Líbero y memorioso: maestros y futboleros

Federico Lequerica
ESCRITO POR FABIÁN BARDA EN LA PÁGINA DE FACEBOOK DE BOLA 8

A medida que avanzó el siglo XX, la docencia pasó a ser una de las actividades en las que la cuestión de género no parecía ser un problema, ya que predominan, en los planteles de las escuelas, las mujeres. No siempre fue así.

Cada vez que había una huelga un viejo profesor en la Universidad de la Plata nos mostraba un gráfico inapelable: la coincidencia del inicio de la pérdida del poder adquisitivo del salario docente con el retiro de los hombres de una posición mayoritaria en el ejercicio de enseñar.

Es así que en los inicios del distrito de Coronel Dorrego, junto a las consideradas primeras maestras, Josefina Cabello, Clementina Villamayor y Josefina Cironi, llegaron maestros como Soulé, nacido en Francia; pero hubo dos que marcaron una impronta fundamental como educadores y un vínculo muy estrecho con el fútbol. Nos estamos refiriendo a José Celillo y a Federico Lequérica.

Tal vez el vínculo del primero con el balompié es más conocido. Llegado a Dorrego en 1919, el 9 de setiembre de ese mismo año se incorpora al personal docente de la Escuela N°1.

El 6 de julio de 1920, Celillo funda el Centro Recreativo Juventud Unidad Dorreguense, al que suelen señalar como un antecedente de Independientes, luego denominado Club Atlético Independiente.

Esa asociación se realiza, porque el maestro Celillo será uno de los presidentes de la entidad roja.

Celillo trabajó en varias escuelas dorreguenses, incluso en el tiempo en que el mítico Bar de Fradejas, funcionó una institución educativa a la concurrió mi padre Enzo Fabriciano Barda que compartía banco con Humberto Machiavelli, “El Guerrero”, histórico arquero de Independiente. Solía contar mi padre que en el sótano de lo que después fue el Bar de Fradejas estaban las pelotas y las redes de Independiente. Eso ocurrió hacia la mitad de la década del ’20, precisamente en 1927, bajo la presidencia de Luis Celillo se inaugura la cancha de 25 de mayo y Lequérica, actual estadio “14 de Setiembre de 1923”.
La otra historia del maestro futbolero es menos conocida, si la enorme dimensión de educador que tuvo Federico Lequerica cuyo colegio fundado por él en 1917, está cumpliendo su centenario.

Llegado de España, este madrileño que ,en el año 1912, a instancias de su amigo Ricardo Arrizabalaga, se radica en Coronel Dorrego, dando clases particulares en una vivienda ubicada frente a la plaza hasta que en 1917 funda el Instituto Coronel Dorrego, actual Colegio Manuel Belgrano e Instituto Secundario Lequérica.

De los primeros tiempos son las crónicas que ubican a Don Federico como el introductor del reglamento del fútbol, aprobado internacionalmente, en nuestro pago. Hacia los dominios de la familia Arribas detrás del Vivero Parque Municipal que, originariamente, comprendía también los actuales olivares donde se ubica el predio del Club Villa Rosa, partía el maestro con sus alumnos en una para él, más difícil tarea que sumar y restar, enseñarles a jugar al fútbol.

Pese a que sus descendientes están ligados a Independiente, hay crónicas de los años ’20 en que ubican a la familia Lequérica junto a Juarroz, fundador de Ferroviarios, Roubió, Castro, Errasti, Allende, Garaycochea, Montero, Raimondi, Urdapilleta, Arribas, De Inés, Tort, entre otras familias, fomando parte de la delegación que acompañó al primer equipo aurinegro, en diciembre de 1924, a Tres Arroyos, obviamente en tren, para presenciar el duelo con Huracán.
Próximo está a recordarse otro “Día del Maestro”, nuestro respeto a los que hacen con la dignidad de la tiza y el guardapolvo blanco una referencia a nuestros niños.

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