Oriente: piden que cartelería advierta la prohibición de realizar pintadas en la exHidroeléctrica del Sud
A raíz de la aparición de nuevos graffitis en las paredes que conforman el edificio de la exHidroeléctrica del Sud de la localidad de Oriente, el Concejo Deliberante solicitó al Departamento Ejecutivo que coloque cartelería en proximidades del lugar que indique la prohibición de alterar la fisonomía del edificio o realizar pintadas.
La resolución surgió del bloque de concejales de UCR – Juntos y argumentada por el concejal de Oriente Sebastián Vicente, quien recordó que por una ordenanza de 2006 fue reconocido Roberto Esteban Brunand, quien tuvo a su cargo la prestación del servicio público de electricidad por aproximadamente sesenta años.
También destacó que en 1987 se declara al gobierno municipal como responsable y protector de los bienes culturales y de las reservas naturales en el distrito de Coronel Dorrego.
«La normativa señalada determina, entre los bienes culturales, los sitios históricos. La protección del sitio no implica modificaciones al derecho de propiedad ni a sus obligaciones. Este inmueble se trata de la Usina que perteneció a la empresa Hidroeléctrica del Sud, y refleja el sabio aprovechamiento de las ventajas que ofrecen las energías renovables para generar energía eléctrica», aclaró San Vicente.
Dijo que su construcción data de 1924, cuando fue creada para dar energía a una compañía de cal local “El Triunfo”. Años después, fue utilizada para abastecer a las localidades de Oriente y Copetonas.
Finalmente, la usina dejó de funcionar a mediados de la década del ’80 y se presenta en la actualidad como otro legado histórico más en la región, fruto de pioneros visionarios que en nuestros tiempos aun seguirían vigentes.
«Es atinente resguardar el espacio para que permanezca en las condiciones óptimas para ser contemplado. Donde el hecho de pintar leyendas y/o imágenes con aerosol en las paredes hace que pierda su valor histórico y cultural. Los grafitis tienen carácter permanente sobre el bien y su remoción o quita exige una tarea material apreciable en dinero, implicando un perjuicio por lo que constituye el delito de daño», admitió el concejal del oficialismo.
«Este cuerpo legislativo no ingresa en las apreciaciones en cuanto a si el hecho suscitado es vandalismo y/o arte callejero. La preocupación es el resguardo de la propiedad privada y en este caso específico preservar la historia del lugar», completó. (27-03-23).