del transcurrir del tiempo fue puesta a prueba por los artistas y lo lograron con creces; fue un viaje aparentemente rápido, pero contundentemente maravilloso.

Los agradecimientos

El Maestro Ulla, saludó a los dorreguenses, felicitando a todos por la calidez y la calidad de la ciudad que habitamos y agradeció a todos por los aplausos que fueron una constante durante toda la velada; por su parte el director de Cultura, Walter Lagos, hizo un agradecimiento a todos los involucrados en los trabajos realizados en el teatro y a los artistas que nos visitaron.

La música cerró siendo la protagonista fundamental junto con la ahora esplendorosa sala del Teatro Español; toda la compañía interpretó «A mi manera» y la magia, por esa noche terminó; el Teatro está ahí, como siempre, reluciente.

Desde la primera fila el Intendente interino, Gastón Nomdedeu, integrantes del gabinete y Concejales, se sumaron a los abrazos de felicitación post función con el maestro Ulla y sus dirigidos y con Allegro Ensemble Lírico.

Dorrego Ópera Prima resultó exitosa, así, sin más.

FOTOS: PRENSA MCD

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