Política

La guerra del cerdo de Milei y el decisión crítica de CFK sobre Máximo

A un mes de la elección en PBA, el libertario lanzó la campaña con un libreto repetido: el fantasma K. La épica del jóvenes vs. viejos. Anatomía del ausentismo: del terror-asco a la bronca-apatía. ¿Alguien puede vencer a LLA? Números bonaerenses y el nombre para octubre.

NOTA DE PABLO IBAÑEZ EN CENITAL

La paradoja lógica que invocó Javier Milei, en la que el Gobierno es un objeto imparable que se encamina a chocar contra un objeto inamovible -que es la oposición-, tiene como solución teórica la desintegración de ambos objetos. Una interpretación literal de la metáfora política del presidente significa una destrucción absoluta mutua. Es verosímil: en el discurso que leyó el viernes, Milei dijo que lo tendrán que “sacar con los pies para adelante”.

Hay otras hipótesis sobre la paradoja libertaria: la fusión de los objetos –en uno que conjuga dos cualidades antagónicas (ser, al mismo tiempo, imparable e inamovible)– o el cambio de roles y condiciones de los objetos: el imparable se vuelve inamovible y éste adquiere la cualidad del aquel. Es decir: se reestablece la situación original de los objetos, pero con cualidades cambiadas. Mutación o fusión, como en la deglución del PRO por parte de La Libertad Avanza (LLA), ceremonia que Mauricio Macri consintió pero sin la foto, tal como pedía Karina Milei. La famosa frase de José María “Tati” Vernet: lo peor no es perder, sino la cara de boludo que te queda.

22 minutos
Luego de la visita de 22 minutos a La Matanza para la foto con la que lanzó la campaña electoral con el eslogan “Kirchnerismo Nunca Más”, Milei usó la Cadena Nacional para apuntar contra el Congreso donde, en 25 días, acumuló dos derrotas bravas que pronostican futuras tormentas. Hubo algo de resignación. “Aceptar las limitaciones propias es una sabiduría triste”, podría decir el libertario, y hacer suya una reflexión de Isidoro Vidal, el personaje de Diario de la Guerra del Cerdo, la novela de Adolfo Bioy Casares.

Sería una referencia literaria oportuna, porque en la Cadena Nacional del viernes el presidente reforzó una línea argumental -que estrenó en su visita a La Rural a fines de julio– y que remite al enfrentamiento intergeneracional del relato de Bioy Casares. Textuales de Milei: “Aquellos que no acompañen el veto son genocidas que van a estar asesinando a las generaciones futuras” y “estarían haciendo una matanza sobre nuestros jóvenes, sobre nuestro futuro”.

El viernes reforzó ese eje. El libertario dibuja una guerra del cerdo invertida, un enfrentamiento entre jubilados y jóvenes, en la que los primeros son culpables de los males de los segundos. Milei opera, según el método de Santiago Caputo, sobre una fractura expuesta en la opinión pública. El último informe de Trends, la consultora de Tomás Banchero, reproduce un dato que también reflejan otros estudios: entre jóvenes de 16 a 29 años, el apoyo a Milei llega a 66% mientras que entre mayores de 60 años, ronda el 36%. El gobierno pretende exprimir, todo lo que puede, ese conflicto.

El Milei que acelera en las curvas, luego de un sacudón financiero que estacionó el dólar cerca de los 1.350 pesos gracias a la baja de retenciones, repite un libreto que usaron, con éxito dispar, los antiperonismos a lo largo de la última década. Santiago Caputo está detrás de la campaña que desempolva el fantasma del kirchernismo pero que, en paralelo, expone una debilidad: tras un año y medio de gestión, lo más poderoso que tiene LLA para ofrecer es evitar el regreso K. El libertarismo no es, por lo que ofrece, suficientemente sexy para ir a una campaña donde pueda mostrar sus virtudes más que señalar los defectos del rival.

