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El padre adoptivo que abandonó a dos hermanos africanos en Bahía es dorreguense

Los hermanos africanos abandonados en Bahía Blanca por sus padres adoptivos habían entrado al país con visa de turistas, según las primeras investigaciones que buscan determinar la legalidad del procedimiento de adopción de estos dos niños de seis años que «se encuentran en buen estado de salud», contenidos «en espacio alternativo familiar», y a quienes se ofrecieron a ayudar más de 500 personas.

No obstante «nunca registraron que los dejaban para no venirlos a buscar», contó la funcionaria de Bahía Blanca que recibió a los chicos que hoy seguían «preguntando por su familia, en qué momento los van a buscar».

En tanto, la odontóloga y misionera costarricense que dirige el hogar de Guinea Bissau donde vivieron, aseguró que «nunca nos había pasado algo así» y que no es posible recibirlos de nuevo porque «ellos ahora son los padres y los encargados, y, si no los quieren, deben darlos en adopción a otra familia».

Fuentes de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) Nº8 a cargo de Marcelo Romero Jardín señalaron este miércoles a Télam que «los dos hermanos habrían ingresado al país con visa de turista» en agosto del año pasado en compañía de sus padres adoptivos, los argentinos Eduardo Rucci y Natacha Perrig, quienes además tienen una hija biológica de once años.

Agregaron que «se solicitaron informes a la Dirección Nacional de Migraciones, informes de residencias como así también movimientos financieros de la pareja» adoptante, que desde febrero residían con sus hijos en San Martín de los Andes.»Además se dio intervención a la Asesoría de Menores e Incapaces para tratar de determinar cómo se llevó a cabo la adopción», agregaron.

Los hermanos fueron abandonados el pasado 17 de noviembre por el mismo hombre, el nativo de nuestra ciudad Eduardo Rucci, que viajó a África para incorporarlos a la familia como otros hijos de la pareja, «previo adoptarlos y haber convivido una semana juntos en el orfanato en el que se encontraban».

Según la denuncia judicial, el hombre llegó a la Comisaría de la Mujer «sujetando a los menores de ambos brazos e informando que era su deseo entregar a los niños, desentendiéndose totalmente de las obligaciones paternas de cuidar, convivir, alimentar y educar».

«El hombre refirió razones personales que dificultan su vinculación y sostenimiento de la vida familiar», dice el expediente.

Los niños «se encuentran en perfecto estado de salud, de alimentación y con todos los cuidados necesarios», informaron a Télam desde la Secretaría de Políticas Sociales de la municipalidad de Bahía Blanca.»Están alojados en un espacio alternativo familiar, muy contenidos, donde trabaja todo el equipo de Niñez, entre ellos psicólogos», agregaron.

Letizia Tamborindeguy, integrante del Equipo Interdisciplinario de la Comisaría de la Mujer y la Familia de Bahía Blanca que los recibió e inició una investigación de oficio, contó, por su parte, que los chicos «nunca registraron que los dejaban para no venirlos a buscar», con «un bolsito y la documentación».

«Había falta de documentación, datos que no estaban del todo claros, son nenes que tienen su identificación de África pero que no tienen documentación de Argentina, hay fechas de salida del país pero no de ingreso, cuestiones que nos hicieron mucho ruido», sostuvo.

«Yo he llorado mucho, porque para mí es un golpe muy bajo, es la primera vez que nos pasa», dijo en declaraciones al canal de noticias TN la odontóloga y misionera costarricense que dirige el hogar de Guinea Bissau.

Isabel Johanning, quien lleva más de 20 años dirigiendo la institución Casa Emanuel que alberga a chicos en situación de adoptabilidad, afirmó además que «la documentación estaba en orden», que el trámite judicial se hizo en regla y «todo parecía normal», incluso en el seguimiento posterior.

La mujer contó que todo comenzó con una «carta de intención de adopción» que la pareja de argentinos les envió.»Ellos cumplían con los requisitos, por eso los mandamos con nuestros representante en la Argentina», contó.

Allí se inició un proceso «que demora mucho tiempo» que la pareja pasó exitosamente.Tras el juicio de adopción y el viaje de la familia para radicarse en la Argentina, una representante del hogar se encargó de hacer el seguimiento por «videollamadas».

«Cuando les preguntábamos cómo estaban decían que bien, que los chiquitos eran hiperactivos pero nunca me dijeron que no podían con ellos», dijo.

