Educación

El 84% de los padres argentinos cree que la educación de sus hijos es buena o muy buena

La mayoría de los padres argentinos insiste en creer que la calidad de la educación que reciben sus hijos en la escuela a donde los mandan es buena o muy buena. Puntualmente, el 84% de los padres de la Argentina sostiene esa opinión. Apenas un 4% dice que es «bastante mala o muy mala». El optimismo de los padres argentinos trasciende el presente: también son optimistas acerca de cómo la escuela a la que van sus hijos los está preparando para el futuro: el 65% opina que «bien», lo que la deja en la posición 12 entre 29 países por su optimismo educativo.

Sin embargo, respecto del pasado, los argentinos son pesimistas: el 56% de los padres argentinos cree el nivel de la educación en la Argentina está peor que hace diez años. Sólo el 24% cree que mejoró. En ese aspecto, la Argentina se ubica 23 en el ranking de 29 países según su pesimismo respecto de la calidad educativa de los últimos años.

Así surge de una encuesta de percepción de padres, la «Encuesta Global a Padres» (GPS, por sus siglas en inglés), que acaba de dar a conocer en todo el mundo la Fundación Varkey, la creadora del Global Teacher Prize y realizada por Ipsos Mori en 29 países: además de la Argentina, Perú, Colombia, México y Brasil, Canadá y Estados Unidos, España, Italia, Francia, Gran Bretaña, Finlandia, Alemania, Polonia, Estonia y Turquía, China, Japón, Singapur, India, Indonesia, Corea del Sur, Malasia, Vietnam y Rusia. También participaron Sudáfrica, Kenia, Uganda y Australia.

De acuerdo con la GPS, los padres y madres argentinos están tan satisfechos como los padres canadienses, donde también un 84% está conforme con la calidad de la educación que imparte la escuela de sus hijos. Tiene sentido: el sistema educativo canadiense muestra los más altos niveles de calidad según estándares internacionales como PISA, por ejemplo. Menos sentido tiene en el caso de los padres argentinos.

Cada tres años, la sociedad se conmociona ante el estancamiento de la educación argentina en niveles muy bajos de aprendizaje según muestran las pruebas PISA, que se toman desde 2000. Lo mismo con las pruebas Aprender el año pasado y antes las ONE, que vienen dejando claro la crisis seria de la educación argentina.

La satisfacción de los argentinos con la educación elegida para sus hijos está por encima del promedio mundial pero en un contexto global en el que también un alto porcentaje de padres, el 78%, está conforme con la educación que reciben los hijos en las escuelas a las que asisten. En general en el mundo, los padres tienen buena opinión de la calidad de la educación de sus hijos.

Por el contrario, en uno de los sistemas educativos con mejores resultados en el mundo, Corea del Sur, apenas el 43 % de los padres ve positivamente la educación que reciben sus hijos.

El 4% de los padres argentinos dijo que es «bastante mala o muy mala» la educación de sus hijosEl 4% de los padres argentinos dijo que es «bastante mala o muy mala» la educación de sus hijos Fuente: LA NACION
En países Brasil y Colombia, que también tienen sistemas educativos con rendimientos por debajo del promedio mundial, el porcentaje de padres satisfechos llega al 85% y al 83% respectivamente. En España, el 79% de los padres tiene una opinión buena o muy buena de la educación de sus hijos.

Los padres de Kenia con el 92% y Estados Unidos con el 91% lideran el ranking de confianza en la educación que reciben sus hijos. También por encima del promedio mundial se ubican Finlandia, donde el 87% sostiene que la educación de sus hijos es «buena o muy buena» pero en este caso se correlaciona razonablemente con la realidad que muestran las evaluaciones estandarizadas de calidad educativa internacionales, con Finlandia considerado uno de los mejores sistemas educativos del mundo.

La evaluación que hacen de la educación de sus hijos los padres de Francia, Italia y China coincide con el promedio mundial de 78%. Apenas por debajo de esa media global está México, con el 76% de los padres y Perú, con el 75%. Mucho menos optimistas son los resultados en países como Japón, Alemania y Rusia que, junto con Corea del Sur, son los peores rankeados en cuanto a satisfacción de los padres.

En Japón, el 61% de los padres dice que la educación que reciben sus hijos es «buena o muy buena»; en Alemania, el 57% y en Rusia, el 48%.

