Después de un abuso: acompañar con amor y ayudar a construir con las marcas
Toto Kirzner, hijo de Araceli González y Adrián Suar, reveló que fue abusado a los 7 años. Más de diez años después pudo contárselo a su familia. Un especialista explicó por qué las víctimas tardan en poder expresarlo y cómo es el tratamiento a seguir.
Toto Kirzner, hijo de Araceli González y Adrián Suar, sensibilizó a todos al contar en “PH Podemos hablar” que fue abusado sexualmente en dos oportunidades por un hombre que trabajaba en la casa de su amigo cuando tenía 7 años. “No sé ni cómo se dice ni cómo se anuncia, pero en dos oportunidades abusaron de mí”, fueron las palabras que dijo hace dos semanas ante la sorpresa de todos.
“Esa persona me empezó a hablar, y en un momento no sé por qué, pero se empezó a oscurecer todo, y ahí dije ‘hay algo raro’, porque soy bastante intuitivo, y me empecé a alejar; él notó que me alejaba y tampoco voy a contar tanto detalle porque es horroroso y no hay necesidad, pero bueno, finalmente ocurre, me arrastra hasta la cama, ocurre eso espantoso, y lo mismo en otra oportunidad”, contó y detalló: “El tipo me saludaba como si nada, y me acuerdo que me fui corriendo, llorando, no sabía a quién decirle”.
Además, Toto -de 23 años- reveló cómo fue el momento en que logró contarle a sus padres y hermana lo ocurrido: “Hace un par de años le cuento a mi familia, porque eso en algún momento sale, se lo cuento a mis amigos más cercanos de la infancia, y se lo cuento a mis viejos, que en ese momento ellos se unieron nuevamente para pensar qué hacer con esa situación. Yo estaba mirando el noticiero con mi mamá y con Fabián Mazzei y me empieza a agarrar un ataque de pánico y me desmayo. Y mi vieja sola, bien de madre, me preguntó qué me había pasado, y se lo conté”.
¿Qué hace el cerebro de una persona luego de haber sufrido un trauma?
Como muchas víctimas de abuso, el hijo de los actores tardó años en poder expresar lo que le había ocurrido. Según Adrián Cillo, médico especialista en Psiquiatría, psico traumatólogo e integrante de la Comisión Directiva de EMDR Iberoamérica Argentina, esto es algo típico en una persona que atravesó un trauma de esa magnitud.
“Como sienten culpa, tienden a hacerse responsables de lo que pasó, de haber sido parte. La culpa y la vergüenza están en el corazón del trauma. Cuando ocurre un evento traumático, hay un fenómeno que se llama disociativo peritraumático, en el que uno no recuerda lo que pasó”, explicó en diálogo con El DiarioAR.
“Al sufrir una situación traumática, el cerebro tiene a tratar de borrarlo. Ese fenómeno disociativo peritraumático hace que la persona pueda continuar como si no hubiese pasado y el recuerdo se guarda como en un cajón. Ese recuerdo puede salir ante cualquier disparador”, agregó.
Además, según el especialista en traumas, con el paso de los años el cerebro de la víctima ya está “mucho más maduro para poder darse cuenta de lo que pasó y ahí se vuelve plenamente consciente de lo ocurrido”.
¿Cuáles son los disparadores para que el trauma vuelva a hacerse presente?
Si bien el cerebro se encarga de borrar ciertos episodios, estos pueden regresar abruptamente cuando hay algo que se lo recuerde. Desde estar viendo una película en la que ocurre algo similar o sentir un olor en particular.
“El recuerdo se guarda con cuatro componentes. El primero es el de ingreso sensorial que puede ser por una imagen, sonido, olores, tacto. El segundo tiene que ver con la emocionalidad, lo que sentiste; que puede ser vergüenza, miedo, culpa. El tercero es el componente sensitivo, que es lo que sentiste en el cuerpo. Y por último con un componente de qué creíste en ese momento sobre vos, desde ‘no sirvo para nada’ o ‘merezco esto’.
