La Región

Se viene la siembra: la cebada muestra mucho para dar

Fechas de siembra, variedades, estrategias de fertilización, recomendaciones de manejo anti vuelco, fueron algunas de las paradas que tuvo la charla con el ingeniero Fidel Cortese en Mañanas de Campo. El presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de la provincia de Buenos Aires, entrevistado por su colega Gustavo Almassio, actualizó “el manual” del cultivo en el amanecer de la nueva campaña.

¿Ya estamos en fecha como para sembrar cebada en toda la región?

– Estamos en fecha en toda la zona sudoeste, fundamentalmente para evitar el famoso soplete o golpe de calor de noviembre. Por eso en los últimos años se han adelantado las siembras tanto en lotes que tienen la tosca más cerca y en los más arenosos. Para el sudeste la ventana empieza en junio.

¿Qué variedades están disponibles hoy en el mercado?

– Las variedades la podríamos definir en dos grupos. Las intermedias: Montoya, Overture y Charles. Y los materiales un poco más cortos: Andreia y Alhue. Para el sudoeste, la fecha de largada de la siembra es la misma para todas, pero en el caso de las más largas, no habría que pasarse de junio, principio de julio. Las otras dos variedades las podemos sembrar durante todo el mes de julio.

Si hablamos del sudeste, de Tres Arroyos hacia Necochea, Tandil, Azul, Lobería, ahí la siembra se atrasa unos 15 o 20 días. O sea, la fecha de siembra de largada estaría recién a principios de junio, y pudiéndonos ir tranquilamente hasta fines de julio o principios de agosto en algunos casos, en los mejores campos serranos de la zona de mar y sierras.

Este año pareciera que vuelve a instalarse la diferencia entre cervecera y forrajera en cuanto a posiciones a cosecha, algo que en otros años se había achicado.

– Sí, eso está pasando acá y en todo el mundo. Hay un plus de precio en la cervecera sobre la forrajera que más o menos va entre los 25 y 40 dólares, depende dónde uno esté. Es una diferencia importante para los números bastante justos que tenemos hoy. Números que empezaron a ser positivos desde hace un mes, cuando comenzaron a cambiar el precio de los commodities, y sobre todo a bajar mucho el valor de los fertilizantes, fundamentalmente los nitrogenados. Así y todo no sobra nada.

Entonces, si uno piensa en producir 4.000 kilos de cebada por hectárea y puede captar ese plus de 25 dólares, serían 100 dólares, que hoy es casi la rentabilidad. A la cebada forrajera por si sola, con valores a cosecha de 180 dólares, hoy el número no le cierra o hay que producir muchos kilos para que cierre.

¿Y con respecto a las variedades para cervecera, todos son aceptadas por el mercado? ¿Es necesario hacer contrato?

– Hoy la variedad Andreia es la que todos compran, tanto la exportación como las dos grandes malterías que tenemos acá, que son del grupo Grupo ABInveb -Quilmes y Pampa-, y el grupo Boortmalt -lo que era Cargill-; y están empezando a aceptar todos también Montoya. Esas dos son las variedades más sembradas.

En el caso de Overture, que también tiene mercado de exportación, la compra únicamente Boortmalt. Ese sería el panorama de las tres variedades más sembradas en el país, que estimamos ocupan el 80% de la superficie que se hace con cebada.

Desde el punto de vista del potencial de rendimiento, ¿qué diferencia puede haber entre Andreia, Montoya y Overture?

– Overture y Montoya están un escaloncito arriba de Andreia, que ya tiene más de 10 años en el mercado e igual se sigue comportando realmente muy bien. Pero tanto Overture, Montoya, Charles y Sinfonía, tienen un potencial algo superior, siempre refiriéndonos a rindes altos. Cualquier variedad llega a los 3.000 / 3.500 o 4.000 kilos. Ahora, si vos ya querés pensar en cosechar arriba de las cinco toneladas, esas variedades se despegan un poquito de Andreia.

