Denuncian subas de hasta 270% en los medicamentos más vendidos
Los diez medicamentos de mayor salida, que cubren los principales grupos terapéuticos, registraron subas de hasta 270% desde 2015, muy por encima del Indice de Precios al Consumidor (IPC) que para el mismo período fue del 96%.
Los datos surgen de un relevamiento de la asociación Consumidores Libres que compara los valores de un mismo medicamento en diciembre de 2015 y mayo de 2018, es decir, en un período de dos años y cinco meses.
Algunos de las especialidades medicinales, como los ansiolíticos Alplax (46%) y Rivotril (64%), muestran subas por debajo del IPC, en tanto que otras como el analgésico Cafiaspirina (242%) o el anticoagulante Aspirinetas (244%), registran aumentos muy superiores.
El caso de T4 Montpellier (levotiroxina), usado en el tratamientos de la tiroiditis, es el que mayor suba registró en el período observado, al llegar al 270%.
“Los precios de los medicamentos de mayor consumo subieron muy por arriba de la inflación y de la devaluación”, explicó Héctor Polino, titular de Consumidores Libres.
Según el especialista, “no hay razón que explique semejante suba, que hace que los medicamentos estén más caros en Argentina que en Francia y otros países de Europa”.
Para Polino, “no hay que buscar la culpa en las farmacias sino en los laboratorios tanto nacionales como extranjeros, que fijan los precios de manera arbitraria y sin controles por parte del Estado”.
El titular de Consumidores Libres señaló que algunas “tibias iniciativas” se impulsaron desde el gobierno, como la ley de Defensa de la Competencia -que impide las maniobras de cartelización- pero que las mismas son insuficientes para regular el mercado de los medicamentos.
“Debe declararse al medicamento bien social y someter a la industria a rigurosos controles”, dijo Polino, quien elogió la experiencia desarrollada en Santa Fe con la creación de laboratorios públicos que producen medicamentos para abastecer a los hospitales.
Del mismo modo, el especialista reclamó el cumplimiento de la ley de genéricos que obliga a receta por el nombre de la droga y no por la marca comercial. (Diario Popular).