Por otra parte, más de 500 personas de todo el país se comunicaron en las últimas horas con la municipalidad de Bahía Blanca tanto para ofrecer ayuda como para adoptarlos, informaron hoy autoridades municipales.

Graham: «La ley prohíbe las adopciones internacionales para evitar casos como el Bahía Blanca»

La Defensora de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, Marisa Graham, aseguró este miércoles que «hace muchos años» se vienen registrando «casos similares» al de los mellizos de seis años abandonados por una pareja argentina 15 meses después de haberlos adoptado en Guinea Bisseau y por eso «el Código Civil sigue prohibiendo la adopción internacional».

«En su momento tuvimos casos de niñas y niños haitianos, en otra época rusos, ahora muchos ucranianos», dijo Graham en diálogo con Télam.»Es una situación más usual de lo que se cree, sólo que este caso se conoció porque los niños fueron abandonados en una comisaría», agregó.Y estos abandonos también tienen lugar «con adopciones tramitadas en la Argentina», un fenómeno sobre el que «no hay un registro a nivel nacional».

«Sabemos por la Asesoría Tutelar de la Ciudad de Buenos Aires que 2 de cada 10 niños adoptados o en guarda preadoptiva de hasta 8 años son abandonados, y entre los mayores de 8 años ese porcentaje crece a 5 de cada 10», dijo.

Por eso «seguramente en estos días vamos a sacar recomendaciones (para los organismos de niñez) en relación al tema» desde la Defensoría, como se sacaron de otras problemáticas, agregó.

Los argumentos para el abandono suelen ser de lo más variopintos.»Recuerdo el caso de una bebé argentina de 8 meses que la ‘devolvieron’ porque dijeron que ‘nuestra familia no asimila una niña tan morochita'», dijo.

La funcionaria advirtió que se habla incorrectamente de «devolución» cuando en realidad «es un abandono de un hijo como cualquier otro, e igual de lamentable» porque «una vez que hay una adopción existe un vínculo filiatorio» de lo que se deriva «lo que antes llamábamos patria potestad y hoy llamamos responsabilidad parental».

«Por eso, la República Argentina sostuvo una reserva al artículo 21 (del Código Civil) en relación a la adopción internacional, porque pasan estas cosas y los niños quedan abandonados», dijo.No obstante esa prohibición, «evidentemente se sortean de alguna manera» y algunas parejas consiguen adoptar niños y niñas en el extranjero «por bypass que son ilegales».

«Lamentablemente, en la mayoría de los casos de adopciones de extranjeros, sea de adultos extranjeros que pretenden adoptar niños argentinos o al revés, hay una intermediación de agencias internacionales de adopción y de intermediarios que lucran con estos temas», dijo.

En el caso de niños adoptados por argentinos en el extranjero, una vez que ingresan al país con una sentencia de adopción dictada en el extranjero «estamos obligados a reconocerla en cumplimiento de diferentes tratados internacionales».

Y en los casos de posterior abandono, «lo que hace Argentina es hacerse cargo de esos niños», que en algunas oportunidades implica trabajar con el consulado para que regresen a su país de origen porque volver a adoptarlos aquí «no se puede porque sería una adopción internacional».

Para Graham, la raíz del problema radica en la «idealización de la adopción».

«La mayoría de los aspirantes a guarda con fines de adopción tienen un ideal de niño o niña a adoptar que en general son niños pequeños, de cero a tres años, y como en Argentina no hay abandono de bebés recién nacidos, algunos argentinos recurren al exterior», dijo.

«También se suele vincular la adopción a la caridad y la verdad que uno no tiene hijas o hijos por caridad, ni biológicos ni adoptivos», agregó.

Esta abogada especializada explicó que el fiscal de la causa está realizando las averiguaciones para determinar «si hay una adopción legal en el país de origen y cómo ingresaron al país» los niños.

No obstante, «el abandono de niños, sea adoptivos o biológicos no es un delito», por eso «lo que se le imputa por ahora sería la violación de los deberes de asistencia familiar, como las obligaciones alimentarias».

En ese sentido, recordó un fallo de la Cámara Civil y Comercial de San Martín que en 2015 ordenó a un padre adoptivo que abandonó a su hijo a «pagarle alimentos hasta la mayoría de edad». (Télam). (26/11/20).

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