La encuesta registró también una diferencia de percepción entre padres que envían a sus hijos a la escuela pública o a la escuela privada. En la Argentina, el porcentaje de padres con hijos en escuela privada que muestran una percepción más positiva respecto de la educación que reciben en su escuela es mayor que la de los padres con igual percepción que envían a sus hijos a la escuela pública: el 91% de los padres de escuela privada tiene opinión positiva mientras que en escuela pública, esa percepción baja al 77% de los padres. Son 14 puntos porcentuales de diferencia a favor de la escuela privada, muy cerca de la diferencia promedio global que es de 12 puntos porcentuales. Así la Argentina queda rankeada en el puesto 12 por esta diferencia de percepción que beneficia a la escuela privada.

En México, esa diferencia llega a 23; en Brasil al 20%; en Colombia al 17% y en Perú, al 13%.

En Alemania la diferencia de percepción a favor de la escuela pública es del 23% mientras que en Canadá es apenas del 6%.

En Finlandia, esa diferencia de percepción es casi inexistente, con una diferencia de 3 puntos porcentuales pero a favor del sistema público. Además de Finlandia, China, Estonia y Corea del Sur son los únicos que muestran diferencia a favor de la escuela pública.


La educación de los otros

Cuando los mismos padres de todo el mundo opinan sobre la calidad de la educación pública en general, más allá de la escuela a la que va su hijo, la percepción se oscurece rotundamente: en promedio, el 25% afirma que la calidad de la escuela estatal es «mala o muy mala». Y sólo el 45% de los padres afirma que la calidad de la educación publica es «buena».

La disparidad en estas percepciones acerca de la escuela elegida contrastada con el sistema público en general se confirma en todo el mundo. «Los padres en todo el mundo muestran gran confianza en la calidad educativa que reciben sus hijos pero les inspira menos confianza la calidad general del sistema educativo público de sus países», sostiene el informe.

En este aspecto, la Argentina se ubica en el puesto 18 entre los 29 países según el porcentaje de padres que evalúan como «buena o muy buena» a la escuela pública. El 34% de los padres argentinos la ven así.

Esta percepción de la escuela pública en general varía entre los padres que mandan a sus hijos al sistema estatal y los que los mandan a la educación privada: el 42% de los padres que eligen la escuela pública para educar a sus hijos tiene una opinión buena o muy buena del sistema público, más allá de la escuela de su hijo que, como muestra la encuesta, es mucho más positiva. En cambio, el porcentaje se reduce al 20% en el caso de los padres de escuela privada a la hora de opinar sobre el sistema público. Se trata de una brecha de 22% para la Argentina, una de las más altas del mundo en este aspecto, lo que la deja en el puesto 7 de los 29 países.

En este punto, una aclaración importante: la pregunta acerca de la educación pública fue realizada no sólo a padres que envían a sus hijos a la escuela pública y conocen bien el sistema público sino también a padres que eligieron escuelas privadas y descartaron la pública, lo que introduce sesgos en la respuesta. Desde la Fundación Varskey aceptan esa posibilidad: «Los padres de escuela privada pueden no conocer del todo bien el sistema de gestión estatal en la Argentina de manera que su opinión negativa no está del todo fundada», sostuvo Agustín Porres, director ejecutivo de la Fundación Varkey en la Argentina.

Porres reconoció también el interés futuro de producir una encuesta que incluya la evaluación del sistema privado a partir de la opinión también de los padres que envían a sus hijos al sistema público: «No avanzamos por ese lado porque en la mayoría de los países encuestados el sistema público es mayoritario pero es un tema que vale la pena explorar», sostuvo. Con un 35 por ciento de matrícula privada a nivel nacional, reconoce Porres, la pregunta sobre percepción de calidad del sistema educativo privado adquiere interés.

Otra pregunta de la encuesta acerca información para analizar el prestigio de uno y otro sistema en la percepción de los padres: «Si pudiera afrontarlo económicamente, y hubiera vacantes cercanas, cuál sería la probabilidad de que un padre enviara a sus hijo a una escuela privada?»

El 55% de los padres a nivel global cuyos hijos van hoy a escuela pública respondió que, de poder pagarlo y si hubiera vacante, «probablemente o muy probablemente» los mandaría a escuela privada. El 40% lo ve como «poco probable».

