«… Hoy se nos cumplió un deseo. Somos felices, aunque sea por un rato…»
Vecinas y vecinos que conforman la Asamblea Autoconvocada de Coronel Dorrego (AACD) contra el DNU y la Ley Ómnibus del gobierno nacional volvieron a encontrarse ayer martes en la plaza central. La cita había sido anunciada antes de que se levantara la sesión del Congreso y el cuestionado proyecto de ley volviera a comisiones.
Luego, con la foto que ilustra esta nota, la escritora Laura Forchetti, integrante de la AACD, compartió el siguiente posteo en sus redes:
«Amigues míes, estoy lleno de alegría. No porque las cosas vayan bien, como podéis imaginaros…No hay, me reprochareis de inmediato, razones para el optimismo. Pero el optimismo no es un sentimiento psicológico de esperanza, ni la convicción tranquila que surge del desconocimiento del estado de destrucción del mundo. El optimismo es una metodología.
Así escribe Paul Preciado en el final de Dysphoria mundi.
«Y esa ha sido nuestra bandera: el optimismo.
Estamos juntes, en la calle, resistiendo.
Hoy se nos cumplió un deseo. Somos felices, aunque sea por un rato.
Como dice mi amiga Ana: me siento orgullosa de esta gente de mi pueblo, de esta ronda de la foto.
Identifíquese – vino a decirnos hoy la policía, mientras conversábamos en la plaza, bajo la llovizna, alegres y optimistas.
Nos identificamos: gente nomás, gente que elije creer en un mundo más justo y más bello para todes.
«Si es cierto que los cambios necesarios son estructurales y que demandan un cambio de paradigma, ninguno de estos cambios podrá ser operado si no es a través de prácticas concretas de transformación micropolítica. No hay cambio abstracto. No hay futuro. La revolución siempre es un proceso. Ahora. Aquí. Está sucediendo. – sigue diciendo Preciado». (07-02-24).