LA DORREGO

Llegó a Netflix «Goyo», la película argentina sobre un amor en el espectro autista

Escrita y dirigida por Marcos Carnevale, cuenta la historia de un hombre con Asperger (Nicolás Furtado) que se enamora de su compañera de trabajo (Nancy Dupláa).

Nota de Morena Pardo en La Capital

“Goyo” es un hombre con Asperger, fanático de Van Gogh, que trabaja como guía en el Museo de Bellas Artes en la Ciudad de Buenos Aires. Allí conoce a Eva, la nueva guardia de seguridad, que está atravesando una crisis en su matrimonio. Entre ellos, se dará un encuentro que les hará descubrir nuevas formas de amor. Con los protagónicos de Nicolás Furtado y Nancy Dupláa,es la comedia romántica escrita y dirigida por Marcos Carnevale que se estrenó este viernes 5 de julio en Netflix.

En una estructura clásica dentro del género, la película presenta un retrato amoroso y verosímil de una persona en el espectro autista, en el que el eje se corre de los desafíos del protagonista y se instala sobre las posibilidades de las demás personas de vincularse con él. Las limitaciones, y también los aprendizajes, aparecen entre quienes están dentro de la norma, los “neurotípicos”, como dice el término técnico.

Este desplazamiento de la mirada fue una búsqueda conciente y activa de Carnevale, quien si bien tiene recorrido poniendo en el centro puntos de vista poco frecuentes en el cine mainstream (una persona de baja estatura en “Corazón de león”, dos adultos mayores “Elsa y Fred”, una joven con Síndrome de Down en “Anita”, entre otros ejemplos), en este caso exhibe una delicadeza particular en el tratamiento del tema.

“Yo trabajo con la inconvencionalidad. Quizás porque yo sea inconvencional también, pero en el sentido de que no creo que haya que señalar la diferencia. Estamos categorizando todo, todo el tiempo, pero mi mirada es más integradora. Goyo le termina diciendo a Eva que todos somos un poco defectuosos y todos estamos un poquito perdidos. Esa es mi mirada de la vida, está en todas mis películas”, aseguró el director en un encuentro con el equipo al que tuvo acceso La Capital, y del cual también participaron Furtado, y dos de las especialistas que asesoraron a toda la producción: Denise Shocron de la Fundación DISCAR, y Alejandra Orlandi, una persona en el espectro que se desempeña como consultora psicológica.

Una película con vocación de cuidado

“Cuando se quiere representar, está bueno que se tenga en cuenta todo el detrás de escena, toda la contención que necesitamos. Este equipo estuvo permanentemente pendiente de que nos sintamos cómodos y de si necesitábamos algo. Sólo necesitamos un poco más de apoyo, y con ese poco más todo fluye. Está buenísimo que se hagan los espacios, pero con los cuidados necesarios, que fue lo que pasó acá. Eso habla de toda la producción y todo un sentido de entendimiento, de participación real”, apuntó Orlandi sobre el trabajo que hicieron en “Goyo” no sólo para contar una historia de ficción, sino para hacerlo con la intervención concreta y debidamente acompañada de personas en el espectro.

De esta forma, la película se inscribe con cierta destreza en un universo de recientes representaciones destacadas del espectro autista producidas por Netflix, las cuales rompen con los estereotipos en los que históricamente había caído el mundo audiovisual a la hora de abordar la temática. La serie “Atypical” explora en cuatro temporadas la vida de un adolescente en el espectro que quiere encontrar el amor. Por otro lado, el reality “Amor en el espectro”, en versión original australiana y en versión estadounidense, propone citas entre personas con autismo, desplegando todo un universo vincular en la neurodivergencia.

La pareja central hace una notable labor actoral, que le da matices y credibilidad a estos dos personajes que tienen más en común de lo que piensan. Furtado, recordado por muchos por interpretar a Diosito en “El Marginal”, se sacude toda aspereza para mostrar un Goyo sensible, agudo, tierno. Dupláa da cuenta una vez más de su categoría profesional, y aunque encarna un rol que podría parecerse a otros que se la han visto (una mujer de barrio, ajena a refinamientos), dota a Eva de una curiosidad fundamental.

El filme se completa con un elenco notable, integrado por Soledad Villamil (en la piel de Saula, la hermana que ocupó el rol de madre para Goyo), Pablo Rago (Matute, el hermano compinche), y la participación especial (y siempre brillante) de Cecilia Roth (una mamá que a pesar del amor no pudo a acompañar a su hijo). También están Diego Alonso, Milo Zeus Lis (Tato), Balthazar Murillo (Cuti) y Mayra Homar (Lucy).

“La parte que más me gusta de la actuación es componer personajes. A cada uno que me llega le busco algo para poder trabajar una energía que no se parezca a la mía. En este caso, estuve muy feliz de poder investigar y después interpretar a este personaje. Fue un proceso de mucho aprendizaje en equipo, siempre con respeto y basado en cosas reales. Fue un trabajo muy lindo, para el que nos preparamos mucho. La idea era poder representar a uno, porque la propia definición dice que es un espectro. Goyo es uno entre tantos, y de eso se trata”, aseguró Nicolás sobre la construcción del protagonista.

Un rasgo notable de la actuación de Furtado es el tono conseguido, muy lejos de otras interpretaciones que caen en la “desmesura” para “mostrar más virtuosismo”, como caracterizó Carnevale. “Nico fue extremadamente económico, chequeando constantemente con Alejandra y Denise qué cosas van, qué no”, afirmó. Alejandra Orlandi trabajó mano a mano con Nicolás, con el director y con el resto de elenco para que Goyo refleje lo más fielmente posible a una persona en el espectro.

“A mí me parece súper relevante el proyecto porque habita una historia de tantas que existen, que muestra la importancia de poder encontrarnos, para quienes vivimos de una manera diferente, en una historia de amor, que suelen ser contadas de una manera neurotípica. Eso suma siempre, el poder de la identidad, de vernos. Algunos nos vamos a sentir identificados con Goyo, muchos se van a sentir identificados con los otros personajes”, compartió Orlandi, reforzando nuevamente el poder de interpelación de la película a las personas neurotípicas.

Además de su neurodivergencia, Goyo tiene otras dos diferencias clave con Eva: de edad (ella es mayor que él) y de clase (ella es madre soltera de dos hijos y se las rebusca mientras lidia con la separación de un marido violento y hostigador, interpretado por Alonso). Esta última, muy característica de la comedia romántica, es expresada desde ciertos lugares comunes, pero es parte de la propuesta del director, que busca sortear toda distinción.

“Mi mirada integradora sobre todos los aspectos de la vida tiene que ver también con eso. Goyo no ve diferencias de clase ni de edad. Él ve una mujer de la que se enamora. Mi propuesta utópica como director o guionista es que ojalá todos pudiéramos tener esa mirada y no nos importara dónde vivís, si tenés dinero, si sos mayor. Tiene que ver justamente con no ser clasista, con que tenga que ver con una conexión más profunda entre las personas, a nivel humano”, cerró Carnevale sobre esto. (06-07-24).

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