Cualquiera de estos componentes es una vía de acceso”, especificó Cillo y ejemplificó: “Si estuviste en un incendio y sentís olor a quemado, podés recordar todo lo que ocurrió en el incendio. Tal vez son cosas que habías guardado en disociación peritraumática”.
“Algunas te las acordás, pero otras las guardás porque la mejor forma que encontró el cerebro fue decir ‘esto no está pasando’. Negarlo y separarlo. Ahora que no estás en una situación de peligro podés darte cuenta de qué pasaba cognitivamente en ese momento. El cerebro hace lo mejor que puede, que es borrar lo que no tolera. Porque no podés vivir sino”.
¿Cuáles son los pasos a seguir?
Es importante destacar que cuando una persona atraviesa un episodio traumático, debe tratarlo y no de cualquier manera: debe ser terapia especializada en trauma. Al respecto, Cillo advirtió: “O tratás el trauma con terapia cognitivo conductual centrada en el trauma o con exposición prolongada, que en los casos de abuso no se hace, o lo tratás con EMDR que es una de las formas que más se usa y puede hacerse en cualquier momento”.
¿Qué es la terapia EMDR?
Se trata de la Desensibilización y Reprocesamiento por los Movimientos Oculares, la forma que más se recomienda cuando hay trauma. “Requiere que la persona haya podido traer el recuerdo, que haga el relato del mismo a un terapeuta, que se activen los cuatro componentes del recuerdo y que por una forma de estimulación visual hagan que ese recuerdo que está activado pueda ser reprocesado a una situación adaptativa”, detalló el psico traumatólogo.
La mente reprocesa el recuerdo, introduce nueva información para que pase una red adaptativa y deje de ser perturbador.
¿Qué debe hacer la familia de una víctima de trauma?
En el caso de Toto Kirzner, su mamá Araceli González hizo un profundo posteo sobre cómo ella y su familia reaccionaron al enterarse lo que había sufrido el joven e hizo hincapié en “trabajar las marcas de la vida”: “Si hay algo que aprendí en estos años es acompañar y construir. Es lo que nos salva. Fundamentalmente el amor. Todos caminamos con marcas de la vida. Pero lo más importante es trabajar cada una de ellas para convivir con ese dolor y transformarlo. Nos construimos incluso con esas marcas. Ser víctima de un abuso verbal o físico debe ser cuidadosamente abordado. Repito por la salud mental de cada ser humano. Hay muchas formas de ser víctima. No importa el sexo o la edad. ¿Qué hacemos con esto? Juzgamos, levantamos el dedo, opinamos y nos olvidamos del tránsito doloroso y del camino hecho, trabajado desde la raíz cada estado de angustia. Los dolores son intransferibles. La valentía de denunciar desde lo trabajado tiene un valor de logro”.
Al igual que la actriz, Cillo también destaca la importancia de trabajar lo ocurrido. “Lo fundamental es que la familia se contacte con un especialista en trauma. Si van a un terapeuta común, y se relata el trauma pero no se trata, se termina reexperimentando y retraumatizando más. Cada vez que lo cuenta lo vuelve a vivir”.
También manifestó que hay que respetar los tiempos de la víctima para acceder a un tratamiento o denunciar el hecho: “Hay que acompañar y no empujar”.
Por último es fundamental “no instar a la persona a perdonar”. “Es algo que hay que tratar. No hay que obligar a alguien, o insistirle en que tiene que perdonarlo sin trabajarlo. Tiene que poder vivir todas las emociones que necesite y poder transitarlas para poder dejar el recuerdo perturbador en el pasado que es donde pertenece. Borrarlo de un día para el otro lo único que hace es volver a llevarlo a un período de amnesia. Cuando los recuerdos están guardados en período de amnesia no tienen efecto en la consciencia, pero sí en el accionar porque está igual”, concluyó. (elDiarioAR). (22.10-21).