La ciudad

Dorrego es el tercer distrito de la región con más casos de Covid y el que tuvo la suba porcentual más importante en julio

Con un aumento porcentual de casos de Covid-19 muy superior a la media nacional y provincial, y pese a que aún faltan varios días para que culmine, julio se ha convertido en el mes negro de la lucha contra la enfermedad en Bahía Blanca y los distritos de la región.

Los datos duros son elocuentes: hasta el día 23 de este mes -fecha en que se cerró este informe estadístico publicado por el diario La Nueva.- hubo un 338% más de casos en los distritos de la Sexta Sección que en los 102 días previos.

Entre el 20 de marzo y el 30 de junio, en Bahía Blanca y los 21 distritos de la zona se habían contado 137 casos positivos; en tanto, entre el 1 y el 23 de este mes se contabilizaron 463.

Dicho de otra forma: de los 600 casos registrados hasta el último jueves, desde que se inició la pandemia, el 77,2% se detectó en julio.

En el mismo período la Provincia pasó de 30.265 a 80.618 casos positivos (+166%), mientras que a nivel nacional el número de contagios creció de 64.530 a 141.900 (+120%).

El incremento de casos fatales, en cambio, fue similar en los tres niveles durante lo que va de este mes: mientras en la región trepó de 7 a 15 (+114%), en el territorio provincial pasó de 572 a 1.281 (+124%) y, en el país, de 1.307 a 2.617 (+100%).

El dato sigue siendo preocupante: en los primeros 23 días de julio el virus se cobró casi el mismo número de víctimas que en más de tres meses anteriores.

Otro dato relevante, que habla a las claras del agravamiento de la situación general en la zona, es la cantidad de distritos que perdieron el “invicto sanitario” en lo que va del mes.

Hasta el último día de junio 13 de los 22 partidos no habían registrado ni un solo caso de coronavirus. De allí en más, esa cifra se redujo a apenas 6 territorios municipales: Adolfo Alsina, Adolfo Gonzales Chaves, Guaminí, Salliqueló, Tres Lomas y Tornquist.

Los otros 7 distritos no sólo tuvieron su primer caso en el curso de este mes, sino que en conjunto registraron 30 positivos.

En la recorrida distrito por distrito, Bahía Blanca sigue siendo el que mayor cantidad de casos tiene, con más de 400. El incremento de casos que sufrió entre el 1 y el 23 de julio, respecto de los meses anteriores, está en torno a la media regional del 300%.

De todas formas, no es el municipio que ha tenido la suba porcentual más relevante. Este indeseado lugar correspondió a Coronel Dorrego, que en los primeros 102 días de la cuarentena había tenido apenas un caso (e importado, por viaje al exterior) y este mes lleva anotados 20.

Algo similar ocurrió con Coronel Rosales, que inició julio con 7 casos y llegó al último jueves con nada menos que 96 contagiados, uno de ellos fallecido.

Completa el podio el pequeño distrito de Pellegrini, al norte de la región. Su caso es curioso: hasta el sábado pasado no había registrado ningún caso, pero al día siguiente aparecieron 2, para el martes ya había 5 y el miércoles llegaron a 10. Los otros 6 que perdieron el “invicto” en las últimas semanas fueron Coronel Suárez, Saavedra, Benito Juárez, Monte Hermoso, Puan y General La Madrid.

¿Se llegó al pico de contagios?

La pregunta cae de madura: ¿todos estos datos indican que Bahía Blanca y los 21 distritos circundantes están llegando al pico de contagios o aún quedan varias semanas antes de que eso ocurra?

Según el titular de Región Sanitaria I, el odontólogo Maximiliano Núñez Fariña, hay indicios de que la cantidad de contagios seguirá en ascenso.

“Más allá de que no se puede determinar con precisión, creo que no estamos en el pico, sino en una etapa ascendente en cuanto a la cantidad de casos”, indicó.

«Lo que ocurre está previsto desde el inicio de la pandemia -dijo-. Sabíamos que estos brotes se iban a dar, y lo importante es que logramos retrasarlos gracias al buen manejo que se ha hecho. Las pruebas están a la vista: llegamos a esta instancia con los sistemas sanitarios en buen estado, fortalecidos”, agregó.

