LA DORREGO

Esto pasaba hace 5 años: hermosa y cálida noche de música en el Centro Cultural

Así lo informó LA DORREGO el 21 de agosto de 2016:

Noche de tríos la del sábado en el Centro Cultural de nuestra ciudad. En una propuesta excelente para los amantes de la música en vivo, se convocaron para compartir escenario el trío folklórico dorreguero De Marco-Terrón-Di Marco y Lloronas, trío capitalino de raíces bien locales.

El Centro Cultural parece el espacio perfecto en nuestro pueblo para escuchar música en vivo donde las voces y los instrumentos acústicos tienen preponderancia. Es lo suficientemente amplio como para distinguir de forma limpia la amplificación de cada uno de los elementos que le dan forma a una canción y lo suficientemente íntimo como para compartir con los músicos, mano a mano, como espectadores, de forma bien cercana, su propuesta.

Cerca de las 20:30 horas subieron al escenario De Marco-Terrón-Di Marco para interpretar en cinco canciones, un resumen perfecto de lo que son capaces de brindar. No es necesario ser un especialista en folklore para darse cuenta que este trío es uno de los mejores exponentes en la región en lo que a música popular nativa se refiere.

A dos guitarras y una voz, nada más se les hace necesario para pasearnos por un paisaje de huellas, zambas y otros géneros. Comenzaron con Huella del Campo, una recopilación de Sergio Villar y Suma Paz, que según contaba Cristian Demarco, es una canción recuperada, que hace rato no se escuchaba por acá.

La voz potente, el carisma y el buen humor de Cristian, y las guitarras de Rodrigo Terrón y Fernando Di Marco, que por momentos parecían un solo instrumento y por otros, en un juego estéro, podíamos distinguir a la perfección una de otra, interpretaron con certeza cada una de las canciones, llegando tal vez al momento más emotivo cuando fue el turno de escuchar Zamba del olivar, obra escrita por el querido y recordado Rubén Terrón, y compuesta por su hijo, Rodrigo; que en palabras de Cristian, no fue sólo un homenaje a su autor, sino también a todos los trabajadores desprotegidos de los olivares.

Así se cerraba la primera parte de la noche, que, sin dudas, ya valía la pena por sí sola, a pesar de esos breves 30 minutos.

Y entonces subió Lloronas, trío formado por las dorreguenses Natalia y Celeste Mastandrea, y por Mara Campagnelli, oriunda de la ciudad de Buenos Aires (escena donde se desarrolla la propuesta de las artistas), y nos dieron la bienvenida con La Chicharra, de la cantautora colombiana Marta Gómez.

Podemos decir que Lloronas es un trío vocal, acompañado con instrumentos; que nos lleva de viaje por Latinoamérica de la mano de sus canciones, pero a sus rinconcitos menos conocidos, nunca a sus capitales ni centros turísticos. A canciones y artistas que tal vez, nunca tengamos la posibilidad de escuchar si no es de sus voces.

Sus voces: a veces acompañadas por una guitarra, bombo, cajón peruano, melódica o aerófonos, conjugan un clímax único, que pareciera acorralar a quien las escucha, ahí arriba, en el escenario, junto a ellas.

El cuidado de los arreglos y el acierto de usar tal o cual instrumento sólo cuando lo creen necesario da muestra justa de la heterogeneidad de la música de nuestro continente, que a pesar de todo, es atravesada por elementos comunes.

Todo eso lo pudimos escuchar tal vez en el momento más vibrante de la noche, cuando presentaron Desencajada, canción de Celeste Mastandrea, ya sobre el final de una jornada simplemente hermosa.

Sin dudas, debemos destacar la posibilidad que tenemos de disfrutar estos encuentros de músicos, sin la necesidad de recorrer 100 o 600 kilómetros. Los tenemos acá nomás, a la vuelta de la esquina. Sólo debemos aprovechar la oportunidad que ellos nos brindan. (21-08-21).

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