El timing de la foto en Villa Celina, con todos –salvo Milei, que estuvo 5 minutos– uniformados con buzos violetas que repartió Sebastián Pareja buscó, en paralelo, ocupar la agenda frente a la marcha por San Cayetano, cuando el desempleo y el riesgo de perder el empleo ganó volumen. En medio ocurrió el Mondino-gate, un tsunami de declaraciones fatales de la excanciller contra Milei que en Casa Rosada atribuyeron a que no fue convocada para lo que pedía: ser candidata a diputada en octubre. Nota al pie: Mondino derrama malicia pero vale decir, también, que jamás fue una declarante criteriosa.

Matemática bonaerense
En Casa Rosada deslizan que, a 30 días de la elección del 7 de septiembre, sus números muestran ganador al peronismo de Fuerza Patria. Es raro: en el PJ dicen, por su parte, que solo ganan en el conurbano sur, la Tercera Sección. La consultora Rubikon-Intel, que coordina Luis Fernando “Chino” Navarro -que con un tracking privado al que en su momento accedió Cenital pronosticó el triunfo de Manuel Adorni en CABA- midió en julio intención de voto y mostró a LLA varios puntos arriba en la Primera, un empate en la Tercera y paliza libertaria en el interior. Entre jóvenes de 16 a 30 años, LLA más que duplica a Fuerza Patria.

En La Plata tienen mejores números. Y se embalan con la hipótesis de una victoria que sería, además, un reimpulso a la figura de Axel Kicillof en la familia peronista. Entre los consultores hay matices. Una duda repetida refiere a que en los estudios hay un desacople entre la variable territorial de las terceras fuerzas –Somos Buenos Aires y Hechos, en particular en la Segunda y la Cuarta– y su reflejo en las encuestas.

La estrategia de agitar la amenaza K, diseñada por Caputo –la escenografía de la pobreza emula algunas fotos de Macri, ideadas por Jaime Durán Barba, alguna vez maestro de “Bambi”– tiene el obvio objetivo de polarizar. En LLA están seguros de que los desencantados de Milei, a la hora de elegir entre un presente duro y pasado agotado, preferirán estirarle el crédito político al libertario. Se verificará en estos meses. La duda es otra: ¿la amenaza K alcanza para motivar al desencantado? En este texto, más adelante, hay una respuesta.

El peronismo, cuya campaña centraliza el kicillofismo a través del consultor Ignacio Ramírez, se alinea en el concepto de “sumar fuerzas” contra Milei y en defensa de los sectores afectados por las políticas de LLA. “Hay miles de razones para sumar fuerzas”, dicen en la provincia. La sintonía electoral, con un Kicillof muy activo en el territorio, coincide con un principio de revelación entre los intendentes respecto a que la elección que importa es la de septiembre. La noche del 7-S se verá pero el desdoblamiento podría, al final, revisarse como una decisión acertada o no.

Anatomía del ausentismo
Un extenso y muy completo informe cualitativo y cuantitativo en las provincias que votaron este año, donde la concurrencia bajó hasta 17 puntos, que realizó la consultora Rubikón-Intel Argentina, y que estuvo a cargo del sociólogo Pablo Semán, aporta varios elementos para reconstruir el perfil de los no votantes. Una diagonal remite a 2023, cuando un amplio sector de la población zigzageó entre el “terror” a Milei y el “asco” a Sergio Massa. En la segunda vuelta, la mayoría tomó posición. En este 2025, parte de aquellos votantes optaron por no concurrir. ¿A los que votaron por asco y ahora están desencantados con Milei, les alcanza la amenaza del retorno K para volver a poner la boleta violeta?

Hay una clave. Existe una desazón explícita sobre el deterioro económico –cambio de hábitos, resignación, riesgo de pérdida de empleo, con perspectiva de que eso es permanente– que se combina con una decepción política porque no ven una oferta política y electoral seductora. La crítica central es que las oposiciones proponen las mismas ideas y los mismos candidatos de siempre. Se puede sintetizar en una frase tremenda: las condiciones objetivas están dadas para que Milei pierda, pero no tiene ante quién perder. Es el viejo truco de que LLA generó desencantados que, sin embargo, no tienen ningún incentivo para migrar hacia el peronismo, la principal oposición.

