Sociedad

(CON AUDIO) La historia local de la semana: el jinete Mauricio Salazar

Mauricio Salazar con su caballo «Cruz Diablo», con el que unió «Buenos Aires con Mar del Plata», en una histórica marcha

Mauricio Salazar fue, sin dudas, uno de los más reconocidos jinetes de principios del siglo XX. Nacido en Bolívar, se radicó en Coronel Dorrego donde vivió con su esposa y sus hijos y en donde también hizo gala de criollismo y su amor al caballo.

La trascendencia de Salazar llegó en 1910, cuando la clase gobernante argentino consideró que el Centenario de la Revolución de Mayo de 1810 era la oportunidad de exaltar el avance que, según ellos, había logrado la Patria hacia una nación moderna y considerada en el concierto mundial.

Esos festejos incluyeron desde inauguraciones de obras públicas, visitas de dignatarios extranjeros, espectáculos y una jineteada.
Para esta última fue convocado Mauricio Salazar. En el predio ferial de Palermo, en mayo de 1910, realizó una monta como solo él podía hacerlo, despertándola admiración de la Infanta Isabel, hija de Alfonso XIII, Rey de España, a punto tal que al terminar la jineteada de Salazar, Isabel se sacó el anillo que llevaba puesto y se lo obsequió.

Radicado en Dorrego trabajó en la Estancia “El Carmen”, de la sucesión de Glorialdo Fernández y su última proeza fue unir “Buenos Aires con Mar del Plata” en su caballo Cruz Diablo, marcha que le valió una condecoración del entonces Ministerio de Guerra.
La historia de la semana evoca la figura de este excepcional jinete que eligió nuestro pago. (Fabián Barda).

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