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Mitos y verdades sobre el empleo de migrantes de Venezuela

En los últimos cuatro años se radicaron 120 mil personas provenientes de este país pero, lejos de lo que afirman dirigentes del Gobierno, su situación laboral dista de ser la ideal. La tasa de desocupación es del 13% y de los asalariados hay un 42% que tiene un trabajo no registrado.

POR MARÍA RUIZ MALEC (*)

El candidato a vicepresidente por Juntos por el Cambio, Miguel Ángel Pichetto, declaró la semana pasada que «cómo puede ser que gente que viene del extranjero, pongamos el ejemplo de los venezolanos, 400 mil ingresaron en el último año (…) y están todos trabajando».

A partir de esta declaración – spoiler alert: cuyos datos son falsos; analizamos la situación de los inmigrantes venezolanos, que está muy lejos de ser ideal.

Efectivamente, el flujo de inmigrantes venezolanos aumentó muchísimo a partir de 2015. Según datos oficiales, ese año se entregaron 5.798 residencias temporales y permanentes a personas con nacionalidad venezolana, que ya era más del doble de las entregadas en 2014. En 2018, los y las venezolanas representaron la corriente inmigratoria más importante, con 70.531 radicaciones. Un aumento del 1.216%. A esto habría que sumarle aquellos que se encuentran en situación irregular. Esta no debería representar una fracción muy importante, en la medida en que se facilitó la tramitación de documentación para inmigrantes de Venezuela. En total, en los últimos cuatro años se radicaron 120.335 personas provenientes de este país, bastante lejos de los 400 mil de Pichetto.

La Encuesta Permanente de Hogares (EPH) efectivamente está captando este aumento en la cantidad de personas provenientes de Venezuela y nos permite, con algunos cuidados estadísticos, tener datos sobre esta población. La mayoría de los venezolanos encuestados (el 98%) efectivamente llegó a la Argentina en los últimos cinco años. Están super concentrados en la región del Gran Buenos Aires (que incluye a la ciudad de Buenos Aires y los 24 partidos del conurbano bonaerense). Mientras que, del total de los representados por la EPH el 52% son del GBA, 9 de cada 10 venezolanos vive en esta región.

¿Encuentran todos trabajo? La respuesta es no. De hecho, los y las venezolanas tienen mayores problemas para conseguir empleo. La tasa de desempleo es de 13,2% para este grupo y de 9,5% para los no migrantes. La tasa de desempleo entre los venezolanos es incluso superior que la de otros grupos migrantes. Pero además, acceden a empleos de menor calidad. La EPH capta una gran mayoría de asalariados (y pocos trabajadores por su propia cuenta) dentro de los venezolanos. Pero dentro de los asalariados, la tasa de no registro alcanza al 42%, por encima del 33% para los no migrantes.

Estas estadísticas están calculadas sobre el conjunto de datos que van desde el segundo trimestre de 2018 al primero de 2019. No podemos tomar el dato de un solo trimestre, porque nos quedarían muy poquitos casos. Los inmigrantes son mucho menos de los que se piensa.

¿Trabajan todos en Rappi, Uber y Glovo? La EPH nos muestra que no son tantos los que tienen trabajos con vehículos (bicicleta, moto o auto, que es una manera de identificar a estos empleos). Sobre el total de ocupados, solo 2,25% declaran este tipo de empleos, que igual es un ratio superior al 0,77% observado entre los argentinos. Aún así, es cierto que esta nacionalidad se encuentra sobre-representada entre los trabajadores de estas plataformas. La Encuesta a Trabajadores de Plataformas (ETP) realizada por las consultoras EPyCA e Intervalar para un informe de CIPPEC, muestra que el 83,6% de los trabajadores de Rappi, el 65,7% de los trabajadores de Glovo y el 14,9% de los trabajadores de Cabify no vivían en Argentina hace cinco años. En el caso de Uber, el porcentaje sigue siendo menor (4,5%). El informe que acompaña la encuesta afirma que, efectivamente, hay una predominancia de inmigrantes venezolanos dentro de este grupo.

Tal como se percibe, hay una gran cantidad de venezolanos «sobre-calificados» para los puestos que ocupan y/o para los puestos que no consiguen. El porcentaje de venezolanos en Argentina con estudios universitarios completos es del 68%, muy por encima del 20% para el total de la población argentina. Esto no significa que el 68% de los venezolanos en todo el mundo tengan estas credenciales educativas, sino que han llegado a Argentina muchos de los que sí pudieron completar sus estudios. Esto no les garantiza obtener buenos empleos. La tasa de no registro para inmigrantes venezolanos con universitario completo alcanza el 39,5% mientras que para un universitario argentino es del 13,5%.

Por último, a los venezolanos les cuesta más alcanzar un ingreso suficiente para la subsistencia. Los que tienen un empleo tienen ingresos un 13% inferiores al promedio de los argentinos. Pero además, para alcanzar ese ingreso, tienen que trabajar más horas.

Aun relegando condiciones de trabajo, trabajando más horas en promedio, estando calificados y aceptando puestos que exigen menor calificación, este grupo poblacional tiene una tasa de desempleo más alta y apenas alcanza los ingresos del resto. Su situación dista de ser ideal, pese a que el Gobierno insista con la romantización del esfuerzo individual.

(*) PUBLICADO EN WWW.CENITAL.COM

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