11 de diciembre – Día Nacional del Tango / Gardel en Dorrego

Por Fabián Enzo Barda
Hoy, 11 de diciembre, se celebra en la Argentina el “Día del Tango”. La fecha fue instituida para recordar el día del nacimiento de Carlos Gardel y Julio de Caro. Gardel, indudablemente, es la figura estelar en el firmamento de la denominada música ciudadana que trascendió todas las fronteras para adquirir un carácter de universalidad comparable con las grandes expresiones artísticas como el rock, el jazz, la bossa nova brasilera y otras manifestaciones de tal jerarquía que son objeto de admiración en otras latitudes. Julio de Caro marca un antes y un después respecto de lo que pasa a denominarse la “Guardia Vieja “. La orquesta típica, los arreglos tan característicos de esas formaciones con el arraigo del tango canción harán de De Caro alguien de culto en la cosmovisión tanguera. Julio de Caro y su gran orquesta actuarán en Dorrego, en el Italiano, en 1934.
Carlos Gardel estuvo en Coronel Dorrego el 24 de mayo de 1933. Es un momento importante de su carrera artística. Es el tiempo previo a una de sus recorridas por Europa, los Estados Unidos y parte de América. Ya era el Gardel que iba dejando la imagen del cantor nacional que junto a Razzano conformaban un Dúo criollo de muchísima popularidad basada en la calidad interpretativa y en un repertorio que, si bien no abandonaba la raíz folklórica, se aproximaba cada vez más al tango del principio, aquel más lunfardo y “canyengue”.
Los nuevos contratos que Gardel había firmado con compañías internacionales de origen Estadounidense y Francés, su vinculación con el poeta brasilero Alfredo Lepera, le iban dando un perfil más universalista para el nuevo público que, cautivado por el tango, necesitaba de “un castellano más puro” y no el lunfardo porteño. “El día que me quieras”, una de las páginas más consagradas del “Morocho del Abasto” es una prueba irrefutable de ese cambio.
En ese momento artístico, en el del gran salto internacional, es que Gardel llega a Dorrego.
Actuará, a lleno total, en el Teatro Italiano de Coronel Dorrego. Dos días antes de la actuación, el influyente Diario local “La Verdad” que dirigía el caudillo conservador Gregorio Juárez anunciaba que las localidades ya estaban totalmente agotadas. Ese mismo año 1933, ese mismo escenario de los italianos, había recibido a Azucena Maizani, “La Ñata Gaucha”, otra de las visitas estelares de la controvertida década de 1930 que también trajó a los Hermanos Podestá, Abel Fleury, Fernando Ochoa, Tita Merello, Luis Sandrini, Agustín Magaldi culminando la década con la presencia de la Orquesta de Francisco Canaro.
El artífice de todas esas noches de gala fue Alfredo Zarzoso que, en ese entonces, era el concesionario del Teatro Italiano. Desde su construcción el Teatro había tenido como administrador, primero al Maestro Isaias Orbe (pionero de las Orquestas Dorreguenses), Gherby y luego Alfredo Zarzoso quien a partir de 1955 administrará el hoy desaparecido Cine San Martín.
El propio José Zarzoso fue quien en la mañana del día 23 de mayo de 1933 fue a la Estación del Ferrocarril a recibir al gran ídolo popular. Gardel venía de Bahía Blanca donde había actuado y permanecido durante tres días. Los días en Bahía Blanco los pasó en compañía de su amigo dorreguense, Juan Bautista Maciel, caudillo radical muerto en el enfrentamiento con los Conservadores el 5 de setiembre de 1937, en la Plaza principal, de la ciudad de Coronel Dorrego. En esa época muchos dorreguense hacían el secundario en Dorrego porque hasta 1955 no hubo escuela media para varones. Tal fue el caso de Rafael de Inés, que al pasar por un Bar en los alrededores de la Plaza Rivadavia de la ciudad de Bahía Blanca divisó a Gardel y a Juan B. Maciel compartiendo un Vermouth.
En su estadía en Dorrego Gardel también estuvo acompañado por Maciel.
En la noche del Italiano Gardel estuvo acompañado por los guitarristas Barbieri, Riverol, Petoruzzi y Vivas. Barbieri, padre del capocómico Alfredo Barbieri, abuelo de Carmen Barbieri y bisabuelo de Federico Bal.
Se hospedó en el Hotel Cuatro Naciones de Morano que para esa época ya estaba en cercanías de la Plaza de Dorrego, precisamente en la calle denominada Juan B. Maciel. Morano en 1935, en esos dominios, donde hoy funciona una reconocida zapatería habilitó “La Querencia”, un lugar dedicado a la difusión de las manifestaciones de raíz folklórica.
Gardel cantó, salió caminando con su amigo Maciel desde el Italiano hasta la esquina de Maciel y San Martín. Testigos de ese hecho cuentan que el conocido “Gardel” Santagada queda bautizado esa noche con el sobrenombre que lo acompañaría toda su vida porque, casi niño, se ofrece a llevarle la guitarra hasta el Hotel, la respuesta del “Zorzal Criollo” fue: “Gracias pibe, esta la llevo yo”.
Entre historias verdaderas y verosímiles, cerca de 500 dorreguenses en el otoño de 1933 fueron testigos de la presencia de uno de los artistas más importantes que dio esta patria. Sin dudas el primer ídolo popular. Aquel que cada día canta mejor. (11-12-25).



