3 de cada 10 motociclistas no usan casco o lo hace mal

Un estudio reciente determinó que no llevar el casco puesto multiplica por 7 el riesgo de muerte en caso de accidente. Sin embargo, sigue siendo una materia pendiente para muchos, a pesar de ser obligatorio.

Eso se desprende de las conclusiones de un relevamiento nacional realizado por la Federación Internacional del Automóvil. Lo que se hizo fue una inspección ocular -lo que se conoce como «estudio observacional»- para analizar las conductas de los motociclistas. En total, 6.700 casos de Córdoba, Mendoza, Resistencia, Salta Capital y la Provincia de Buenos Aires pasaron la prueba.

El resultando encendió las luces de alerta: 3 de cada 10 no usaban el casco o lo hacían mal.

En detalle, lo que detectó la FIA es que el 10% de los conductores directamente no utiliza el casco, el 12% lo lleva suelto y otro 6% lo tiene abollado (lo que reduce su efectividad en caso de un impacto). Los números están dentro de la media regional, incluso por debajo de otros países relevados como Bolivia y Paraguay.

“Lo consideramos una cifra muy alta, es preocupante”, dice a Clarín Pablo Azorín, jefe de Seguridad Vial y Medio Ambiente de FIA Región IV. El experto remarca que, como las motos son un vehículo popular y de fácil acceso, es importante elevar los controles y también, los niveles de exigencia a la hora de sacar un registro.

Las falencias en la prevención tienen un impacto directo en las cifras de mortalidad. Según los últimos datos oficiales, relevados por la Agencia Nacional de Seguridad Vial, el 38% de los muertos en siniestros son motociclistas. El año pasado fueron 1.785 víctimas fatales, casi 5 por día, superando las 1.499 muertes de automovilistas y muy lejos de los 506 casos de peatones.

«Las motos se venden hasta en casas de electrodomésticos. Es un vehículo de fácil acceso. Hay que hacer más hincapié en las políticas de concientización y control, y también hacer foco en el momento de otorgar los registros», detalla.

El estado del casco, explica Azorín, es algo que muchos pasan por alto. «Los fabricantes dicen que si se cae de una mesa y se golpea, deber ser cambiado. Mucho más si sufre un impacto mayor. Pero pocos tienen en cuenta que, al igual que los neumáticos de un auto, tienen fecha de vencimiento, que son cinco años. Luego el telgopor se deteriora y no brinda la misma protección», afirma.

Esos cascos en buen estado estético, pero en malas condiciones de protección, generan » una falsa sensación de seguridad», incluso entre los conductores que lo usan correctamente, agrega. (Clarín).

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