“Hay chicas que desconocen cómo cuidarse en una relación sexual”

María Teresa Menna. Foto: La Nueva.

En nota publicada hoy por el diario La Nueva., se menciona que si bien las cifras de Bahía Blanca no reflejan un aumento en el porcentaje de adolescentes embarazadas, resulta obvio señalar que el inicio de la sexualidad se ha adelantado, que los chicos viven su primera relación sexual cerca de los 15 años y que un porcentaje muy bajo se cuida.

Incluso, señala que algunos especialistas se animan a señalar que la mayoría de las personas que consultan por problemas sexuales tiene menos de 40 años, no sólo porque las disfunciones son cada vez más frecuentes en ese segmento, sino también por tener menos pudores y prejuicios para buscar ayuda.

«En el caso de los adolescentes, escasa idea de los métodos de anticoncepción, abuso de la pastilla del día después (un método de anticoncepción considerado de “emergencia”) y muy poco uso del preservativo son temas que se repiten de manera constante en quienes acuden a una consulta», destaca la nota de la periodista Laura Gregorietti.

Frente a ese escenario, añade, los padres se enfrentan a un difícil desafío: informar sobre cómo cuidarse a los hijos para que logren una sexualidad responsable, plena y feliz. Pero, ¿cuántos papás están en condiciones de hacerlo?

También se menciona que una encuesta realizada entre hombres disparó la alarma: el 50 por ciento no sabe dónde está la vagina y el 61 por ciento tiene dificultades para identificar la vulva. Pero la mayoría no se mostró preocupado porque identifica a la cuestión como un tema “exclusivamente femenino”, sin pensar que ellos pueden desempeñar un papel importante en la identificación temprana de las señales del cáncer ginecológico.

«Ahora bien, las mujeres, ¿sabemos más que ellos sobre nuestro cuerpo y cómo cuidarnos? ¿Estamos en condiciones de acompañar y aconsejar a nuestros hijos en su despertar sexual?», se pregunta la autora de la nota.

María Teresa Menna es dorreguense, médica especializada en ginecología, vive y trabaja e Bahía Blanca. Según dijo, el panorama en el sexo femenino tampoco es mucho más alentador.

“Los tiempos cambiaron y hoy son las madres las que llegan al consultorio en busca de una charla sincera con sus hijas adolescentes. Algunas también se sorprenden al enterarse que sus hijas ya han tenido relaciones sexuales y en su mayoría, en condiciones de cuidado muy precarias.

“Y esto es así porque si bien hay chicas que tienen conocimientos de sexualidad y anticoncepción -que son las menos- hay otras que desconocen sus genitales, su ubicación, cómo colocarse un tampón y mucho menos, cómo cuidarse en una relación sexual. Y cuando me refiero a ‘cuidarse’ no hablo solo de evitar un embarazo no deseado, sino que no conocen las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y cómo prevenirlas -destaca María Teresa.

Menna señala que generalmente el varón rechaza el uso del preservativo, transfiriendo así a la mujer la responsabilidad casi absoluta de la prevención de un embarazo no deseado y olvidando el riesgo de adquirir y/o transmitir enfermedades.

“Otro riesgo se presenta con la práctica del coitus interruptus o coito interrumpido (eyaculación fuera de la vagina) debido a la probabilidad de que el líquido preseminal puede contener también espermatozoides.

“Pero las chicas –agrega–. tampoco hacen la diferencia en el cuidado, ya que utilizan la pastilla del día después como anticonceptivo oral habitual y al ser de venta libre en farmacias el tema se agrava porque no tiene restricciones de venta. En resumen, no existe el compromiso de cuidado continuo de ninguna de las dos partes”.

El promedio de adolescentes que llega al consultorio en busca de información ronda los 15 años, pero también hay menores.

“Existe un segmento importante de niñas de 12 y 13 años que empiezan a salir a la matiné y a pesar de que ellas digan no tener interés en el sexo, las madres las traen igual porque saben que la edad del inicio de relaciones sexuales ha bajado mucho”, refiere Menna.

No solo la edad de inicio de relaciones sexuales se modificó, sino también el contexto. En épocas pasadas, iba asociado a la formalidad de una pareja estable, pero en la actualidad el ejercicio de la sexualidad no contempla esa condición y llega a estar asociado a veces al comienzo de las salidas nocturnas.

“Lo que les importa a muchos chicos ahora es el número de relaciones sexuales que tienen. Por eso encontramos cada día más varones que sin necesitarlo, consumen viagra. Les da más chances de tener un sinnúmero de relaciones sexuales por noche”.

Entre los mitos y la educación sexual

“Hay que desterrar el mito de que no se puede quedar embarazada en la primera relación sexual ni cuando se está menstruando”.

“Las chicas no conocen sus genitales, su anatomía. Yo insisto en que agarren un espejito y se miren. Tienen miedo de ponerse un tampón porque no saben hacia ‘dónde va’. Desconocen que la vagina mide un promedio de 7cm y que más de ahí no puede ir. Insisto en que la educación sexual debería estar incluida en la currícula escolar sin excepciones”. (La Nueva.).

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