Política

Mauricio es Macri

La última reunión de gabinete ampliado les dejó en claro a los socios de Cambiemos que ni siquiera en la derrota el Presidente aceptará la apertura política que la UCR y parte del PRO reclaman desde hace años.

Por Noelia Barral Grigera (*)

«Al final, a Cristina le podés pedir que no sea Cristina; a Alberto le podés pedir que no sea Alberto; ¡a la Carrió le podés pedir que no sea Carrió, que estuvo cuatro años sin romper Cambiemos! Al único que no le podés pedir que no sea Macri es a Mauricio.» La reflexión, con un dejo de resignación, la pronunció este lunes un integrante del radicalismo ante Cenital. La decisión del presidente Mauricio Macri de que en su última reunión de gabinete ampliado en el Centro Cultural Kirchner no hubiera oradores de los dos socios electorales del PRO les confirmó a la UCR y a la Coalición Cívica lo que saben desde 2015: si es por Macri, no habrá apertura política.

Según la lectura que presentó el Presidente ante sus funcionarios y legisladores, la transformación «más importante» que logró su gobierno fue «haber despertado a millones de argentinos y recuperar la esperanza de que sí se puede». Hablaba no de toda la ciudadanía argentina sino solamente de sus votantes. De ellos, dijo, «son millones que no se van a resignar más».

Cerró con un mensaje a sus ¿todavía? socios: «Para todos aquellos que desde el 2003 me preguntan si me voy a retirar de la política quiero decirles que estoy acá y que no me voy a ir a ningún lugar. Quiero decirles de verdad que hay Mauricio para rato…o debería decir hay gato para rato». La frase retumbó en los oídos del resto de los integrantes de Cambiemos como una reafirmación de aquel otro discurso, una semana atrás, cuando el Presidente se autoerigió como jefe de la oposición ante ellos.

Por eso discutieron ese día Macri y Elisa Carrió en la reunión de la mesa política de la alianza electoral, cuando ella le anunció su renuncia a la banca. «Sos egoísta», le dijo al Presidente, dolida porque él no compartió el escenario de la imprecisamente llamada «Marcha del Millón» con ella o con María Eugenia Vidal. De ese encuentro, Carrió se fue habiéndole pedido al jefe de Estado que no respalde a Cristian Ritondo para ningún puesto de poder en la Cámara de Diputados. A las pocas horas, el macrismo dejaba trascender que el actual ministro de Seguridad bonaerense presidiría el bloque del PRO y posiblemente el interbloque Cambiemos. Mauricio es Macri. No hay negociación ni ampliación de la base de sustentación política.

Un dato clave de este escenario lo aportó el colega Gonzalo Palese en el portal Letra P: Macri quiere que desde fines de diciembre, cuando el PRO debe renovar autoridades, la presidenta del partido sea nada más ni nada menos que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. La funcionaria acaba de cumplir un año como afiliada e integra el top 3 de los macristas que más endurecieron el discurso contra el peronismo durante la campaña y la gestión. Según cuenta Palese, Macri les exigió a Vidal y a Horacio Rodríguez Larreta que la respalden como futura jefa de PRO.

Sin embargo, a diferencia de cualquier escenario previo, este Macri es un Macri derrotado. Y es allí adonde apuntan muchos de los radicales para cuestionar algunos de los últimos acuerdos políticos del Presidente. Acuerdos en los que el resto de los integrantes de Cambiemos se siente marginado si hay ganancias, pero socio en las pérdidas. El caso testigo es la muy probable designación de Miguel Pichetto como titular de la Auditoría General de la Nación, cargo reservado a la oposición y para el cual Macri postula a su ex candidato a vicepresidente.

«Macri arregló que la AGN sea para Pichetto. Y (Gerardo) Morales le dio su palabra. Pero el resto de los radicales decimos: ¿por qué Pichetto? En todo caso, que lo nombren auditor en representación del PRO del Senado», se quejaba en las últimas horas un hombre con llegada directa a la bancada de la UCR en Diputados.

Es en este contexto que debe leerse la ausencia de radicales con injerencia en la conducción partidaria durante la reunión de gabinete ampliado en el CCK. No fue, como explicó el Presidente, «por el clima». O sí. Sólo que fueron faltazos que, más que con el clima meteorológico, tuvieron que ver con el clima interno de Cambiemos.

(*) Nota escrita en www.cenital.com.

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