Ha pasado que en cebada, si uno utiliza un paquete tecnológico para 3.500 kilos y después las condiciones climáticas vienen buenas, el cultivo terminó rindiendo el doble. ¿Por qué no ocurre eso en trigo?

– La cebada tiene una capacidad de adaptación a los ambientes realmente sorprendente. Por ejemplo el año pasado en la región de Tres Arroyos y también en otras zonas del sudeste, las lluvias fueron un poco escasas en la primavera, pero en los lotes con un buen perfil, hicieron que las cebadas explotaran en su rendimiento.

En las zonas que te mencioné hubo lotes por encima de los 8.000 kilos, rindes que no estuvieron ni cerca en trigo.

Hablando de la calidad, ¿cómo se maneja el tema de la proteína cuando es tan impredecible a veces el rendimiento?

– Hay cada vez más productos que te ayudan para corregir algo la ecuación más arriba, o sea a partir de hoja bandera. En cebada, el principal componente es el número de espigas por metro cuadrado. Entonces cuando está encañando contás las espigas, y si ves que vos fertilizaste para 3.500 kilos, pero hay un potencial importante de 4.500, 5.000 o 6.000 kilos, tenés algunas armas para poder usar ahí.

Pero siempre lo importante es haber tenido una base bien establecida. Porque en ese momento podes llegar a tener una variación de la proteína de un 0,5, un 0,8, un 1% cuando mucho, en el mejor de los casos. De modo que si fertilizaste para 4.000 kilos y vas a tener 6.000, seguramente tengas baja proteína, y entonces podés tocar eso. Podés llegar a decir, ‘bueno, paso de 9,5 a 10 de proteína’. Hay buenos productos para eso. Pero no hay ningún paquete tecnológico que te la pueda llevar a 12.

La recomendación siempre es aplicar el nitrógeno temprano.

– Exactamente, en cebada siempre hablamos de que hay que tratar de tirar un 70% por lo menos del nitrógeno que nosotros vamos a aplicar bien temprano. Y bien temprano puede ser en pre-siembra o en una hoja o antes de emergencia. Lo más temprano que se pueda, porque la planta necesita tener toda su nutrición o gran parte de su nutrición disponible en pleno macollaje para poder favorecer esos macollos.

En trigo si te quedaste con un cultivo medio ralo por ahí te hace cuatro o cinco granos por espiguilla, y ese peso de mil granos es muy alto. Pero en cebada si te quedaste corto con las espigas ya no tenés solución, no vas a tener rendimiento. No es milagroso. Por eso es que apuntamos toda la fertilización nitrogenada un poco temprana. Ojo, tampoco sin pasarse de rosca en algunas zonas, porque si vos le tirás a una cebada todo el nitrógeno temprano, podés llegar a tener un riesgo de vuelco si el ambiente y la condición vienen muy buenos. Por eso la recomendación es hacer una fertilización balanceada.

¿El vuelco es una cuestión a tener en cuenta para él que apunta altos rendimientos?

– En general las cebadas que se vuelcan son las que tuvieron muchas plantas por metro cuadrado, o sea, un cultivo muy denso que compite entre las plantas para poder obtener recursos: elonga mucho más que las otras plantas. Entonces si uno piensa que puede llegar a tener riesgo, no tiene que irse a las densidades altas de siembra y tampoco hacer tanta fertilización temprana porque todo eso puede favorecer al vuelco.

Los ambientes más propensos al vuelco son los que tienen alta materia orgánica, ambientes buenos costeros o de la región sudeste de Buenos Aires. Entonces, en esos casos el productor tendría que trabajar muy bien el tema fertilización, irse a una siembra un poquito más tardía y bajar el número de plantas. De esa manera podrá atemperar un poco ese problema, pero si las condiciones son de un crecimiento exagerado, algo de vuelco va a tener.

Pero no es fácil ya a esta altura ver lotes enteros de cebada volcada, como podíamos ver hace unos 15 o 20 años atrás. Las variedades han mejorado en cuanto a eso, aunque todavía siguen siendo sensibles. (Fuente Infosudoeste). (30-05-24).

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