POR PABLO JAVIER MARCÓ
En una inédita y arriesgada propuesta, el actor y cantante Antonio Birabent decidió ponerle música -y su propia voz- a 8 poemas de escritores bonaerenses.
Y así nació Oficio: Juglar, disco que el artista decidió presentar en las ciudades donde nacieron los poetas. La antología cuenta con el apoyo del gobierno bonaerense .
«Aunque estamos desacostumbrados en el mundo latinoamericano, el Estado no es de los partidos, sino de las personas. Por otro lado, sin el gobierno provincial no podría haberlo hecho…», le dijo alguna vez al diario Página 12.
Como una de las obras elegidas fue escrita por el dorreguense Roberto Juarroz, Birabent se presentó este viernes en el Centro Cultural de la municipalidad para cerrar su serie de actuaciones del año.
Respetando el orden cronológico en que se pueden leer y escuchar los poemas, el recital se inició con Lloraría, de Sergio Bizzio.
Luego, se escucharon ¿Por qué no mandas?, de Almafuerte; Contra el cristal de la pecera de acuario (Rodolfo Fogwill), y Forja (Aurora Venturini).
El quinto tema fue Poema 82, Segunda Poesía Vertical, de nuestro Juarroz. La última inocencia (Alejandra Pizarnik), La balada del Río Salado (Vicente Barbieri) y Cuando cae la noche (Abelardo Castillo), completaron la nómina.
«Mi padre (Moris) me dijo que si la gente aplaude mucho después de un show, hay que hacer otra; igual la hubiéramos hecho», aclaró, entre risas. Y para la despedida eligió Madrid, canción que integra el disco Azar, que vio la luz en 1997.
Una vez finalizado el espectáculo, Birabent se sacó fotos con los presentes y se repartieron libros, que no están a la venta e incluyen los 8 poemas y canciones con un CD.
Los 40 o 50 vecinos que eligieron esta opción para recibir a la primera noche del verano, disfrutaron de una sólida y bella función. Afuera, los esperaba una imponente y resplandeciente luna, esa inagotable musa de tantos artistas.
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