La Región

Pedro Gaviño Mora: «Las frazadas que nos cubrían decían ‘Armada Argentina'»

En la audiencia 47 del juicio conocido como Mega Causa Zona 5, declararon testigos por los casos Bonfiglio e Infante, y brindó testimonio la víctima Pedro Andrés Gaviño Mora. La próxima audiencia será hoy.

El juicio conocido como Mega Causa Zona V llegó a su cuadragésima séptima audiencia. De manera presencial, declaró el sobreviviente Pedro Andrés Gaviño Mora, que cuando fue secuestrado en Bahía Blanca era empleado de comercio y había venido al país a estudiar desde Perú. En el acto formal de jura frente al presidente del Tribunal, antes de comenzar a relatar su historia, dijo: “Del listado que me mostraron, hay víctimas que conozco que ya no están, que fueron asesinadas. Hay ex compañeros de la Universidad, pero no impide que pueda decir lo que debo decir”.

En relación a su secuestro, Pedro expresó que “el 17 de septiembre de 1976 me visitaron en las primeras horas de la madrugada una cantidad de gente que no pude determinar cuántos eran. Me encontraba con dos mis hijos, uno tenía meses y el otro tenía tres años. Con armamento pesado, me intimidaron, me colocaron contra la pared, revisaron mi casa. Posteriormente pude saber que se llevaron una biblioteca que yo tenía. Dejaron a mis hijos en lo de una vecina, ellos sabían que esta señora solía cuidar de los niños cuando trabajaba”.

Gaviño Mora contó que lo llevaron en un vehículo y “el trayecto duró entre 20 y 30 minutos”. Posteriormente, supo que estuvo en Centro Clandestino de Detención y Tortura “La Escuelita”, en el V Cuerpo de Ejército. “Allí me encadenaron a una cama cucheta, en la parte superior. Abajo había una mujer. La chica no me quiso decir su nombre. Me dijo que pensaba que todavía estaba viva porque estaba embarazada. Por eso creía que no lo mataban. Estaba su marido en la otra habitación y tenían un método de comunicación para saber si aún estaba el otro del otro lado”, detalló.

En la relación a los días de cautiverio, la víctima sobreviviente contó que “las frazadas que nos cubrían decían “Armada argentina”, lo pude ver a pesar de estar encapuchado. Era una casa antigua, se escuchaba el ruido del tren. Sentí un interrogatorio de una persona que estaba muy presionada, amenazada. Lo obligaban a responder. Conmigo no pasó igual. Me preguntaron si era comunista y yo les dije que sí. No había razón para violentar la situación. Hacían el famoso juego del bueno y el malo. A estos comunistas había que matarlos decía uno. Y el otro decía que no. Querían que delate a mis compañeros y esto no ocurrió”.

Diana, compañera y madre de sus hijos, presentó cinco notas dirigidas a diferentes autoridades: “Al obispo, a Vilas, al embajador del Perú, al Ministro del Interior Harguindeguy. Los que me interrogaban me dijeron que se enteraron de la nota al embajador. Creo que eso evitó en alguna medida que me mataran. Puedo poner a disposición del Tribunal las notas. A partir de mirar estos documentos, pude ver la fecha de mi secuestro. Pero no lo recordaba”, detalló Gaviño Mora.

Después de 10 o 15 días de estar secuestrado, según recuerda la víctima, fue subido a un automóvil con otras dos personas: “Ellos se resistían a entrar al vehículo. Uno de los muchachos sollozaba. Se ve que tenían certeza que iban a ser asesinados. Antes que me dejaron en libertad, con esta chica nos tomamos de la mano. Me llevaron a una zona a las afueras, me bajaron y me dijeron que me sacara la capucha cuando se alejara el auto. Cuando lo hago, veo las luces de la ciudad a lo lejos y empecé a caminar hacia ellas. A los otros dos se los llevaron. Posteriormente supe que fallecieron en un supuesto enfrentamiento, que fue publicado en La Nueva Provincia”.

Antes de finalizar su declaración y responder preguntas de las partes, Gaviño Mora reflexionó: “Estábamos atados a una cama ¿Qué justificaba eso? Vine a Argentina a estudiar. ¿Qué razón había para matar? Esto nos hizo la dictadura. He tenido parálisis facial, he perdido la visión, tuve un ACV, todo eso no es casual. Vengo acá con la idea de no alterarme demasiado, porque no es fácil para quien se encuentra en este estado de salud. No quiero que me afecte otra vez una cosa de esta naturaleza. No quiero regalar mi vida por nada, menos en manos de quienes me hicieron lo que me hicieron”.

“Solamente en Viedma, cerca de 400 compañeros han pasado por esta situación. ¿Qué justifica esto? Las personas que tienen que explicar porque mataron a gente, no lo hacen. Estoy aquí para conmemorar, recordar a los compañeros que perdieron su vida contra un enemigo invisible. Alguien que te va a buscar de noche, te lleva, te trae, te asesina, te mata. Rendir homenaje a tantos compañeros que dieron su vida. Ojalá haya alguien que pueda responder algo de esto”, concluyó.

Pedro nombró a Mónica Morán, víctima también que figura en este juicio, asesinada en la dictadura cívico militar: “Estudiaba Licenciatura en Letras como yo, tuve una relación amistosa y afectiva”. El 15 de marzo del corriente a las 19:30 horas, en la Casa de la Cultura de la Universidad Nacional del Sur, se presentará el libro “Dolores, Bufandas y Recuerdos”, poemario de Mónica Morán, de la colección Versos Aparecidos, impreso por MeVeJu, editorial de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires.

