Recetas de cocina casera: hoy, pollo laqueado
Descubre el sabor auténtico y la textura suave y crujiente del pollo laqueado, un plato tradicional que ha conquistado paladares en todo el mundo. Originario de la China imperial, el pollo laqueado se convirtió en un símbolo de festividad y celebración. Su preparación única y el brillante acabado de su piel laqueada no solo es un deleite para el paladar, sino también para la vista. Te invito a sumergirte en este viaje culinario que te transportará a un mundo de sabores y tradiciones ancestrales.
Ingredientes para Pollo Laqueado para 2 personas
1 pollo entero de aproximadamente 1kg
3 cucharadas de miel
3 cucharadas de salsa de soja
2 dientes de ajo finamente picados
1 cucharada de jengibre rallado
1 cucharada de aceite de sésamo
Sal y pimienta al gusto
Cómo hacer la receta de Pollo Laqueado
1- Comienza lavando el pollo bajo agua fría y luego sécalo con toallas de papel. Asegúrate de que el pollo esté bien seco para que la piel quede crujiente.
2 – En un tazón grande, combina la miel, la salsa de soja, el ajo picado, el jengibre y el aceite de sésamo. Mezcla todo uniformemente hasta obtener una marinada.
3 – Baña el pollo en la marinada, asegurándote de que cada rincón esté bien cubierto. Deja reposar durante al menos 1 hora en el refrigerador.
4 – Precalienta el horno a 180°C. Coloca el pollo en una bandeja para hornear y vierte la marinada restante sobre él.
5 – Hornea durante aproximadamente 1 hora o hasta que el pollo esté dorado y completamente cocido.
6 – Una vez listo, retira del horno y deja reposar durante 10 minutos antes de servir.
Notas y Consejos
El pollo laqueado es una delicia que requiere atención al detalle. Aquí hay algunos consejos para lograr la perfección:
Marinada: El secreto de este plato está en su marinada. Es vital dejar que el pollo repose y absorba todos los sabores. Si puedes, marina el pollo durante toda la noche para intensificar el sabor.
Temperatura: Es importante que el horno esté completamente precalentado antes de introducir el pollo. Esto asegura una cocción uniforme y una piel crujiente.
Comprobación de cocción: Puedes verificar si el pollo está cocido insertando un cuchillo en la parte más gruesa. Si los jugos salen claros, está listo.
Si no tienes algunos ingredientes, no te preocupes. Por ejemplo, el aceite de sésamo puede ser reemplazado por aceite de oliva, aunque cambiará ligeramente el sabor. (Fuente: https://cocina-casera.com). (01-11-23).
