Por la crisis, se desploma en la zona la venta de combustibles premium

Si bien en mayo pasado logró cortar 9 meses consecutivos de caídas en las ventas, el sector de los combustibles líquidos no sólo sigue sufriendo la retracción del consumo, sino también un inédito retroceso en la comercialización de gasoil y naftas premium.

Los datos nacionales impactan: entre mayo de 2018 y el mismo mes de este año el expendio de diesel cayó el 6,1% y, el de la nafta premium, nada menos que el 24,8%. En el mismo período, la venta de los combustibles de menor calidad subió el 9,87% (nafta súper) y el 18,44% (gasoil común).

Así lo revela un informe del diario bahiense La Nueva. en 17 de las principales ciudades de la zona, que determinó que en ese mismo período la venta de naftas premium se retrajo, en promedio, un 25,73%.

Esto implica que en mayo se vendieron casi 1,1 millones de litros menos que un año antes.

En el caso del diesel, la caída regional fue del 6,76%, lo que representa unos 340 mil litros menos.

Bahía Blanca tuvo porcentajes cercanos al promedio zonal: -5,34% en diesel y -25,83% en nafta premium. Si se traduce ambos porcentajes a litros, se deduce que se vendieron, en total, casi 710 mil litros menos de combustibles líquidos.

En el caso puntual de la ciudad, esta caída se compensó -e incluso se superó- con las subas en las ventas de nafta súper y gasoil común, que fueron del +7,36% y +15,42%. En total, más de 900 mil litros.

“Está claro que hay un cambio muy fuerte en los hábitos de consumo, que yo creo que se va a mantener”, señaló Fabio Rodríguez, presidente de la Cámara de Operadores de Combustible de Bahía Blanca y el Sur.

En otras localidades de la zona el desplome de los combustibles premium incluso fue mayor. En Coronel Pringles -según datos oficiales de la secretaría de Energía de la Nación- llegó a -37,49% entre mayo de 2018 y mayo pasado.

“Manda el bolsillo -sintetizó el estacionero pringlense Julio Uruñuela-. La gente ni siquiera averigua si el motor del auto aguanta tal o cual octanaje, sino que se pasa a una nafta más barata”.

“Entre uno y otro (producto) tenés una diferencia de 6 pesos por litro, así que en un tanque de 50 litros te ahorrás 300 pesos. Imaginate si llenás el tanque dos o tres veces por mes”, agregó.

Pringles no es la única plaza afectada por este cambio en el hábito de consumo. En una situación similar están Darregueira (donde la venta de nafta premium cayó el 35,15%), Sierra de la Ventana (-35,02%), Tres Arroyos (-32,66%), Guaminí (-31,62%), Pigüé (-31,28%), y Coronel Dorrego y Coronel Suárez (-30,74%), entre otras.

En cuanto a la venta de diesel premium, las mermas más importantes se dieron en Pigüé (-25,54%), Tres Arroyos (-16,62%), Monte Hermoso (-15,91%), Coronel Suárez (-15,70%), Carhué (-14,08%) y Coronel Pringles (-12,36%), entre otros.

Mientras el consumo de nafta premium se desplomaba, en el período mayo 2018-mayo 2019 la venta de súper (menos de 95 octanos) subió el 5,27% en Bahía Blanca y la región. En litros: casi 400 mil más.

La cifra no compensa los 1,1 millones de litros de premium que se dejaron de vender en las 17 plazas relevadas; en esa diferencia de 700 mil litros -indican los empresarios consultados por La Nueva.- se aprecia la real caída en las ventas de naftas que están sufriendo Bahía y la zona.

En el caso del gasoil común, entre mayo del año pasado y el mismo mes de este 2019 el incremento de las ventas fue del 9,56% en Bahía Blanca y la región. Esto representa casi 840 mil litros más.

Este aumento -explican desde el sector- no tiene tanto que ver con un cambio de hábito, sino con la demanda de una cosecha que fue mucho mejor que la anterior.

Los preocupantes números nacionales

En mayo. La venta de combustibles registró un incremento del 3,74% en comparación con igual período del año anterior.

El motor. Esa suba estuvo básicamente impulsada por el gasoil (+18,44% interanual), uno de los principales insumos del sector rural, que tuvo una muy buena cosecha gruesa.

Súper. En el mismo período creció el consumo de nafta súper, pero en menor medida: 9,87%.

Desplomados. En contrapartida, los productos premium siguieron en curva descendente: mientras el consumo de diesel cayó un 6,16%, el de la nafta premium se desplomó nada menos que el 24,8%.

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