La anatomía del no votante, según el estudio de Rubikon-Intel, refleja que se trata, en general, de un ciudadano informado e interesado por la política (es decir, no es apático, sino desencantado) y que su decisión de no votar, aunque supone una decisión política, tampoco fue largamente premeditada, sino que fue una decisión del momento, de desinterés, casi culposa. De hecho, la mitad de los ausentes, valoran la trascendencia del voto. Hay otra alerta: los sentimientos de los ausentistas con la política son mayoritariamente, por mucho, negativos.

Número uno en tu lista
¿Cómo operar sobre el desencanto? Milei amenaza con el kirchnerismo, en el peronismo apareció la variable de poner el apellido Kirchner al frente de la boleta bonaerense de octubre. “Máximo está, pero la decisión depende de Cristina”, dijo una fuente K a Cenital luego de un clamor en X para instalar a Máximo Kirchner como primer candidato a diputado nacional. ¿Quién decide la boleta? ¿Pasa Máximo el filtro del peronismo? ¿Quiere Cristina que su hijo sea el principal candidato del peronismo en las elecciones de octubre en la provincia?

Tras el mensaje de Sergio Massa, que dice que no quiere ser, y el consenso bastante amplio en el peronismo respecto a que no simpatizan con tener a Juan Grabois como primer candidato a diputado, apareció un vacío en la boleta nacional. Sonaron intendentes, que muy rápido se mancaron (aunque podrían volver), como Federico Achával, Ariel Sujarchuk, Mariel Fernández. Y apareció, a sugerencia de Kicillof, el nombre de Jorge Taiana, como contracara del perfil agresivo de José Luis Espert, el inevitable candidato libertario.

Taiana asomó, si se quiere, como un símbolo. Es una figura que no tiene única terminal, por lo que no es de nadie y puede ser de todos. Está en línea con Cristina. Es, de hecho, una de las figuras de la campaña Cristina Libre en el exterior. Luego, desde La Plata el mensaje fue que Kicillof no propone ni va a impulsar a nadie para que encabece la lista de diputados nacionales. Eso, en todo caso, dependerá de una mesa política ampliada. En esa mesa, si llega a conformarse, la palabra de CFK será determinante.

Con los días, perdió volumen la tesis de un intendente. La decisión de Juan Grabois de que su partido, Patria Grande, no firme la integración a la alianza Fuerza Patria apareció como otro componente porque la resistencia del dirigente se enfocaba, casi exclusivamente, en no ir detrás de Massa o un intendente con el que tenga diferencias. Máximo, como primer diputado, anularía los resquemores de Grabois.

“Tiene que jugar. En la orga queremos que juegue. Pero depende de Cristina. Ella va a evaluar y resolverá qué es lo más conveniente”, dijo a Cenital una fuente camporista. Hay varios temores. Uno es que Máximo encabece una lista que tenga un muy mal resultado. Otro, que ese resultado exprese, además, una falta de empuje desde el peronismo. El tercero, todo vinculado, es que Máximo no retenga ni siquiera el “piso” hipotético del peronismo.

En La Cámpora aseguran que la negativa de Máximo, asumida, es “indirecta”. Es decir, el rechazo tiene que ver con lo que se dice de él, producto de un largo silencio, y que podría contrarrestarse con el proceso de salir al sol -hablar en los medios– que inició luego de la detención de CFK. “Massa y Grabois tiene negativa alta por ellos mismos. Máximo la puede revertir”, teorizan cerca suyo para apagar las críticas, inevitables, sobre la eventual mala factura del dirigente como candidato.

La última palabra la tendrá Cristina. (11-08-25).

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