Día del Periodista / La empatía de hoy no contagia… Aleja
Por Carlos Madera Murgui
La empatía es la capacidad que tiene una persona de comprender las emociones y los sentimientos de los demás, basada en el reconocimiento del otro como similar. Cortita; ponerte en el lugar del otro, aunque nunca es posible. El primer fragmento pertenece a la inefable Wikipedia que nos brinda el generoso y fantástico internet donde se encuentran respuestas a todo. Todos nos damos cuenta que el sentimiento personal sobre el prisma de la vida misma, no está en la red. Explican todo, pero no contagian.
Es por eso que la labor de un periodista, es decir comentar, relatar, contar, opinar, sobre un hecho o circunstancia, sentires o sucesos de la existencia, tiene implícito un rasgo personal indisoluble con el relato. Es sencillamente como lo ve cada uno. En ese universo es inseparable para lo que se quiere decir, la génesis de base implica el cimiento para lo que finalmente es una opinión, no solo eso, dicta también la forma que vivimos de acuerdo a lo que pensamos. Nunca en mi creencia al revés.
El periodismo ha mutado permanentemente a lo largo de la historia, en la forma de contar, ya no con rasgos literarios, sino por el contrario con déficits muy marcados, en formas de expresión que lejos están de despedir rasgos imitables. No obstante, con libertades inimaginables, pese a las quejas, cualquiera dice o escribe en un medio (incluidas las redes), lo que se le ocurra. Con la base del comentario sobre que cada opinión tiene una base ideológica, y tienen que ser respetadas, presenciamos desvaríos al más alto nivel, sin esa base ideológica que en definitiva nos hace preferir sobre algo concreto y dudar sobre la observancia y la mesura que deberíamos tener ante una investidura presidencial, un periodista de renombre, un dirigente o un par sencillamente. Las opiniones y los medios de comunicación (como apuntaba disímiles, cuantiosos) inundan nuestros días, aciagos para el conjunto, donde contadísimas excepciones en la opinión de este cronista, revelan primordialmente un grado de responsabilidad y sostén hacia el pueblo todo, el gran auditor.
Todo cambia, las formas, las preferencias, los niveles de tolerancia hacia la ineptitud, la no dimensión de la llegada y principalmente la mezquindad, saña social sin medida, donde un comunicador notifica, informa y advierte desde su cosmos sin observar los azares del resto en una individualidad que espanta. El país necesita imperiosamente de un periodismo que batalle por el colectivo y no por intereses que lo sustentan o vivencias personales. Ya no solo el periodismo, me aventuro.
Pero hoy es el día del Periodista, que llegué la congratulación y el saludo a quien se sienta merecedor, con todo respeto.(07-06-24).