Hoy se conocerá el veredicto por el femicidio de Liliana Díaz
Hoy jueves al mediodía el jurado dará el veredicto por el femicidio de María Liliana Díaz Benítez. El fiscal Mauricio Del Cero y la abogada Viviana Lozano pidieron la prisión perpetua para el único imputado por el crimen de María Liliana Díaz Benítez en Coronel Dorrego, mientras que la defensa pidió que se declare inimputable.
“Hay abundante prueba para acreditar los hechos. Nadie pudo decir que [Marcelo] Camarero no sabía lo que hacía porque él les dijo ‘me mandé una cagada’ [a sus amigos]”, aseguró Del Cero.
Según el investigador, durante los 3 días de juicio en los que hubo alrededor de 30 testigos, “no se probó el estado depresivo” que alegaba la defensa de Camarero y que, por el contrario, “comprendía y recordaba lo que acababa de hacer”.
A las 3 o 4 horas del momento en el que se estima que ocurrió el crimen, a mediados de junio de 2016, Marcelo Camarero se presentó junto a 2 abogados en la Comisaría de Coronel Dorrego para entregarse.
Su defensa, a cargo del abogado Ignacio De Franco, quiere que se tenga en cuenta que esa noche Camarero “estaba completamente borracho y que consumió estupefacientes” por un supuesto “trastorno mental transitorio”. Todo para que se lo declare inimputable.
Por su parte, Del Cero aseguró que “no hay pruebas de que haya tomado alcohol y clonazepam antes del hecho, sino sólo cuando se presentó a la comisaría”.
En ese sentido, argumentó: “Camarero tomó muchas y complejas decisiones antes del hecho. Manejó en auto, fue al instituto de Liliana, habló por teléfono, fue a la cochera, [en donde se encontró el auto con el cuerpo], la abrió, metió el auto, lo estacionó perfectamente, sacó el arma, se la llevó y la limpió, además de hacer más de 22 llamadas a sus amigos”.
Es decir, para el fiscal el imputado “comprendió lo que hizo y la gravedad del hecho”.
Del Cero y la abogada Lozano pidieron además que los jueces consideren que hubo violencia de género porque Camarero “amenazaba con el arma” a Liliana además de «perseguirla y vigilarla». «Por eso ella tuvo que cambiar el número de teléfono”, explicaron.
También alegaron que el imputado ejerció violencia psicológica al “publicar videos [íntimos de Liliana] como mecanismo extorsivo” y tratarla de “puta”, como también violencia económica a través de una deuda con ella que no saldaba.
“Liliana era un objeto para él, era claro el ‘es mía o no es de nadie’”, aseguró Lozano.
Por lo tanto, el fiscal y la abogada pidieron que Camarero sea condenado a prisión perpetua por homicidio agravado por situación de pareja y femicidio.
Por su parte, el defensor De Franco citó el Código Civil para decir que Camarero y la víctima no eran pareja porque no puede comprobarse que se tratara de una relación “singular, pública, notoria y permanente” ni hubo convivencia mayor a 2 años.
En ese sentido, el abogado defensor aseguró que Camarero mantenía una “relación sexual remunerada” con Liliana.
Además, se opuso a que hubiera violencia de género porque “hay dudas sobre la deuda” que tenía Camarero con Liliana; porque del video de Liliana desnuda difundido supuestamente por Camarero “todos los testigos se enteraron por terceros, salvo el último [un amigo del imputado]”; porque lo de las amenazas a punta de pistola “lo dice la hermana y no vino a declarar”; y porque sólo hay un mensaje de texto en el que la trata de “puta” pero “nadie vio maltrato”.
En cuanto a una situación que marcaron varios testigos, de cuando Liliana apareció con una mano lastimada y dio 3 versiones distintas a sus allegados sobre lo sucedido, Lozano aseguró que se trata de algo “típico de una mujer golpeada”, pero De Franco se opuso: “Si Camarero fuese un hijo de puta, esta chica lo hubiese dicho”.
De Franco también pidió la nulidad de las pericias sobre el celular de Camarero por “no cumplir con el protocolo” de preservación y sobre el arma por no haber «aviso con antelación» de la pericia.
Al pedirles “racionalidad” a los jueces, el abogado concluyó en que “aplicarle pena perpetua a Camarero sería aplicarle pena de muerte”. (La Nueva.).