Marcelo Camarero (49) asegura que no recuerda qué pasó aquel 8 de junio de 2016, cuando su exnovia María Liliana Díaz Benítez (29) (foto) apareció sin vida, con un disparo en la cabeza, dentro de su auto, en un garaje de nuestra ciudad.
El hombre está detenido y su defensor, Ignacio Francisco de Franco, busca plantear la inimputabilidad: a partir de que consumía una medicación, cree que no comprendió la criminalidad del acto ni supo dirigir sus acciones.
Sin embargo, esa coartada fue rechazada, en primer término, por la justicia de Garantías y ahora por la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal, que confirmó la elevación a juicio de la causa por el femicidio.
Los doctores Gustavo Barbieri y Pablo Soumoulou coincidieron con la jueza Gilda Stemphelet y desestimaron el recurso presentado por el abogado particular.
“No hay apoyo en la evidencia para creerlo inimputable”, dijeron los camaristas.
Más allá de los dichos de Camarero durante su indagatoria, acerca de que no recuerda lo ocurrido, su posición “no resulta coherente” con los relatos de diversos testigos, quienes contaron haber escuchado al propio acusado, poco después del hecho, que él había matado a la joven.
Es relevante, a su vez, una entrevista que mantuvo Camarero con la psicóloga María Guarino, de la cual se concluye que “se encontraba lúcido, ubicado en tiempo y espacio, sin alteraciones sensoperceptivas, y sin que se evalúen alteraciones en el curso o contenido del pensamiento”.
No resulta suficiente para acreditar su supuesto estado el hecho de que para la fecha tomara clonazepam (para controlar su ansiedad y trastornos de sueño), ya que su consumo no conlleva, “ni en general ni con respecto a Camarero”, un estado de inimputabilidad compatible con las previsiones del artículo 34 del Código Penal.
Por todo lo expuesto, la Cámara resolvió confirmar la elevación a juicio de la causa.
El caso
Camarero está acusado de dispararle en la cabeza a Díaz Benítez. El hecho ocurrió el 8 de junio de 2016.
Según informaron fuentes judiciales, el imputado pasó a buscar a la joven en su Peugeot 308 por el colegio donde estudiaba educación física, en Martín Fierro al 900, de Dorrego.
El vehículo fue hallado en una cochera de Yrigoyen, entre Lequerica y Santagada, a siete cuadras del establecimiento, con el cadáver de la mujer en el asiento del acompañante.
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