Sociedad

El dorreguense Juan Rodríguez, un ejemplo de constancia y tenacidad

Foto: La Nueva.

“Estoy bien preparado para esta carrera, que estimo va a estar muy linda, ya que participará mucha gente en todas las categorías”, declaró el atleta no convencional Juan Rodríguez (47 años), quien tuvo una gran participación en el Medio maratón Ciudad de Buenos Aires, al clasificar segundo en su categoría (ciegos).

Juan es dorreguense, pero desde muy chico vive en Bahía Blanca.

“Recuerdo haber participado en tres ediciones de la competencia pedestre de La Nueva Provincia, la cual era una carrera muy emotiva y que congregaba a muchas personas”, agregó.

Rodríguez se refirió al medio maratón, distancia que corrió por primera vez.

“Significó una gran experiencia, al cambiar de 8 a 10 kilómetros, que venía corriendo desde hace muchos años, a una carrera larga, de 21 km. Fue una emoción terrible al saber que lo pude lograr, después del esfuerzo de casi un año de preparación”.

Reconoció que su incursión en esta nueva distancia fue más que nada producto de la curiosidad.

“Todo se originó en una reunión, hablando sobre las carreras de calle. Una coordinadora me preguntó por qué no corría maratón o medio maratón y le respondí que ni loco lo haría. Pero la idea me quedó dando vueltas en la cabeza durante un tiempo, hasta que lo hablé con Pablo (Petrirena) y en febrero comenzamos a entrenar para Buenos Aires”, explicó.

Señaló que cada vez que le agarraba cansancio, pensaba en que debía completar la carrera, la cual era la meta que se habían propuesto.

Consultado si se sentía un ejemplo motivador a seguir para las personas con capacidad diferente, respondió: “Yo trato de seguir los pasos de los precursores, como fueron Esther Radeland, María del Carmen Ascensio, Abel Avila, Miguel Cibelli, por ejemplo, quienes participaron en muchísimas carreras y en todas las distancias”.

Al respecto, Pablo, su guía, acotó que hace unos años, en una edición de La Tandilia, Juan le preguntó a quién aplaudía tanto la gente; a lo que le contestó que a él.

“No entiendo, por qué en Tandil, habiendo tantos corredores, no hay ciegos en la ciudad que se animen a correr”.

Juan hace equipo con Pablo Petrirena (53 años), quien practicó atletismo durante muchos años antes de integrarse al grupo Linces, una red nacional de guías para atletas ciegos.

“Antes corría para mí; ahora lo hago para él. Acompañar puede hacerlo cualquiera; en cambio ser guía significa, además, preocuparse de otras cosas también, como inscribirlo en la competencia, ver el traslado al lugar de la carrera, reservar hotel, elegir restaurante, etc.”

Finalmente adelantó que para el mes entrante tienen previsto concurrir a un encuentro nacional de Linces, a realizarse en Tandil, que tendrá a medio centenar de duplas compitiendo.

“Ya reservamos para Bahía Blanca la sede del encuentro del próximo año. Esto es para fomentar la captación de guías, y así posibilitar una mayor participación de atletas ciegos”, manifestó.

La anécdota

Pablo mencionó que en un momento del medio maratón, Juan le preguntó que era ese “tic, tic, tic” que escuchaba constantemente.

“Cuando le dije que lo producía la prótesis metálica de un atleta amputado, Juan lo felicitó diciéndole que era un ejemplo de superación. El devolvió el elogio, manifestándole que el verdadero ejemplo era él (por Juan)”.

Comentó que la mayor dificultad es coordinar los horarios de entrenamiento con la práctica de tango, para la función del próximo 5 de noviembre, en el Teatro Municipal.

“Allí bailaré Adios Nonino en el espectáculo de Sergio y Adriana, con quien inicié la práctica hace 12 años”, señaló Juan. (La Nueva).

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