LA DORREGO

Tienen -y deber ser- distintos de acuerdo a su génesis

Por Carlos Madera Murgui / Nota de opinión publicada en testigosdeprivilegio.blogspot.com

Entender la política local o su intento, nunca ha sido la tarea predilecta de la dorregueros, ( ni aún sí), en los más interesados,( los dirigentes), que analizan y por supuesto entienden sus “beneficios” en términos electorales, pero que casi nunca coinciden con el resto de los que pretenden que eso sea más complejo, atendiendo lo que viene después con los pingos ya instalados en la cancha y sus sorpresas o no. La disociación entre, organización partidaria y adherentes se presentan en aparente conflicto ante una ruptura de representatividad política al perder las primeras (organizaciones partidarias), la sustentación clásica pero no así el vínculo representativo que estaría encarnando en los últimos tiempos en liderazgos sostenidos con prácticas modernas, de carácter circunstancial. Se explica la falta de competencia inter partidarias en base a transformaciones en los vínculos representativos acentuados precisamente en resguardo de acciones de gobierno instalados y no en nombre de articular intereses variados y agregar demandas de la sociedad. Se busca primordialmente mediante personas con alto grado de aceptación comunitaria reforzar o mantener una estructura de gobierno, por encima de postulados históricos o trayectorias que hacen sí al mandato político partidario. En los últimos tiempos los partidos políticos tradicionales, no son elegidos ni ganan elecciones por expresar los modelos alternativos de sociedad que caracterizan su origen sino que se presentan como para resolver sus problemas puntuales de competitividad y preguntando cómo resolver conflictos de la sociedad, como sino no fuera estos, formas y metas lo que define a cada espacio. Personas ajenas a la política en busca de reconocimiento y popularidad en la ciudadanía, (palabra de moda y NO ya Pueblo), son presentadas para designar el sustento de legitimidad en un ámbito ajeno, pero catapultados a primerísimos lugares de protagonismo de gobierno. La arista explotada en nombre de la opinión pública mediante las encuestas obteniendo sustento para acciones decisorias confronta con modalidades de descontento o diferenciación pero mediante otros canales de comunicación que alimentan conflictividad social permanente. La UCR vernácula se ha sostenido a lo largo de los últimos 22 años por el acceso a medios y estructuras estatales. Esto se entiende en términos propagandísticos electorales mediante acciones de gobierno que son inseparables y que no difieren en los discursos de campaña. Para los candidatos,( con más razón cuando lo son a concejales o consejeros escolares), no tratan de compendiar en ser novedosos, sino en fortalecer un escenario que está en carrera. La estructura gubernamental en funcionamiento como herramienta y recurso electoral es insuperable en favor de cualquier candidato que se va a limitar a refrendar la marcha de una gestión de la cual va a formar parte muy pronto, (pero especialmente y a no perder de vista), que se trata de comicios legislativos, o de medio término, que pide la elección de concejales, consejeros, diputados o senadores provinciales, e iguales a nivel nacional. No hay elecciones ejecutivas esta vez. Entonces no deberían esos candidatos pretender convencer con discursos en pós de acciones que estarán fuera de la órbita de su desempeño en caso de ser elegido. Se pretende otra cosa, pero no ocurre, aun así, en forma de diferenciación como construcción de futuros liderazgos o posiciones alentadoras hacia otras miradas dentro del mismo universo. En consideración de resultados electorales, muy productivo, pero al menos debatible. Prácticas modernas que se enfrentan hacia estrategias parecidas en ambos partidos, aunque la UCR ha sido entendida en general como expresión política de las clases media y alta y el peronismo como de las trabajadores/as y populares en general. Sus características partidarias suponen el vehículo por el cual cada ciudadano se ve representado en su misma idea original. De esa manera las formas deberían ser proporcionalmente a la inversa de lo que ha sucedido en los últimos años. Tienen y deben ser distintos de acuerdo a su génesis. El acompañamiento a políticas sociales, su implementación y articulación con gobiernos superiores, es una de los contrastes básicos. La defensa de los escalones superiores de gobierno, revelarían un sentido de equivalente y analogía que aparece como muy tibio. La historia es paradojal y reveladora. En el peronismo nativo solamente con el Menemismo hubo gobiernos locales, se dio la circunstancia sí, de lo que apuntábamos recién, estructuras organizativas con el gobierno en la mano en la reelección, e iniciando con una debacle radical a nivel país, cuándo se extinguió la primavera Alfonsinista. Luego mientras la reafirmación del kirchnerismo y su tránsito se dio hasta la desaparición de la representación legislativa. Después devino el encuentro de un liderazgo muy férreo, que puso posteriormente y luego de varios turnos electorales en términos de empate la obtención de concejales en la última elección, no logrando no obstante remover la granítica permanencia del Radicalismo en la Intendencia. Es bueno recordarlo también, que ocurrió en los últimos años con unidad en varios partidos o peronismos con internas inclusive. Esto último, la participación, el compromiso, el poner la cara en el conflicto, (en el consenso no duele), con altas probabilidades de fracasar,( en este ámbito, en el nuestro en particular), conlleva un riesgo de grado importante en cuanto a las derivaciones, del raspado político, (repito mi frase), que no muchos están dispuestos a enfrentar. Secuelas personales, comerciales, comunitarias de orden social, y hasta económico están dentro del involucramiento/dificultad que es muy posible aparezcan. Todas buenas personas, con las mejores intenciones, pero con muy marcadas y disímiles posibilidades en cuanto al cambio o remesones en su vida personal que no son ajenas y todos los saben, dependa del partido en que se enrolen. Así lo marca el nacimiento de las corrientes políticas-ideológicas del país con sus diferencias con mayúscula, y no es ocurrencia propia, sino los fundamentos de su propio linaje. Pero no, los partidos han devenido en una suerte de servicio público, en un marco donde lo no partidario y lo no político aparecen como condiciones, (no siempre), para capturar bisoñas voluntades con alta imagen societaria que se hagan cargo de la tarea. La tendencia a la base de recursos estructurales devenidos localmente en organizaciones de la comunidad, deportivas, económicas, eclesiásticas, de servicios, o más llano todavía profesionales, comerciantes o empresarios han capturado la “ necesidad” de las fuerzas autóctonas para nadar en esas aguas. Los resultados a la vista están, para unos ha sido mucho más fácil. Dorrego Partido, hace mucho tiempo que no es debatido de la forma razonada y meditada que se merece. Pero no debe ser solo por los candidatos,( que la mayoría recién llega), sino por los partidos y sus dirigentes. En la elección el electorado siempre se muestra seguro, pero no hay idiosincrasias ni tradiciones que forjen necesariamente el destino de todos, como se habla o sé da por sentado en Dorrego. Hemos tenido cinco intendentes en 40 años de democracia moderna, (no demuestra que esté mal,) tres médicos, un veterinario y un contador público han sido quienes nos han gobernado. Los últimos con menos origen o vuelo político que el resto, tampoco les ha hecho falta. Da para debatir extenso para un distrito muy discutido en sus posibilidades. Tendría que ser para los que vengan, motivo de otra visión que convierta a nuestra sociedad, en un conglomerado de gente, sin letargos para estar siempre y permanentemente tratar de estar mejor dentro de muy diferentes formas de pensar y desarrollar ideologías, pero permitiéndonos soñar. (03-08-21).

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