En la Argentina, las olas de calor podrían durar hasta 60 veces más para 2050
El cálculo es si no se detienen urgentemente las emisiones de carbono. Lo dicen El Atlas de Impactos Climático del G20 que se conoció hoy. Además, Argentina podría perder casi un 3% de su producto bruto. Las pérdidas del PBI debidas a los daños climáticos en los países del G20 alcanzarían al menos un 4% anual en 2050.
El cambio climático estará también en la agenda del G20, que este fin de semana se reúne en Roma. ¿La razón? El aumento de la temperatura tendrá devastadoras consecuencias para sus economías en las próximas tres décadas, según un informe conocido hoy y llamado El Atlas de Impactos Climático del G20. Pero mientras la comitiva presidencial encabezada por Alberto Fernández se prepara para despegar hacia Italia para la Cumbre de líderes de Estados, y la Ciudad de Buenos Aires vive una inédita ola de calor para octubre, el estudio trae un dato alarmante: los picos de altas temperaturas sostenidas podrían durar hasta 60 veces más hacia el 2050.
«La agricultura, el turismo y los sectores costeros son los que más riesgo corren, amenazando el suministro de alimentos, millones de medios de vida y pérdidas del PBI nacional de hasta un 13% para 2100», señala el documento que también afirma que con este escenario es necesario reducir rápidamente las emisiones para evitar los peores impactos y estabilizar las economías. La Argentina, según el mismo informe, “podría experimentar pérdidas sistémicas e impactos negativos en el crecimiento debido al cambio climático. Las pérdidas del PBI a mediados de siglo podrían ser de hasta un 2,8% del PBO en un escenario de altas emisiones. Para finales de siglo, se prevé que el PBI disminuya en un 2,5% en un escenario de bajas emisiones y un 8,2% del PBI en un escenario de altas emisiones”. Las olas de calor podrían durar al menos diez veces más en todos los países del G20, y las olas de calor en Argentina, Brasil e Indonesia durarían más de 60 veces más en 2050.
Los impactos climáticos «destrozarían a los países del G20 si no se toman medidas urgentes para reducir las emisiones», señala otro nuevo informe del Centro Euromediterráneo de Cambio Climático (CMCC), el principal centro de investigación italiano sobre el cambio climático y Punto Focal Nacional del IPCC.
El Atlas de Impactos Climáticos del G20, primer estudio de este tipo, recopila proyecciones científicas sobre cómo se manifestarán los impactos climáticos en los países más ricos del mundo en los próximos años. En él se constata que, en una senda de altas emisiones, los impactos climáticos se disparan para causar daños devastadores en todo el G20.
La investigación muestra que el aumento de las temperaturas y las olas de calor intensas podrían causar graves sequías, amenazando el suministro de agua esencial para la agricultura, causando enormes pérdidas de vidas humanas y aumentando la posibilidad de incendios mortales. En determinados países, esto podría significar:
En la India, el descenso de la producción de arroz y trigo podría provocar pérdidas económicas de hasta 81.000 millones de euros y una pérdida del 15% de los ingresos de los agricultores para 2050.
.En Australia, los incendios forestales, las inundaciones costeras y los huracanes podrían aumentar los costes de los seguros y reducir el valor de las propiedades en 611.000 millones de dólares australianos de aquí a 2050.
El informe concluye que, si no se toman medidas urgentes para reducir las emisiones de carbono, las pérdidas del PIB debidas a los daños climáticos en los países del G20 aumentan cada año, hasta alcanzar al menos un 4% anual en 2050. Esto podría llegar a más del 8% en 2100, lo que equivale al doble de las pérdidas económicas del bloque por Covid-19. Algunos países se verán aún más afectados, como Canadá, que podría ver mermado su PIB en al menos un 4% para 2050 y más del 13% -133.000 millones de euros- para 2100.
Donatella Spano, de la CMCC, que ha coordinado el informe, dijo: «Desde las sequías, las olas de calor y el aumento del nivel del mar, hasta la disminución de los suministros de alimentos y las amenazas al turismo, estos resultados muestran la gravedad del cambio climático que afectará a las mayores economías del mundo, a menos que actuemos ahora. Como científicos, sabemos que sólo una acción rápida para atajar las emisiones y adaptarse al cambio climático limitará los graves impactos del mismo. En la próxima cumbre, invitamos a los gobiernos del G20 a que escuchen a la ciencia y pongan al mundo en la senda de un futuro mejor, más justo y más estable».
Desde la erosión de las costas hasta la propagación de enfermedades tropicales, todos los países del G20 están en riesgo por los impactos del cambio climático. La investigación muestra:
.En Europa, las muertes por calor extremo podrían pasar de 2.700 al año a 90.000 en 2100 en una trayectoria de altas emisiones.
En 2050, las capturas potenciales de pescado podrían reducirse en una quinta parte en Indonesia, lo que supondría el desarraigo de cientos de miles de medios de vida.
El aumento del nivel del mar podría destrozar las infraestructuras costeras en 30 años, y Japón perdería 404.000 millones de euros y Sudáfrica 815 millones de euros para 2050, en una trayectoria de altas emisiones.
Por el contrario, cuanto más rápido adopten los países del G20 las políticas de bajas emisiones de carbono, menor será el impacto climático en cascada y más manejable será. Si se limita el aumento de la temperatura a 2 °C, el coste de los impactos climáticos en el G20 podría descender a tan solo el 0,1% de su PIB total en 2050 y al 1,3% en 2100. En el Acuerdo de París, firmado en 2015, los países acordaron limitar el calentamiento global a «muy por debajo» de los 2 °C; sin embargo, las políticas y promesas actuales sitúan al mundo en la senda de los 3 °C.
Laurence Tubiana, directora de la Fundación Europea del Clima y una de las artífices del Acuerdo de París, dijo: «La ventana para actuar se está cerrando rápidamente. Mientras los países del G20 incentivan la recuperación económica de Covid-19 y preparan planes climáticos de cara a la COP26, se enfrentan a una elección urgente: proteger la economía mundial y hacer una rápida transición hacia un futuro bajo en carbono; o descarrilar la economía mundial aplicando políticas contaminantes. Es hora de que el G20 convierta su agenda económica en una agenda climática». (elDiarioAR). (03-11-21).