En la Argentina, siempre entre los padres que hoy eligen la escuela pública, el porcentaje de padres que lo ve como probable baja al 46% contra un 53% que lo ve poco probable. Así, los padres argentinos quedan en el puesto 20 de los 29 países. En Brasil, el porcentaje de padres que cambiarían a sus hijos a la escuela privada alcanza el 81%; el 76% en Colombia; el 67% en Perú y el 63% en México.

La década pasada, y el porvenir

Respecto del pasado educativo, la encuesta muestra que en el mundo, el 40% sostiene que mejoró y el 37%, que empeoró. Los padres asiáticos son, en promedio, los más optimistas respecto a la evolución, a excepción de Japón, donde la percepción está más dividida.

India lidera el ranking de pesimismo educativo con el 72 % de padres que piensan que la educación empeoró en una década, lo mismo. Por el contrario, Francia con apenas el 8% de padres con una mirada negativa del pasado está entre los menos pesimistas junto con Alemania, con el 19% de los padres; Rusia y Sudáfrica con el 20% y Japón con el 21%.

De cara al futuro, con los ojos puestos en el mundo del año 2030 y más allá, los padres de todo el mundo son optimistas y confían en que la escuela a donde envían a su hijo lo está preparando para el futuro: el 65% de los padres cree que su escuela lo están haciendo bien en ese aspecto.

India, con el 88%; Indonesia, con el 86%; Finlandia, con el 78%; Estados Unidos, con el 76% y China, con el 72%, están entre los más optimistas en este punto.

Los más pesimistas son los padres de Corea del Sur, con tan sólo un 37% de padres optimistas. Le siguen los rusos, con 46%; los francés, con un 47%; los japoneses, con un 48% y los polacos, con un 51%.

En América latina, el 67% en Colombia y el 65% de los padres en Brasil y en México tienen optimismo respecto a cómo prepara a sus hijos para el año 2030.

La encuesta de la Fundación Varkey también relevó el tiempo que los padres dedican a ayudar a sus hijos en sus tareas escolares. «Los padres en países de ingresos menores y de economías emergentes tienden a dedicar más horas ayudando a sus hijos con tareas escolares fuera de la escuela que los padres de economías desarrolladas», concluye el informe, que establece el promedio global en 6,7 horas.

Los padres argentinos invierten 7,5 horas, lo que los deja en la posición 12 de los 29 países por cantidad de horas semanales haciendo tareas escolares. con sus hijos.

India, con padres que invierten 12 horas promedio por semana en ayudar a sus hijos en las tareas, lidera el ranking. Japón es donde dedican menos hora, con apenas 2,6 horas.

En Corea del Sur, con una educación altamente competitiva donde la familia aporta gran apoyo, sin embargo, la cantidad de horas invertidas por los padres es de 5,4 horas semanales. La extensión de la educación más allá de la escuela suele dejarse, en este país, en un sistema privado de tutores.

En Finlandia, que sigue a Japón en las pocas horas, los padres apenas le dedican 3,1 horas semanales, un ejemplo de sistema educativo desarrollado que genera igualdad a través del servicio educativo escolar y evita desigualdades educativas que acarrea la tarea escolar según el nivel socioeconómico diverso de los padres que ayudan a sus hijos.

Finalmente, la GPS también relevó la importancia que los padres dan a la educación universitaria para el futuro de sus hijos. La Argentina ocupó el puesto 7 en cantidad de padres que creen en su importancia: el 82% de los padres opinó que es «muy importante» en ese entido.

Curiosamente tres países latinoamericanos lideran el ranking en este aspecto: primero Colombia y México, con el 92% de los padres depositando tanta fe en la educación universitaria; le sigue Brasil con el 89% y en el sexto lugar aparece Perú con el 84%.

En Canadá, el 54% de los padres le otorga tanta importancia. En Finlandia, apenas el 38% de los padres. En Alemania, el 35% y en los dos últimos países del ranking, Gran Bretaña y Francia, tan sólo el 32%.

La GPS abarcó cuatro áreas de interés: la calidad de la educación en cada país, el tiempo que los padres dedican a ayudar a sus hijos con la educación escolar, la pluralidad en el sistema educativo y el grado de optimismo con el que los padres ven el futuro de sus hijos. (La Nación).

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