Sociedad

(CON VIDEO) «(En Dorrego) hay hombres que mataron mujeres, que abusaron, que violaron, (y) que vendieron el cuerpo de mujeres a otros hombres como una mercancía más»

Este es el documento elaborado por la colectiva feminista Y que los platos los lave otro, en adhesión a la cuarta movilización nacional Ni Una Menos.

El texto también fue enviado al Concejo Deliberante.

A continuación, el documento:

Violencia de género, femicidio. abuso sexual, aborto legal, seguro y gratuito son palabras que los medios nos enrostran todo el tiempo, cuando estamos almorzando frente al tele, cuando estamos compartiendo momentos con otros. Son palabras que nombran realidades que nos acostumbramos a conocer y a naturalizar. Son dolores que nos rodean pero que construimos como ajenos. Resultan monstruosidades que aislamos de la realidad cotidiana y las internalizados desde el extrañamiento ,desde lo ajeno.

Pero, ésta es justamente, la actitud que alimenta estas violencias: el pensarlas como realidades que suceden a otros, obra de seres monstruosos que irrumpen en la sociedad quebrando la racionalidad de lo cotidiano.

A estos hechos los presentan como noticias, como tragedias que sacuden a alguna comunidad. Los vuelven intempestivos, irracionales. Sin embargo constituyen la visibilización extrema y más violenta de un proceso que ya existía. Cada eslabón de violencia que naturalizamos y aceptamos como mandato natural de cómo deben ser los órdenes ha ido sosteniendo y construyendo esa violencia terrible que nos anonada.

Somos todos y todas partícipes y constructores de esas muerte de mujeres, de esos abusos. Nacieron de indiferencias que creemos pequeñas e inofensivas.

La antropóloga Rita Segato vislumbra la salida para esta dolorosa red de violencias que se ejercen sobre las mujeres solamente desde la posibilidad de construir espacios vinculares, menos protocolares.

Propone generar otra manera de hacer política , una `política de los vínculos.

Entonces es cuando pienso en mi lugar, constituimos una sociedad que podríamos definir pequeña, en la que más o menos nos conocemos, sabemos nuestras historias, las construimos aquí con la misma gente que nos rodea a diario. Esto parece reconfortante ¿Qué daño podríamos esperar?¿Qué tragedias? Nos regodeamos en el concepto de los beneficios de estar en un lugar donde nos conocemos.

Sin embargo, aparentemente de repente, nos sacude un acto extremo de violencia y empezamos a preguntarnos ¿Cómo pudo pasar esto en Dorrego?

Y, sí, esto pudo y pasó en Dorrego.

Aquí hay hombres que mataron mujeres, hombres que abusaron, que violaron, hombres que vendieron el cuerpo de las mujeres a otros hombres como una mercancía más. Algunos están presos, otros andan libremente,

Me pregunto en qué punto de este espacio llamado comunidad nos paramos ¿Por qué no pensamos en esas violencias menores que naturalizamos a diario?

La frase “empoderar a las mujeres” se usa con frecuencia pero ¿Dónde pueden dejar a sus hijos las mujeres que deciden continuar la escuela , que se dicta en horario vespertino , para completar su escolarización, uno de los caminos más directos al empoderamiento?
¿Por qué todos los planes de trabajo que se piensan para ellas tienen que ver con la costura, alimentos, cursos de cuidado? Todas tareas subvaluadas y que en consecuencia no tienen un reconocimiento económico valioso.

En estos momentos se está debatiendo formalmente por primera vez en los estamentos legislativos el tema del aborto. ¿Acaso no es una práctica a la que las mujeres recurrimos desde siempre? ¿No sabemos que los riesgos de las prácticas abortivas están directamente relacionadas con las condiciones de higiene, de salubridad en que se hacen los abortos y los medios que se usan para abortar?

En Dorrego las mujeres abortamos, como en todos lados Es indispensable discutir esta práctica también aquí. Por eso hoy, aquí reclamamos aborto legal, seguro y gratuito.

En Dorrego no hay un espacio habitacional en el que poder dar refugio a mujeres que, por violencia, no pueden permanecer en sus casas. Pedimos a las mujeres que denuncien ¿Y después? ¿Qué hacemos? ¿Cómo hacemos para cuidarlas? Las soluciones vienen acompañadas del esfuerzo individual, de la empatía particular porque aún no hay políticas públicas eficientes ¿Es inevitable, es adecuado alojarlas en el hospital? ¿Cuánto falta para que una mujer que logra dominar el miedo y decide despegarse del círculo de violencia que la rodea pueda estar segura y saber que la protegerán?


VIDEO GENTILEZA VIDEOS PARA TODOS (PABLO RODRÍGUEZ)

Dorrego es una comunidad pequeña, qué útil sería saber que contamos con un arma poderosa como la condena social. Me pregunto ¿Por qué olvidamos tan pronto lo que algunos hombres hicieron , las violencias que ejercieron sobre mujeres o sobre cuerpos de mujeres? ¿Por qué cuando vuelven a nuestra ciudad los aceptamos, comerciamos con ellos? ¿Por qué la comunidad se mantiene indiferente, olvida?

Esta reflexión tiene que ver con la memoria, con la necesidad de analizar situaciones cotidianas para desarticular en ellas todos los rasgos de violencia hacia las mujeres. Como grupo feminista, desde Y que los platos los lave otro, buscamos replantear la deconstrucción de los prejuicios de género y perseguimos una educación sostenida en la paridad real. Es el esfuerzo de cada habitante de Dorrego para analizar, luchar y vencer estas construcciones que tanta violencia generan lo que hara un espacio nemos violento. De otras maneras estaríamos buscando soluciones utópicas, mágicas.

Como para cerrar elegimos una idea de Rita Segato referida a la idea de que sólo desde un espacio comunitario podremos cuidar a las mujeres, ella aclara las condiciones que son indispensables para que esa comunidad sea realmente efectiva y reclama “es necesario en esa comunidad compartir una historia que se dirige hacia un futuro en común, el deseo de estar en conjunción, en interlocución, además de una permanente obligación de reciprocidad”.

Ojalá algún día Coronel Dorrego se acerque a esta definición de comunidad y logremos hacer de éste un espacio más equitativo.

Y que los platos los lave otro
Junio 2018

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