 

“Kussman siempre aparecía ahí, se hacía llamar Harry el sucio”

Juan Antonio Larrea, quien ya declaró en juicios anteriores, en esta oportunidad fue citado a prestar testimonio por el caso de Gaviño Mora: “Lo conozco hace muchos años. Ingresé en la UNS en 1963 y junto con su hermano Julio César, tuvimos cursada común. Todos éramos miembros de la Juventud Comunista en el sector universitario de Bahía Blanca”.

La DIPBBA disponía de una patrulla donde estaban varios policías que “se movían con mucha facilidad en el ámbito estudiante, entre ellos estaba Kussman. Se infiltraban en las asambleas, sacaban fotos. En vez de prevenir el delito, se dedicaban a perseguir estudiantes. Sobre la calle Chiclana tenían su guarida”.

“Estos eran mano de obra de baja calificación. Pero había otras personas que tenían grado académico, profesores, personas de leyes como Montezanti. No eran únicamente espías, matones, gatilleros sino gente que tenía formación para seguir este proceso de persecución”, explicó Larrea.

Sobre uno de los imputados en esta Mega Causa Zona V, el testigo declaró: “A Kussman lo conozco hace bastante tiempo, vivía en la zona de Florida y La Falda. Nos juntábamos a estudiar y Kussman siempre aparecía ahí. Sabíamos que venían a espiaban. Se hacía llamar Harry El sucio. Alardeaba permanentemente que era Clean Eastwood”.

“Nosotros nos juntábamos a estudiar y el tipo caía ahí con cualquier excusa a tomar nota, a espiar y no sabíamos cómo sacarlo de encima. Sabíamos quién era, era del barrio, de la brigada de investigaciones. Encabezó el equipo de mi detención ilegal el 14 de noviembre de 1974. Lo vi en este episodio y le dije ‘Kussman hijo de puta qué mierda estás haciendo acá’. No llevaba media, como se lleva habitualmente, actuaba a cara descubierta”.

Sobre Gaviño Mora, Larrea expresó: “Pedro la pasó muy mal. Hubo aspectos que hacen al sentido común de la sociedad de la época: los comunistas tienen que ser sistemáticamente perseguidos, se los deja sin trabajo, si se puede se los mata. Pedro era una víctima preferida, el hecho de que haya nacido en Perú, con rasgos afro descendientes. Todos estos eran elementos agregado a la naturaleza de la relación que se establecía respecto de las personas de aquel tiempo”.

“Gracias por contribuir en impartir justicia y permitirme esta oportunidad” dijo Larrea al finalizar su testimonio en la audiencia 47 de la Mega Causa Zona V.

“Nos enteremos que no había vuelto a la casa y estaba como desaparecido”

Declaró también de manera presencial Enrique Horacio Silverii, quien era amigo de Teodoro Antonio Bonfiglio, cuyo cuerpo fue hallado el 21 de julio de 1977, junto al de las víctimas Daniel Gastaldi y Carlos Cristian Oliva, en un terreno aledaño a la morgue de Avellaneda.

“Lo conocí en la carrera de Ingeniería Química en 1973. Él militaba en la JUP, comenzó en el centro de estudiantes y participaba en las elecciones universitarias. Bonfiglio fue destinado a Pigüé para hacer la conscripción. Durante ese tiempo, lo veía poco. Venía para los francos. Tenía domicilio en Bahía Blanca y vivía con los padres”, relató Silverii.

“Nos enteremos que no había vuelto a la casa y estaba como desaparecido, no lo vimos más. Los padres nos avisaron que no había vuelto de Pigué. La familia lo estaba esperando, porque habitualmente los fines de semana, volvía. El padre era militar, creo que era suboficial, empezó a hacer trámites para que le den datos para ubicarlo. Eso fue infructuoso. A pesar de que se entrevistó con las autoridades militares en Bahía Blanca no tuvo suerte. En una de las entrevistas, le dijeron que lo había secuestrado montoneros”.

Además, Silverri agregó que “los padres tuvieron que ir a hacer el reconocimiento de un cuerpo a La Plata. Ahí lo encontraron. Les costó bastante reconocerlo. El cuerpo fue inhumado en Bahía Blanca. La familia se fue de la ciudad, al sur. En mi caso, como aparecí en lo avisos fúnebres por su muerte, me dijeron que me cuidara. Por unas noches tratá de estar en tu casa, tratá de dormir en otro lado”.

Antes de finalizar su testimonio, Silverii recordó a su amigo Bonfiglio: “Era un tipazo, un pibe macanudo, generoso, entregado a los demás. Daba todo de sí, la parte material para él no importaba, era una gran persona”.

“Se lo llevaron a Infante, arrastrándolo, con vida”

Por el secuestro y desaparición de Julio Infante, declaró desde Rawson a través de la conexión telemática, José Ángel Inostroza quien trabajaba en el Bowling Center haciendo changas a sus 17 años.

“Con el julepe que me pegué, no me acuerdo de todo. Estábamos en el fondo. Entraron gritando policía federal, policía provincial, ejercito, marina. Eso me lo acuerdo patente. No vi quienes eran pero se lo llevaron a Infante, arrastrando, con vida”, expresó Inostroza.

Próxima Audiencia

El martes 14 de marzo a las 9 horas continuarán las jornadas de debate en el TOCF de Bahía Blanca. Se pueden presenciar las mismas en Lavalle y Chiclana con presentación del DNI o a través del canal de YouTube de la Subsecretaría de Derechos Humanos: www.youtube.com/derechoshumanospba

14-03-23

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