(CON AUDIO) Dorreguenses que viajaron a India contaron a LA DORREGO sobre las desigualdades que viven las mujeres

Durante los primeros días de enero, en la India, más de cinco millones de personas le dieron forma a una cadena humana de 620 kilómetros de distancia para reclamar por la igualdad de género en ese país.
Las protestas comenzaron en el mes de septiembre cuando el Tribunal Supremo levantó el veto de acceso a las “impuras entre 10 y 50 años”, a quienes se les prohibía el ingreso a los lugares sagrados los días de la menstruación.
La decisión judicial que terminó con esa insólita proscripción desató contraofensivas, agresiones e incluso golpizas contra mujeres por parte de sectores ultraconservadores en desacuerdo con el libre acceso a los templos. Son muchos los grupos hindúes, con apoyo del Partido Nacionalista (Bharatiya), que van todavía más lejos y se oponen a que las mujeres puedan ingresar a estos espacios religiosos, cualquiera sea su edad.
Las primeras mujeres que en los últimos meses, y después de la sentencia, consiguieron entrar a los templos lo han hecho escoltadas por la policía.
India es el cuarto país más peligroso para vivir siendo mujer, seguido de Afganistán, La República Democrática del Congo y Pakistán. ¿Por qué? Las mujeres en India viven en condiciones terribles de acoso y violencia, tanto en la vía pública como privada.
En términos de la ley, las mujeres y los hombres tienen los mismos derechos, pero la realidad es otra. En las distintas regiones de India, la situación varía, según la economía y a las etnias locales.
Con esa realidad se encontró un grupo de dorreguenses que conoció el país asiático. Desde Sri Lanka (antiguamente Ceilán, una nación insular al sur de la India, en el océano Índico), Teresa Continanza y Christian Nielsen narraron a LA DORREGO la experiencia que están viviendo. La entrevista, en el siguiente audio:



