Adelantamiento y/o desdoblamiento
2025, año electoral, prueba de fuego para los libertarios en los comicios de medio término. * Adelantamiento y/o desdoblamiento: las dos palabras que ganaron los titulares de las novedades políticas de este verano. * La ciudad de Buenos Aires y la provincia intentan despegarse de las elecciones nacionales. * Elecciones diferenciadas no son novedosas en el país, ya que muchas provincias eligen en diferentes fechas sus autoridades.
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Escribe Fabián Barda
A punto de arrancar este análisis diciendo que 2025 es un año político. Primer error: todos los días y las horas son políticos desde que el ser humano vive gregariamente. Lo acertado es decir que este año es electoral y que traerá lo que comúnmente se conoce como los comicios de medio término, en los que en la casi totalidad del país se renueva, por mitades, el poder legislativo tanto nacional como provincial, así como su asociativo a nivel municipal. Puede haber excepciones en algunos municipios de algunas provincias cuyo sistema municipal contempla órganos colegiados para el Poder Ejecutivo y la particularidad de que algunas provincias tienen un sistema unicameral de legisladores.
Estas elecciones son las primeras que enfrentará el gobierno del presidente Milei. En el tránsito que va desde la teoría de la Escuela Austríaca al barro de la política, los hermanos Milei han conseguido adhesiones en base a la sumisión de sectores políticos provenientes de diferentes tradiciones del espectro argentino. Del miedo a la cancelación se acoplaron otros: los emergentes libertarios “portadores de ficha limpia” y una “alianza macro, sui generis y ad hoc” con las dos vertientes del PRO; por un lado, la adhesión plena de Bullrich y su gente (entre la que se incluye al radical Petri). La ministra llegó a manifestar por estas horas la posibilidad de afiliarse a la Libertad Avanza y, por el otro, el fundador del espacio, Mauricio Macri, que deambula en la búsqueda de señales para una integración más plena (léase participación con cargos en el gobierno). En este sentido, los libertarios hacen pesar su fortaleza política frente a las aspiraciones del ex presidente, que termina asumiendo un papel más de agradar al establishment y a los sectores del denominado núcleo duro de la derecha argentina, tratando de sujetar algunos de sus ex funcionarios hoy en funciones con Milei, que a medida que comienzan a nombrar a “Javier” dejan de decir “Mauri”. También, al igual que él lo hizo, desde LA le recuerdan que sigue vigente la política de la extorsión: “si no estás conmigo, vuelven otra vez”, lo que justifica la sumisión. Hoy el PRO es a la Libertad Avanza lo que el radicalismo fue al PRO.
Desde fines de 2024 se vienen escuchando desde dos distritos electorales de peso en el país dos palabras: adelantamiento y/o desdoblamiento.
Hay provincias que históricamente han convocado a elecciones en forma separada. A dos meses de iniciado el año, Salta, Santa Fe, Chaco y San Luis dispusieron la separación de las legislativas locales de las nacionales.
El jefe de gobierno porteño, Jorge Macri (PRO), anunció el desdoblamiento y explicó que las elecciones para legisladores locales serían en los primeros días de julio, con Boleta Única Electrónica. Por estas horas, en la Legislatura porteña se cuentan los porotos para llevar adelante la iniciativa de suspender las PASO.
Jorge Macri asume esa postura para tratar de salir del laberinto en que el juego político de los dos referentes más fuertes del PRO, Mauricio Macri y Patricia Bullrich, lo han llevado. No hay dudas de que su polémica candidatura (renuncia al cargo de Intendente de Vicente López el día que es consagrado candidato del PRO para CABA) tuvo el aval de su primo. Ahora, en el ejercicio de su gobierno, tiene algunas diferencias con los libertarios; es más, la gente de Karina y Javier no aceptan la idea de CABA como una isla del PRO, quieren disputar territorialmente. Es ahí donde entra en pleno juego la interna, quedando Jorge Macri en una encerrona para despegar el juego nacional de la partida porteña.
Los argumentos oficiales porteños son que en menos de cuatro meses habría cuatro elecciones si no se suspenden las PASO.
Fijar las fechas de las elecciones en la ciudad es potestad del “Alcalde de Buenos Aires”. Respecto al adelantamiento de las elecciones intermedias, el artículo 57 del código electoral porteño de 2018 asevera: «La convocatoria a elecciones primarias la efectúa el/la Jefe/a de Gobierno al menos ciento veinte (120) días corridos antes de su realización. Las elecciones primarias se celebran con una antelación no menor a sesenta y cinco (65) días corridos ni mayor a noventa (90) días corridos de las elecciones generales».
