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Líbero y memorioso: el hijo del gobernador

ESCRITO POR FABIÁN BARDA EN LA PÁGINA DE FACEBOOK DE BOLA 8

Una vez afianzado el fútbol liguista comenzó a nutrirse, no sólo de los valores que surgían en los clubes, sino también de varias vertientes. El Servicio Militar, sobre todo la Base Naval de Puerto Belgrano, era un semillero de “colimbas” venidos de las provincias que ficharon tanto para Sporting como para Rosario Puerto Belgrano región, para otros equipos de la Liga del Sur y Ligas de la región, también llegaron consagrados futbolistas de la mencionada liga bahiense y de la de Tres Arroyos y, aunque no mayoritariamente, recalaron algunos estudiantes universitarios que despuntaban el vicio y arrimaban unos “mangos” a sus flacos bolsillos.

Fue así que, a principios de la década de 1970, ocupó el arco del Club Atlético Ferroviario, José “Yuyo” Regazzoli, conocido en nuestro ambiente futbolístico como “El hijo del Gobernador”.

Efectivamente, “El Yuyo”, era hijo de José Aquiles Regazzoli quien fuera gobernador de la provincia de la Pampa desde la “Primavera Camporista” hasta el golpe de Estado que instaló la Dictadura Cívico-Militar de 1976 a 1983.

De tal palo tal astilla, ya que Regazzoli (padre), de joven, practicó fútbol y en 1927 llegó a ser arquero de All Boys de Santa Rosa. Desarrolló una extensa carrera en la Policía de los Territorios Nacionales. Identificado con el peronismo desde su surgimiento en la década del ’40, derrocado Perón, fue uno de los líderes del alzamiento cívico-militar del 9 de junio de 1956 en La Pampa. Estuvo preso en la Colonia Penal U4 y corrió el riesgo de ser fusilado como lo fueron otros detenidos en Lanús, Campo de Mayo, y los basurales de José León Suárez.

Al salir de la cárcel, recolectaba leña para su venta y siguió con su militancia, por lo que cayó preso en varias ocasiones más. En los años ’60 se desempeñó como capataz en la obra de construcción de la actual Casa de Gobierno de la provincia de la Pampa.

Acompañó en el avión al general Perón en su regreso el 17 de noviembre de 1972. Al año siguiente fue elegido gobernador por el PJ que integraba el Frente Justicialista de Liberación.

Regazzoli y sus tres hijos fueron víctimas del terrorismo de estado. Puntualmente, “Yuyo”, el ex arquero de Ferroviario, fue un detenido-desaparecido en abril de 1976, “blanqueado”, dentro de la inexistencia de un estado de derecho, se ponía a los detenidos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, alojado en la Unidad 4 del SPF y, luego, en la seccional 1 de la ciudad de Santa Rosa donde fue fuertemente torturado.

En su paso por el futbol local compartió plantel con ese símbolo del Ferroviario de todos los tiempos: Néstor “Marica” Fernández, con ese tremendo jugador que fue el Negro “Chichito” Pinto y con ese gran formador de futbolistas y personas, Carlitos Yezzi.

Lo recuerdo en una épica batalla, en cancha del Centro Social Valenciano, a donde habíamos concurrido en la caja de la vieja Chevrolet Roja de Petit Daher con todos los Daher, ese día con buzo amarillo y, con el “Peto” Boutempo con la diez aurinegra en la espalda, Regazzoli jugó un partido memorable.

Para sus amigos y compañeros seguirá siendo el “Yuyo”, pero para la gran afición futbolera de Dorrego, “El hijo del Gobernador”.

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