La ciudad

Apuntes del (mi) pueblo

El periodista de LA DORREGO Carlos Madera Murgui reflexiona sobre la situación actual local. Considera que, en medio de la saturación informativa, es fundamental centrarse en temas de nuestro distrito. Celebra la inauguración de un tomógrafo en el Hospital Municipal como un logro significativo, mientras cuestiona la prolongada crisis del suministro de agua potable. Además, menciona la importancia de los procesos electorales para acercar a los dirigentes a la población y aboga por abordar problemas cotidianos, como el tránsito y la infraestructura, entre otros.

Por Carlos Madera Murgui, periodista de LA DORREGO AM 1.470

Por estos días, donde la vorágine informativa, tanto formal como informal, se centra exclusivamente en un par de acontecimientos, no sería ni prudente, necesario ni respetuoso agregar una opinión más al fárrago de comentarios que se han escuchado. Más aún en lo que puede incurrir este cronista, que carece de información dura, profesional y rigurosa (después viene la opinión) sobre el par de temas sobresalientes que hoy preocupan a periodistas de “todas” las especialidades. Se habla y se escribe con la misma liviandad e impunidad, tanto sobre el inicio de la tercera guerra mundial como sobre la situación judicial histórica o el rendimiento de Boca para el próximo partido.

Aquí, con otros tiempos y horizontes extendidos, donde las cosas son más claras y sencillas, es posible analizar más lenta y meticulosamente (sin ningún interés serio que despeje odios irracionales), siempre surge algo. La mayoría de los “informados” no sabe literalmente lo que está ocurriendo cerca de ellos y que tiene incidencia directa en su vida diaria.

La última semana marcó un hito en lo que respecta a nuestra salud pública, con la inauguración de un tomógrafo en el Hospital Municipal. Posterguemos, por favor, revisar aspectos de lo que debería ser y celebremos un logro buscado durante años; eso es lo primero. Se nota cierto movimiento hacia adelante con la oferta de especializaciones y, por consiguiente, prácticas de nuevos médicos. Todavía no sé si habrá un acceso masivo a toda la demanda del pueblo, pero por algo se empieza; es importante.

La otra gran cuestión que parece olvidada es el agua (la que deberíamos tomar en casa, de la canilla). En lo que parece un sui generis “dorreguero”, hay una masa sumisa que se conforma con buscar agua en otro lugar, en condiciones sanitarias no óptimas (ni siquiera las que se respetan en otros momentos), una circunstancia impuesta “temporalmente” hace más de 20 años y que no parece tener solución. Ha pasado mucho desde entonces. Plantas prometidas más de una vez, anuncios archivados, retrocesos como los dispensadores coloniales o la red estallada literalmente a diario. Lo llamativo es el acostumbramiento a niveles básicos de los cuales no deberíamos resignarnos, comenzando por quienes pueden cambiar la historia y están donde están por una nítida voluntad.

Vienen procesos electorales donde candidatos, dirigentes y funcionarios implican un acercamiento un poco más notorio al grueso de la población (los vulnerables se benefician en el mejor sentido de la atención y visibilización), lo cual es útil, aunque se revitalice cada dos años con las mismas conversaciones. Otros temas, pero para otro momento, serían, por ejemplo, la “solución” (?) impuesta en relación a la seguridad del tránsito vehicular, concretamente el estacionamiento en la calle San Martín (entre Antonio Costa e Hipólito Irigoyen), y el tema INTA, que incluso provocó la aparición de una foto de nuestro intendente con otros regionales en el diario nacional Página 12, lo que denota una alentadora actividad al ocuparse de asuntos (todos son importantes) que requieren representación del distrito o decisión directa.

También está la discusión sobre la autovía de la ruta 3, donde los distritos involucrados reclaman condiciones de funcionamiento en relación a peajes y entradas a los pueblos. El preanuncio de “no vinculante” desanima, pero, para eso sirve la política y las relaciones institucionales; no dejaremos de sentar posición sobre lo que creemos que es mejor para el Partido de Dorrego. Son temas nuestros que, ignorados, debemos resolver nosotros. Esto no significa que todos tengan la misma responsabilidad ni ejecución, pero en una época “donde todos pueden opinar”, sería muy constructivo y prometedor hablar sobre lo que literalmente nos estalla en la cara, cuestiones de todos los días, para bien o para mal. (23-06-25).

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