En la provincia de Buenos Aires, Axel Kicilof apuesta por el desdoblamiento. Ha circulado por estas horas que la idea es suspender las PASO, desdoblar y realizar las elecciones de la provincia después de las elecciones nacionales.
Desde el gobierno provincial, los argumentos oficiales se basan en la operatividad.
El pasado 29 de enero, el gobierno de la provincia de Buenos Aires realizó un simulacro de elecciones concurrentes. La actividad tuvo escasa difusión y el resultado arroja más presión sobre la definición que debe tomar el gobernador Axel Kicilof en lo referido a la fecha en la que se votarán cargos provinciales. De la prueba surgió un informe elaborado por la subsecretaría de Asuntos Parlamentarios y Electorales, dependiente del ministerio de Gobierno, que da cuenta de la dificultad que implica realizar elecciones concurrentes si se votaran categorías nacionales y provinciales el mismo día. Esto se explica porque la forma para elegir diputados nacionales en territorio bonaerense será mediante Boleta Única de Papel, mientras que para cargos provinciales y locales se hará a través de la tradicional boleta partidaria. Ante este escenario, se trazan distintas opciones: una de ellas es el desdoblamiento.
Al igual que en CABA, es el gobernador quien por decreto fija la fecha de las elecciones. Por el artículo 132 inciso 7, es su atribución convocar al pueblo de la Provincia a todas las elecciones en la oportunidad debida, sin que por ningún motivo pueda diferirlas.
Desde 1983 en adelante, en la provincia y en la ciudad de Buenos Aires, siempre han coincidido la realización en forma simultánea con la elección para cargos nacionales. En otros períodos del siglo XX en que hubo elecciones, sobre todo en la década de 1930, se realizaban en forma separada, realizándose a veces anualmente por diferencia de vencimientos de mandatos y hasta separadas las elecciones municipales, la de los legisladores nacionales y provinciales con la de Presidente y Vice (en realidad, elección de electores porque el sistema era indirecto a la usanza norteamericana).
El gobernador provincial se juega mucho en estas elecciones. Primero, tiene un proceso interno muy marcado dentro de su propio sector kirchnerista. Cada vez es más evidente el alejamiento de los seguidores del gobernador con el tándem Insaurralde – Máximo Kirchner, que incluye a La Cámpora, con una Cristina Fernández de Kirchner que ha intentado, hasta ahora en vano, ordenar la tropa y que por lo bajo manifiesta cierto malestar con el primer mandatario bonaerense. La elección de autoridades partidarias fue el escenario de un fuego cruzado en que ambos le pusieron nombre y apellido a las críticas.
También Kicilof intenta alejarse de las elecciones nacionales, ya que los números son evidentes en que los electores libertarios y los del gobernador provincial se cruzan en los distritos bonaerenses de mayor peso electoral. Aunque parece ilógico, la situación es esa. El gobernador teme que el efecto arrastre afecte su entramado electoral y, por ende, su futuro político.
Es un análisis de día a día. Un verano en que los encuentros políticos fueron varios y no en superficie. Muchas cuestiones en juego, sobre todo para las fuerzas políticas con mayor tradición como el radicalismo y el peronismo, también para el PRO, con menos historia, pero que llegó al gobierno rápidamente y sintió en su entraña el cimbronazo libertario.
Nadie habla del ejercicio de autonomía provincial que sería fijar las elecciones en forma diferenciada. Solo las variables costo/beneficio económico y, en estas circunstancias, las piezas que en el ajedrez electoral mueven tanto el Jefe de Gobierno de la Capital del país como el gobernador de la principal provincia de ese mismo país.
Hoy por hoy, la oposición continúa desarticulada. La derecha, conformada por el PRO, sectores del radicalismo, el peronismo cordobés y Consenso Federal, no sabe cómo disputar el terreno que hoy ocupa Milei, aunque siempre son más flexibles en ese camino de ida. La centroizquierda es un universo que reúne a Leandro Santoro, Facundo Manes, Rodríguez Larreta, el socialismo, el kirchnerismo y la Izquierda Unida. La cuestión es cómo articular alternativas desde sectores que, indefectiblemente, por cuestiones ideológicas y también por el pasado reciente, no conformarán un solo frente electoral. Aquí la duda es hasta cuánto se animan, algunos rompiendo internamente y/o corriéndose un poco hacia la izquierda, otros reconociendo que ya no tienen un lugar de hegemonía y, por último, cuántos frentes de ese costado del arco político parirá el proceso electoral del año en curso. (15-02-25).