LA DORREGO

Más repercusiones de la muestra Oficios sin prejuicios: «Las derechas deben legitimarse, y sus votantes también»

Las derechas deben legitimarse, y sus votantes también

Por Une votante deslegitimade

Considero que seguir debatiendo si es legítimo o no que un organismo del estado administrado por un gobierno elegido en elecciones sin cuestionamientos articule una actividad con otro organismo administrado por el mismo gobierno argumentando proselitismo o adoctrinamiento en las escuelas, nos corre del foco que sí deberíamos debatir.

¿Por qué son cuestionados estos actos realizados por las administraciones gobernadas por el Frente de Todos, el “peronismo”, aunque no haya simbolismos partidarios instalados y por qué no son cuestionados los actos en las escuelas realizados por las administraciones gobernadas por Juntos por el Cambio, “el radicalismo”, incluso si se usan esos actos para fines puramente electoralistas?

-¿Por qué no es un escándalo que cada año el municipio ingrese a las escuelas con su programa sobre orientación laboral, con sus cuestionarios y con sus miradas, sin que sea un requerimiento de los que administran la educación pública?

-¿Por qué no es un escándalo que un candidato de JXC referenciado con la Juventud Radical se saque una foto con esos estudiantes secundarios y la haga pasar en las redes como que la devolución del programa de orientación laboral en realidad era una actividad de la Juventud Radical y esos jóvenes parte de ella?

-¿Por qué no es un escándalo que miembros de la misma organización política pinten los juegos de una escuela y lo compartan como una acción solidaria?

Y acá nos topamos con la cuestión de la legitimación. ¿Debería ser un escándalo también? ¿O está bien que JXC sí pueda realizar estas acciones y está mal que el FDT pueda hacerlo?

Podría ser, por qué no. Pero debe legitimarse. Debe legitimarse que las derechas en el mundo tienen derecho a hacer cosas que los movimientos populares no. Porque, de hecho, ya es así. La justicia no actúa igual en los sectores de las derechas y en los populares, no actúa igual ni la educación, ni la salud, ni la seguridad ni los encargados de cobrar impuestos. Todos organismos que componen “el estado”.

Deberíamos discutir, por qué las derechas no son claras y transparentes, y legitimar estas diferencias, así, sus votantes, pueden legitimarse también, y en consecuencia, los movimientos populares y sus votantes. Lo que conocemos como “doble vara”, no es una teoría conspirativa. Existe y se plasma.

Por eso le propongo a los legisladores del FDT que, en la próxima sesión, legitimen, por escrito, que sí es lícito que JXC pueda realizar estas acciones sin cuestionamientos, pero que el FDT no puede. Que vote el cuerpo de concejales en su conjunto y se dé esa legitimación.

Y de esa manera, ya no será necesario endilgarles a las fuerzas políticas adversarias, para deslegitimarlas, lo que hacen esas propias fuerzas acusadoras.

No sólo será legítimo que unas sí puedan usar las escuelas para eventos “de la política” y otras no. También será legítimo, por ejemplo, defender la no presentación ante la justicia de Rodriguez Simón y sí la encarcelación de Milagro Sala, defender el enriquecimiento, por comparación de declaración jurada, de María Eugenia Vidal y otros dirigentes de JXC pero no la compra de un auto nuevo de un dirigente del FDT, será legítimo que el intendente pueda hablar en los actos escolares de fin de año de todo lo que se invierte en educación sin mencionar que el dinero proviene de provincia y nación, y no que se lean las palabras de la inspectora regional, serán legítimos los subsidios a los grandes empresarios, y no la tarjeta alimentar, será legitima la asignación familiar a los trabajadores registrados y no la AUH, será legítimo justificar las violencias de género pero no los feminismos, y hasta será legítimo defender y solidarizarse con un gobierno que desde 2014 bombardea minorías de su propia población y en cada foto que se sacan esos atacantes, aparece un símbolo nazi.

Las derechas podrán argumentar ya más aliviadas que ellas sí tienen derecho y obligación a gobernar por ser descendientes de europeos, y los sectores populares, tienen derecho y obligación a ser gobernados por ser descendientes de pueblos originarios de América, Asia o África. Ya se podrá justificar sin excusas la glorificación a Videla, por ejemplo.

Así, construiríamos una sociedad más honesta y transparente, y le daríamos la oportunidad a los sectores políticos populares, o a las izquierdas, de demostrar si realmente están interesadas en transformar y rebatir este paradigma, para así, además de más honesta y transparente, construir una sociedad más justa y equitativa. (16-05-22).

*La nota fue enviada a nuestra redacción con pedido de difusión y reserva de identidad. 

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