LA DORREGO

Gustavo Ariel Blázquez a Ecos de mi ciudad: «Me gustaría entrevistar al Papa Francisco»

Por Pablo Javier Marcó

El programa Alumno Bonaerense, creación del periodista y actor Gustavo Ariel Blázquez, comenzó a emitirse en la renovada LU26 (LA DORREGO), en 2005.

Gustavo contó al semanario Ecos de mi ciudad que fue un proyecto en el que venía trabajando desde hacía mucho tiempo, llegando a grabar, incluso, un piloto como trabajo práctico cuando estudiaba periodismo. “Fue evaluado con buenas críticas en Buenos Aires”, recordó.

Lo definió como programa cultural de interés general, donde se conjugan los ritmos musicales, generalmente de América, con detalles de la geografía e historia de los países donde fue concebida cada canción o del momento político, entre “otros argumentos que se van enlazando para crear la narración dentro del guión de radio”.

“Además, en el programa, y ahora ocupando más espacio, está incluida una charla con un invitado, intentando que no sea una entrevista pregunta – respuesta. Esta línea de programa se ha podido mantener porque el material es vasto e inagotable, incluso los títulos literarios que leo, ya sean cuentos o poesías, van ubicando al público en tiempos, espacios, culturas, y estados de ánimo diferentes”, destacó.

Añoranza

Consultado por este semanario sobre cuáles son las cosas que más extraña de hacer periodismo de actualidad en un medio, respondió que añora el trabajo diario con las noticias para el informativo de televisión.

“Durante quince años fue levantarme todas las mañanas y no saber, generalmente, de qué temas iba a hablar, más cuando llegaban las ocho de la noche, (cuando) se habían editado alrededor de cuarenta minutos, listos para salir al aire”, dijo.

“Extraño ese vértigo maravilloso y la conducción del noticiero, las luces, el ‘vamos que venimos’; obviamente. Sé que esos tiempos no volverán, pero igual me permito recordarlos con nostalgia y muchísimo afecto”, aseguró.

También respondió sobre los programas televisivos que más satisfacciones le dieron.
“No tengo dudas de que fueron dos: el informativo del Canal 2, más de 3.500 emisiones, y el programa radial Alumno Bonaerense, que por sus características y formato, tuvo buena acogida desde el comienzo”, admitió.

Su vida en pandemia

Gustavo dijo que su vida personal en lo que respecta a la pandemia no cambió demasiado.

“Sigo en mis tareas de empleado por las mañanas, y por la tarde, felizmente, sentado frente al micrófono de FM Manantial haciendo Alumno Bonaerense”, amplió.

“De todas maneras, sí se han notado los cambios en mi familia, mis hijos que viven en Bahía Blanca, desde marzo están en Coronel Dorrego y cursan estudios vía Internet”, aclaró.

También afirmó que está muy comprometido en cuidarse y cuidar a quienes lo rodean.
“Con lo visto en el mundo entero, ser anticuarentena es, cuanto menos, una irresponsabilidad”, reflexionó.

“Lamentablemente, la situación la sufren quienes menos tienen y son los que menos hablan. En realidad, son los que menos han hablado siempre. Obviamente me estoy haciendo cargo de lo que no supe difundir por ignorancia profesional en el momento en que me tocó ocupar lugares de trabajo relevantes”, se sinceró.

«A (Raúl Alfonsín) lo aprendí a considerar tarde por culpa de mi inmadura testadurez», se sinceró.

Sobre gustos y preferencias

Un periodista: “Me es imposible elegir un periodista solamente, porque según las épocas son las maneras de comunicar; en su momento, Magdalena Ruiz Guiñazú y Santo Biasatti, fundamentalmente durante el caso Cabezas ocupaban mucho mi atención, como también lo hizo Pedro Brieger con sus conocimientos de política internacional y sencillez al difundir.

“Como animador y conductor de televisión siempre admiré a Juan Alberto Badía y en radio a Alejandro Dolina. Ambos resumen lo que yo hubiese querido ser, aunque de hecho es demasiado pedir, obviamente”.

Un político: “Es alguien a quien aprendí a considerar tarde por culpa de mi inmadura testadurez. Fue Raúl Alfonsín y al que, así creo, hay que seguir leyendo o escuchando sus discursos y declaraciones públicas; sirven, sin dudas, sirven”.

Un ídolo: “No los tengo, pero sí he ido buscando referentes como lo fueron Manuel Dorrego, Lisandro De la Torre, Arturo Illia y Raúl Alfonsín, entre otros”.

Una película: “Una que me impactó sobremanera y que encontré en una noche de zapping televisivo en un canal de cable es Mediterráneo, filme italiano que ganó el Oscar en su momento”.

Su mejor entrevista: “La que más me gustó hacer fue a Alejandro Dolina, con la acotación que fue totalmente sorpresiva y estando al aire; me avisaron que tenía a alguien en línea y era el maestro en una hermosa sorpresa preparada por quienes manejaban la programación de LU 26”.

Un libro: “He leído muchos, pero el que más recuerdos me dejó fue La Novela de Perón, de Tomás Eloy Martínez. Tiene una narración totalmente exquisita mezclando ficción con realidad con sutileza y un relato épico totalmente implacable con el lector”.

La entrevista que no hizo y le gustaría concretar: “Francisco I. No sólo porque es el Papa argentino, sino más bien por cómo nos ‘siente’ hoy. Lo escucharía por largo rato, seguramente”.

* Nota publicada en Ecos mi ciudad.

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