El peligro de recrear la doctrina de seguridad nacional
Por Pablo Javier Marcó
En un acto por el Día del Ejército, el presidente Mauricio Macri confirmó que su Gobierno buscará volver a introducir a las Fuerzas Armadas en seguridad nacional, para tareas de custodia de recursos estratégicos. En su discurso, el mandatario indicó que es necesario que los militares “apoyo logístico a las fuerzas de seguridad para cuidar a los argentinos frente a las amenazas y desafíos actuales”.
En nuestro país, durante la dictadura, entre 1976 y 1983, la doctrina de seguridad nacional fue el marco y el soporte ideológico del desarrollo concreto del feroz plan represivo impuesto en la etapa más negra en la historia de nuestro país.
El gobierno de Macri tiene un escollo para aplicar su idea: la Ley de Seguridad Interior y la Ley de Defensa prohíben la participación de las Fuerzas Armadas en temas de seguridad interior. Ambas normativas fueron creadas tras la recuperación de la democracia y tenían como fin evitar que se repitan los terribles actos del terrorismo de Estado.
El involucramiento de las Fuerzas Armadas en temas de seguridad interna responde a explicito pedido que, hace ya varios años, Estados Unidos le hace a Argentina. Sin embargo, el gobierno norteamericano no aplica para sí lo que le pidió a los sucesivos gobiernos argentinos y que hasta ahora había sido rechazado. En Estados Unidos, Defensa y Seguridad tiene sus campos bien divididos y no se mezclan.
Pero al actual gobierno nacional eso parece no importarle.
Si hay una palabra autorizada en el país para hablar de este tema es la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, recientemente nominada por sexta ocasión al Premio Nobel de la Paz.
La entrañable Estela advirtió que la ampliación de funciones a las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad interior “va a perturbar la paz de los argentinos”. Alertó que la propuesta que analiza el Gobierno, de permitir al Ejército custodiar los recursos naturales y dar “apoyo logístico” a la lucha contra el narcotráfico, responde a un discurso que refuerza “la teoría del enemigo interno” y que traerá serias consecuencias a la libertad democrática.
“Vuelven con lo del tema del enemigo interno y eso implica libertad total de que puedan matar por la espalda sin ser juzgados y poner a las Fuerzas Armadas en lugares que no les corresponde”, destacó Carlotto en diálogo con FM La Patriada.
La presidenta de Abuelas indicó que algunos de los efectos directos de la doctrina de seguridad impuesta por la ministra Patricia Bullrich ya se pueden ver en las “represiones que desencadenan brutalidad durante las protestas”, como cuando “se llevan sin motivos a personas” en manifestaciones que repudian medidas del Ejecutivo. “Espero que el Parlamento y la Justicia no permita desviar la función real de cada uno en este país”, amplió.
“Bullrich parece más uniformada que quienes siguen la carrera de vocación”, resaltó luego la representante de derechos humanos respecto a cómo la ministra de Seguridad “está torciendo el nivel de accionar de las fuerzas armadas”. Según trascendió, la ministra, el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, y el ministro de Defensa, Oscar Aguad analizaron derogar el el decreto 727 que establece que las Fuerzas Armadas no pueden intervenir en cuestiones de seguridad interior. Solo pueden actuar ante “agresiones de origen externo perpetradas por fuerzas armadas pertenecientes a otros Estados”. Pero el Gobierno busca cambiarlo; incluso el ministro de Justicia, Germán Garavano, se desmarcó y advirtió que no cree que «sea la mejor herramienta».
Para Carlotto, los funcionarios “quieren un país sometido al miedo” para frenar las masivas movilizaciones contra las políticas económicas y sociales implementadas por Macri, aunque celebró que “no lo han conseguido” porque “en los últimos días hubo marchas multitudinarias que lo demuestran”. “Están queriendo instalarlo porque el miedo paraliza, porque es el miedo de la familia de que secuestren a su hijo en una marcha, lo detengan o lo hieran”, enfatizó la presidenta de Abuelas, quien exhortó a todos a “no dejarse dominar por este sentimiento”.