LA DORREGO

Preguntas en el aire…

Con el título de este post, el periodista de nuestra ciudad Néstor Machiavelli compartió en Facebook su columna de hoy lunes en LU2 Radio Bahía Blanca:

«En marzo pronosticaban que el combate de fondo era para abril o principios de mayo; a fines de mayo el arco se corrió para junio y ahora que inauguramos junio dicen que será entre mediados de junio y julio.

«El pico de la pandemia no es matemático pero seguro llegará en el peor escenario, con la llegada del invierno.

«Nos damos cuenta que vamos diariamente subiendo la cuesta por el número de contagios y fallecidos.

«A diferencia de España, Italia, EEUU, Brasil, con miles de muertos y desborde de hospitales, acá producto del confinamiento los números siguen bajos y eso permitirá la atención para todos. Claro que habrá muchos más contagios, nos enfermaremos gran parte de la población, pero la cuarentena sirve para que nos enfermemos de a poco, no todos a la vez, evitando que el sistema colapse y mueran personas tiradas en pasillos, dentro de geriátricos, sin respiradores, sin terapia intensiva, sin una muerte digna, atendido en la cama de un hospital.

«Es real y entendible que muchísima gente no resiste más el aislamiento porque necesita trabajar para vivir y se pregunta con razón cuanto falta para que se abran las puertas del confinamiento.

«Es una pregunta con respuesta en el aire, porque depende de lo que dure el ascenso de la curva de contagios y el tiempo que conviviremos con el pico, si será un punto de paso o una meseta, días o semanas .

«Después de hacer cumbre vendrá el camino de descenso, el retorno a la normalidad como en Italia y España. Dicen los que saben que el descenso no será abrupto, lo comparan con el monte Kilimanjaro, el más alto de Africa, donde por momentos se baja, otros se sube y en avances y retrocesos constantes un día aterrizamos y se llega a ras del suelo.

«Aquí la pelea de fondo se disputa en el área metropolitana.

«El resto del país es felizmente otro país, aunque sin dormirse en los laureles porque cuando el virus ingresa en una ciudad o pueblo por pequeño que sea, se propaga rápido con la velocidad del fuego, ayudado por el viento a favor de controles deficientes o vecinos incumplidores del aislamiento y entonces se hace incontrolable.

«Eso está a la vista, contagios provocados por irresponsables, festejos masivos de cumpleaños, asados, casamientos. El casamiento de la semana pasada en el barrio de Once dio la vuelta al mundo. Los organizadores coimearon a malos policías para que controlaran en la puertas que buenos policías no los controlen. Los novios y los invitados terminaron en la comisaría

«Pero el punto de colisión a la vista, lo que preocupa y mucho, es el entendible cansancio de la gente por las medidas de aislamiento y la llegada del invierno frío que coincide con el pico de contagios.

«Hubo reclamos callejeros y solicitadas contra el gobierno por la cuarentena. Lo bueno de la democracia es que todos podemos expresarnos y disentir en libertad.
La realidad es que las decisiones el Presidente las toma en consulta con reconocidos epidemiólogos y científicos del país, en consenso con gobernadores de todos los colores políticos y codo a codo con Kicillof y Rodriguez Larreta, que expresan kirchnerismo y Pro en estado puro.

«A Kicillof y Larreta los une el espanto al virus y la incertidumbre de lo que vendrá. Coinciden en el enemigo común, comparten territorio habitado por quince millones de personas. La discusión es sobre el método, cómo se implementa el combate contra el virus.

«El ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires fue directo al hueso: «Si se levanta la cuarentena –dijo- en quince o veinte días empezaremos a ver las imágenes de Nueva York, Manaos o Italia y España, con cadáveres apilándose en cámaras frigoríficas o en los geriátricos»

«Rodriguez Larreta coincide con Golan: «Todos tienen razón, necesitan volver a la actividad, pero la enfermedad es muy contagiosa y si no nos cuidamos la cantidad de casos explota, como pasó en Nueva York y en Brasil”.

«Hoy el viceministro de salud de la Provincia dijo que hay que retroceder de fase de cuarentena en el área metropolitana y solo permitir lo esencial.
Nicolás Kreplak alerta que cada día se achica el tiempo de duplicación, aumenta la cantidad de casos y se va saturando lentamente el sistema de salud y si no tomamos una medida que reduzca la cantidad drásticamente, en semanas el sistema va a colapsar.

«Desde la medicina privada se repite el mismo pronóstico. Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medica y vocero de las empresas de medicina privada , dice que hay que mirar los datos de la realidad y que la gente habla sin saber lo que pasa en el campo de batalla. Entiendo que mantener la cuarentena es un espanto, pero que alguien traiga una idea mejor, quiero saber qué pasa si el sistema está colapsado y alguno de estos que opinan de esta manera tiene que caer en una institución y los rebotan porque no hay lugar.

«La pregunta queda picando en el aire para los que se oponen a la cuarentena con la misma fuerza que lo hacen los detractores de las vacunas.
Y repito la pregunta de Belocopitt ¿Qué harían si contraen la enfermedad, van a una institución privada o pública y le dicen que se vayan a casa, que se agotaron las entradas, que no hay más localidades?

«Otra para los más jóvenes ¿Qué harían si papá o el abuelo se contagian, si el virus les dificulta respirar y en el hospital o la clínica le cierran la puerta porque no quedan camas de terapia ni respiradores?.

«¿Qué harán? La pregunta no es ciencia ficción, los que mueren por saturación de pacientes y falta atención médica no son extras de películas de Netflix, son de carne y hueso y los vemos en países que subestimaron la cuarentena o que privilegian la actividad económica sobre la vida.

«El resultado está a la vista, cuentan de a miles los muertos y por millones los desocupados, están en el peor de los mundos, con la gente y la economía en terapia intensiva».

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