Núñez Fariña mencionó también que en la mayoría de los municipios los brotes que se han registrado “están siendo controlados”.

“Al ser en su mayoría poblaciones chicas o medianas, se puede limitar sanitariamente los contactos y el mismo sistema de salud lleva adelante otro tipo de trabajo con la gente”, destacó.

En cuanto al nuevo sistema de fases -que ubicó a 19 comunas de la región en F5 y a otras tres en F4-, Núñez Fariña dijo que “nos puede complicar en el futuro si no hacemos las cosas bien en lo personal y en lo comunitario”.

“Tenemos que seguir trabajando para que haya el menor número de contagios posibles. Más allá de estar en una fase u otra, nadie puede relajarse: ni la gente ni el Estado”, subrayó.

“Estamos en una etapa de responsabilidades compartidas: de la gente, que se tiene que autocontrolar, y de los municipios, que deben ejercer su rol fiscalizador para evitar situaciones inapropiadas”, agregó.

El funcionario señaló que “subir una fase es muy positivo”, pero al mismo tiempo “es el momento en que más cuidado hay que tener en el plano individual”.

“Mucha gente cree que pasar a fase 5 equivale a olvidarse de las medidas de prevención individual y social, pero es todo lo contrario. Y esto también corre para los municipios. Si en un lugar hay 25 personas juntas, no hay que hacer la vista gorda”, remarcó.

“No debemos perder de vista que el virus, en la mayoría de los casos, no produce síntomas. Sin embargo, ese paciente asintomático, si abusa de la Fase 5 y hace vida normal, puede contagiar a mucha gente”, agregó.

Núñez Fariña recordó que el mayor número de contagios en la región se dio, hasta ahora, “por reuniones sociales o intrafamiliares”.

Sobre la situación de distritos como Coronel Dorrego y Coronel Rosales, que han tenido picos importantes de contagios en las últimas semanas, el funcionario destacó que en el primer caso se está trabajando muy fuerte “para aislar a los contagiados”.

“Lo que ocurre en Punta Alta, en tanto, es similar a lo que sucedió con otros sistema sanitarios municipales, provinciales, nacionales e internacionales. La diferencia es que allí se dio cuando el distrito estaba en Fase 5, por lo que hoy los contagios se dan entre contactos estrechos del personal de salud”, describió.

En cuanto a este último brote, dijo que lo importante es tomar nota de lo que debe ser corregido “para que no vuelva a suceder”.

“De todas formas, no hay que olvidar que el personal de la salud está casi todo el tiempo expuesto a un contagio”, aclaró.

Hospitales y UCMA, preparados

En cuanto a la situación hospitalaria de Bahía Blanca y la región, Núñez Fariña destacó que hasta el momento no ha sufrido sobresaltos.

“El porcentaje de ocupación de camas de terapia intensiva, aún con estos números de casos registrados en julio, es muy bajo en Bahía Blanca (ronda el 26%) y en la zona directamente es cero, porque ni se ha tenido que usar”, enfatizó.

Tenemos que recordar siempre que todo lo que hagamos o no hagamos lo vamos a ver reflejado en 14 días. Lo que nos pasa hoy, de hecho, es fruto de lo que nos relajamos en el Día del Padre” (Maximiliano Núñez Fariña)
Sobre la nueva etapa de la pandemia que se viene, reconoció que lo que más le preocupa es que las Unidades de Cuidados Mínimos Ambulatorios (UCMA) estén a punto cuando se demande su utilización para alojar a los casos leves.

“Hasta ahora casi no se han usado esas camas extrahospitalarias, pero van a ser clave en el período que viene porque evitarán que los pacientes leves saturen los hospitales”, explicó.

Las UCMA -dijo- fueron conformadas en todos los distritos de la zona. En Bahía Blanca funcionan en el Centro de Jubilados Cono Sur, el Dow Center y el Club Liniers, a los que se agregarán el colegio La Asunción y otros espacios.

“Es importante que estén a punto para cuando lleguen los casos extrahospitalarios, porque la demanda va a crecer de golpe. No se va a derivar uno o dos casos, sino que van a recibir personas de todos los hospitales de la ciudad”, describió. (La Nueva.).

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