Odio racial y placer: la importancia del agravante en la condena por el asesinato de Lucas
Dalbón, Pietragalla y el fiscal Pérez de la Fuente analizan la letra chica del histórico fallo para la Argentina.
Los tres deberán cumplir la pena por el delito de «homicidio quíntuplemente agravado por haber sido cometido con arma de fuego, con alevosía, con odio racial, concurso premeditado de dos o más personas, abusando de su función siendo integrante de las fuerzas de seguridad». El agravante del odio racial fue una de las victorias más importantes que celebraron Gregorio Dalbón -abogado de la familia de Lucas-, el fiscal del juicio, Guillermo Pérez de la Fuente; y Horacio Pietragalla Corti, secretario de Derechos Humanos de la Nación.
«El veredicto del Tribunal fue importante porque decidió ir sobre las perpetuas de los asesinos, decidió sobre los jefes policiales por el encubrimiento que realizaron y llegó a resolver algunas absoluciones que en su momento, cuando dicten la sentencia y lean los fundamentos, veré si son recurridas o no», explicó a la salida de Comodoro Py Pérez de la Fuente en diálogo con BigBang.
El fiscal celebró que el Tribunal haya sumado como quinto agravante el «odio racial», uno de los más difíciles de probar durante el juicio. «El veredicto reconoció la violencia institucional y cuestiones sumamente trascendentes que uno mencionó y por las cuales acusó», ponderó, al tiempo que sumó: «Siempre pienso que el juicio habla por sí solo. Acá con Dalbón coincidimos en lo que vimos durante el juicio».
Pietragalla Corti, quien asistió a la mayoría de las audiencias del juicio, también destacó la importancia del agravante racial: «Es un fallo muy bueno, no esperábamos menos realmente por todas las pruebas que había. Entendemos que lo histórico del fallo es que se ponga la figura del odio, racismo y violencia institucional».
«Siempre, en todos los casos que denunciamos de violencia institucional, hay un componente de racismo, discriminación; casi siempre la violencia institucional se ejecuta con los pibes de nuestros barrios, con los pibes más humildes. Y casi siempre se lo trata de enmarcar en un enfrentamiento o en un hecho delictivo. La verdad es que son pocos los casos que después salen a la luz y que permiten reescribir la historia y reparar esa primera información que da la Fuerza de seguridad intentando ensuciar a las víctimas», destacó.
Consultado por los casos de violencia institucional en el país, el secretario reconoció: «Como funcionarios y dirigentes políticos tenemos una gran responsabilidad para erradicar esto. Entendemos que para poder frenar la violencia institucional, las Fuerzas de Seguridad tienen que tener una conducción política. Esta problemática se da en la historia de nuestro país en el marco de tantos años de impunidad después de la Dictadura militar y del amparo político y judicial que recibieron las Fuerzas de Seguridad».
«Es momento de erradicar la violencia institucional, porque hay una consciencia distinta sobre cómo abordarla. Hay una ley en el Congreso nacional que queremos que se trate, pero la oposición no está dando quorum», cerró Pietragalla.
Quien también ponderó que el Tribunal haya dado a lugar a su pedido de incorporar como agravante el odio racial fue Dalbón. «Nueve condenas es algo histórico, porque dieron cinco agravantes. Racismo, violencia institucional. No existe una sentencia así, es histórica y estoy conforme. Las absoluciones también se esperaban, lo que no esperaba era el racismo y nos lo dieron», destacó.
«Logramos la violencia institucional con racismo estructural. Ese era el agravante que buscábamos, como el de placer. Es una sentencia histórica para la Argentina, para que nunca más haya un Lucas González y para que nunca más la Policía, en vez de cuidarnos, nos mate como lo mataron a Lucas», sumó. (BigBang News). (11-07-23).