LA DORREGO

Chau PASO / Vot NO

Mientras la política discute las primarias, se consolida el rechazo social a ir dos veces a las urnas. Apoyo y trabas legales para el "todo en una" de Máximo K.

Por Diego Genoud (*)

Todo sea por alejar las elecciones, esa parece ser la única coincidencia. Las distintas tribus que conviven en el Frente de Todos siguen probando alquimias de las más diversas con el objetivo de postergar el calendario electoral, en un año en el que el rebote de la economía más pronunciado se espera para -mejor no decirlo- el segundo semestre.

Después de que los gobernadores del PJ mostraran su mayor esfuerzo para eliminar las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias por única vez y Máximo Kirchner hiciera circular la posibilidad de que se vote todo en una sola jornada, Jorge Capitanich lanzó, en una conversación que mantuvo con Alberto Fernández, la idea de que la votación sea voluntaria. Cada sector tiene necesidades y argumentos diferentes, pero todos coinciden en que lo mejor sería patear para adelante las primarias.

Mientras algunos sectores, como La Cámpora, precisan de las PASO para ganar posiciones dentro de la alianza pancristinista, otros prefieren no ceder esa herramienta con la excusa de no facilitarle a la oposición su propio acuerdo interno. Es sabido: en sus días de gobierno, desde Juntos por el Cambio se pedía dar de baja las primarias con el latiguillo de que era necesario ahorrar fondos y el peronismo las defendía. Salvo por algunas excepciones, hoy es al revés. En el oficialismo, el diputado Kirchner es el gran obstáculo para eliminarlas; en la oposición, los gobernadores radicales las quieren erradicar y en el PRO, Diego Santilli abrió la puerta a su manera para una postergación. “Si fuera este domingo, un acto masivo de esas características, en todo el país, con la movilización de gente que implica, no lo veo practicable, por el nivel de masividad”, le dijo el vicejefe de Gobierno a FM Futurock.

Debate obligado

El argumento principal que puede prosperar es la pandemia, el que mencionaron en las últimas horas Ginés González García y Nicolás Kreplack. El ministro de Salud de Fernández consideró un “riesgo muy innecesario” hacer las PASO en agosto y el viceministro de Axel Kicillof dijo que, “desde lo epidemiológico”, prefería que no fueran en el octavo mes del año, aunque se pronunció a favor de mantener las primarias.

Con la propuesta que deslizó ante Fernández, el gobernador de Chaco no hizo más que retomar un intento que ya se le pasó por la cabeza a Carlos Menem a fines de la década del noventa, cuando quiso dar de baja la obligatoriedad del voto y chocó con un obstáculo insalvable: la Constitución Nacional que él mismo había reformado en 1994.

Según lo que marca su artículo 37, el sufragio en Argentina “es universal, igual, secreto y obligatorio”, una condición que solo puede ser alterada si se vuelve a llamar a una Convención Constituyente para reformar la Carta Magna. Por eso, quienes conocen de elecciones dentro del oficialismo se ríen de la “nueva idea” que hacen correr en oficinas importantes del Gobierno y le ven “cero chances” de trascender. Ni Capitanich ni su entorno respondieron a las consultas de Letra P. En Argentina, el voto es obligatorio desde la ley Sáenz Peña de 1912 y hoy solo es optativo para menores de 18 años y mayores de 70.

No opositor

La intención de Kirchner hijo de votar todo en una única instancia también parece difícil de aplicar, porque sería una forma de recrear el sistema de Ley de Lemas, pero en el propio oficialismo están quienes creen que, para un gobierno de mayorías ajustadas, aprobar una modificación de la estructura del sistema electoral demandaría por lo menos varios meses de debate. La oposición va a rechazar cualquier cambio intempestivo, más todavía si se pretende hacer en un tramite exprés y sin debate. Consultado por Letra P, el jefe del PRO en Diputados, Cristian Ritondo, afirmó: “Hasta ahora no hubo ningún contacto oficial ni extraoficial por parte del Gobierno y nosotros seguimos con la misma idea de no cambiar reglas en un año electoral y sin un amplio consenso. Hubo elecciones en Estados Unidos, en Chile, en Ecuador y en otros países. En todos lados se votó. Hay que tomar las precauciones y nada más”.

Mientras los gobernadores y La Cámpora coinciden en analizar variantes técnicas y jurídicas para justificar una decisión política, la cuestión central parece la persistencia del covid-19 y la demora en el proceso de vacunación, una variable que el oficialismo no maneja y, por única vez, podría utilizar en su favor. Es una situación excepcional que, según creen tanto en la Casa Rosada como en el Gobierno de la Ciudad, puede llevar a que el electorado se incline por saltear la instancia de las PASO este año. En nombre de Juntos por el Cambio, Ritondo sostiene la postura oficial y afirma que la pandemia no puede ser un “pretexto para postergar las elecciones”.

Encuesta testigo

La presión de los gobernadores impulsó al Presidente a introducir el tema en la agenda parlamentaria e incluir el proyecto de la suspensión de las primarias por única vez en sesiones extraordinarias. Sin embargo, la ansiedad delata una necesidad y la falta de acuerdo entre los distintos sectores impide por ahora llegar a una solución. “Si lo vas a hacer, lo tenés que hacer 15 minutos antes y no apoyarte en el timbre tan temprano”, le dijo a Letra P un funcionario que no comparte el planteo de los mandatarios del PJ.

La paradoja es que las primarias parecen ser una necesidad del sistema político pero, a nivel social, hay indicios de que existe un plafón más que considerable para suspender su realización. Así lo marca el último sondeo de la consultora Aresco. De acuerdo a la medición que realizó el encuestador Federico Aurelio en los últimos días, más de la mitad de las personas consultadas prefiere votar una sola vez en el año. Con fecha del 12 de febrero y en base a 4.502 casos en el Área Metropolitana de Buenos Aires, el estudio indica que el 52,8% de la población quiere entrar al cuarto oscuro en una sola fecha y solo el 37,5% opina que deben realizarse en agosto como siempre. De ese total, el 27,2% apoya la idea de que las PASO directamente no se hagan en 2021 y el 25,6% respalda la propuesta de Máximo Kirchner: que las primarias se trasladen a octubre y se realicen junto con las generales. Entre los votantes de Fernández, las opiniones están divididas y apenas el 31,6% apoya la continuidad de las PASO, el 25% opina que hay que suspenderlas y la mayoría, el 35,8% apoya la opción MK, la variante que deslizó el jefe de la bancada oficialista de la Cámara baja.

La asistencia a los comicios es por lo general mas baja en las PASO. El piso se registró en las primarias de las presidenciales de 2015, con cerca del 75%, cuando el 25% de la población no cumplió con su obligación de votar. En las primarias de 2019, el nivel de asistencia fue algo mayor -llegó al 76,42%- y en las generales fue del 80,8%.

Las demoras en la provisión de la vacuna y lo lejano que parece hoy un escenario de inmunidad agrandan las chances de una postergación. De todas formas, la incertidumbre gobierna, como en todos los planos. El proceso eleccionario es complejo y necesita de una serie de pasos previos: designar autoridades de mesa, reservar las escuelas, revisar los padrones y nombrar personal a cargo de la seguridad del comicio. Si las Primarias Abiertas Obligatorias y Simultaneas fueran el segundo domingo de agosto, las listas deberían presentarse en junio y 50 días, en abril, debería estar resuelto el calendario electoral que hoy se discute. (22-02-21).

(*) Nota publicada en Letra P.

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